Cuando tus ojos brillan

I. NO LO OLVIDES, MAURICIO

Al despertar Mauricio estaba desorientado, la oscuridad nublaba su vista y lo único que se le vino a la mente fue el colectivo que se acercaba, parpadeó y entendió que estaba en un hospital.
El aire le empezó a faltar, algo mareado trató de solo logró caerse de la cama. El sonido alertó a las enfermeras que acudieron en su auxilio, al verlo despierto llamaron inmediatamente al doctor a cargo.

El médico le hizo algunas preguntas y ordenó unos estudios para esa noche, paralelamente llamó a sus conocidos para informarles de la novedad, Mauricio estaba despierto.

Mauri de a poco  fue tomando consciencia de lo que pasaba alrededor de él, le costaba mover sus extremidades, tanto tiempo dormido le produjeron una especie de fatiga en los músculos, por lo que le tomaría tiempo recuperar el control sobre su cuerpo.

Lo metieron en una especie de camilla donde revisarian su estado neurológico, era todo muy extraño, ni siquiera él podía terminar de asimilar lo que pasaba. Fue en ese momento cuando una enfermera entró en la habitación y le avisó al médico que sus amigos habían llegado a verlo.

El doctor salió del cuarto y dejó a Mauricio solo por uno momento.
Si bien no podía escucharlo directamente, las paredes eran muy delgadas para guardar secretos, él sabía que algo faltaba, que algo andaba mal. El aire se contrajo, los medicamentos que le administraron empezaron a hacer efecto, su mente se torció por un momento pero pudo vislumbrar como sus amigos entraban a la habitación.
Sus ojos empezaban a cerrarse, pero pudo notar como manuel caía en llanto y corría a abrazarlo, el tacto frío de las manos de su novio fueron lo último que se le cruzó por la mente antes de volverse a dormir.

En su sueño, él caminaba por el hospital. La luces eran de un blanco esteril, que provocaba que el lugar se volviera frío, estaba completamente vacío y los pasillos eran cada vez más aterradores. De repente empezó a sentir miedo, un miedo extraño, de esos que te arañan toda la piel, aquel sentimiento empezó a desesperarlo. Un susurro lejano lo alertó, se acercó lentamente sin mostrarse, fue ahí cuando divisó a un hombre de bata blanca y a cuatro personas con él.

— Él tiene una amnesia postraumática, debido a la contusión que sufrió por el accidente, lo más probable es que con el tiempo pueda recuperar sus recuerdos y quizás es posible que el proceso se pueda acelerar si lo presionan un poco, pero primero deberían averiguar qué es lo último que recuerda — Ese hombre poseía un aura tan fria y algo siniestra.

En ese momento vio que algo se acercaba por el pasillo, una luz amarillenta que avanzaba velozmente hacia el. Se despertó violentamente y se sorprendió al ver a Cata a su lado. La chica no había cambiado nada, se la veía un poco más pálida que de costumbre pero aparte de eso estaba igual a lo que recordaba.

— Que bueno es verte despierto.

— Podria estar mejor si me de volvieras el manga de BlueLock.

Cata sonrió con tristeza. — Mauri…¿qué fue lo que pasó? Me preocupe mucho... — La chica le tomó la mano — Me hace feliz verte despierto.

Mauricio pudo notar el dolor en sus palabras, pero no sabía que decirle. — Me acuerdo que estaba de camino al departamento de Manu. Pero nada más.

— ¿Nada más?

Mauricio asintió.

Cata lo miró detenidamente, notó que estaba a punto de decirle algo pero en ese momento sonó su celular, ella volvió a tener un aspecto pálido y salió del cuarto.

Mauri que estaba acostado, se tensó al ver a Manu entrar al cuarto justo después de que la chica se retirara. Había algo en su cabeza que le impedia relajarse pero no sabía el qué.