Distracción

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Ha pasado mucho lo se ya estamos en febrero, que cosa... bueno, les traigo un one shot nuevo para que se diviertan un poco, estuve fuera de casa por vacaciones y no me dejaron llevar el pc y como saben escribir en el móvil por mucho tiempo no es lo mas fácil ni lo mas cómodo por lo que no pude avanzar mucho en nada, pero bueno aquí estoy.

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La tranquila tarde en Casita resonaba con el sonido familiar de utensilios de cocina y la melodiosa voz de Mirabel tarareando mientras ordenaba los platos, Isabela se encontraba en la cocina, con una determinación decidida en los ojos.

Ese día había decidido practicar sus habilidades culinarias, ya que su madre, Julieta, merecía un descanso de vez en cuando e Isabela sabia que su madre tenia mas que suficiente trabajo durante el día.

Mirabel, alegre y siempre dispuesta a ayudar, se encontraba ocupada con las tareas del hogar. Isabela la observaba con una sonrisa mientras cortaba cuidadosamente los ingredientes para la cena, le encantaba la sensación de normalidad y calidez que llenaban Casita, era como si hasta la casa mágica se llenara de calidez cada vez que Mirabel estaba en casa, era eso o que ella de verdad estaba siendo afectada por Mirabel de alguna manera.

Sin embargo, había algo en Mirabel que siempre atraía la atención de Isabela de manera involuntaria. La forma en que tarareaba, la gracia con la que movía sus manos al limpiar, todo en ella parecía brillar con una luz especial. Isabela se distraía fácilmente lo cual era malo y siempre a causa de esa distracción ella o acababa llenando de flores lugares que no se suponía que debía haber flores o acababa chocando con la gente por encanto, si definitivamente ella debía mejorar en eso incluso se parecía a su padre en lo torpe que podía llegar a ser.

"Realmente debería concentrarme en esto" se dijo a sí misma mientras continuaba cortando los ingredientes para la cena, pero, a pesar de sus mejores intenciones, sus pensamientos seguían divagando hacia Mirabel.

En la sala de estar, Camilo y Dolores, observaban la situación con diversión desde la distancia, sus risas resonaban en el aire mientras observaban cómo Isabela se volvía cada vez más torpe en sus acciones.

"Seguro de que acaba quemando la cena" Camilo no podía contener la risa al ver lo torpe y distraída que estaba Isabela.

"Realmente no puede tener una sonrisa más boba en su cara" Dolores negó con la cabeza resignada a ver a la siempre tranquila y centrada Isabela distraerse de tal manera.

"Debe ser duro enamorarse de alguien que brilla tanto como Mirabel" Camilo sonreía mientras comía.

"Lo peor es que Mirabel no parece darse cuenta de lo torpe que se vuelve Isabela cuando está cerca de ella" Camilo asintió y se puso a reír ocasionando que Isabela los mirara con una expresión nada divertida.

"¡Chicos, dejen de burlarse! estoy intentando ser útil aquí" Isabela les brindo una mirada mortal a sus primos que no surtió efecto alguno.

Sin embargo, las risas continuaron mientras Isabela se esforzaba por mantenerse concentrada, sus poderes, usualmente controlados, parecían tener su propia agenda en ese momento. Pequeños brotes de flores aparecían en lugares inesperados, y en su distracción, se tropezó con una silla que Camilo había movido sutilmente.

"Ay, ¿quién puso esa silla ahí?" exclamó Isabela, mirando a sus primos con una mezcla de diversión y ligera exasperación.

Camilo y Dolores intercambiaron miradas traviesas y continuaron riendo, parecía que, al enamorarse de Mirabel, Isabela también había adquirido una torpeza adicional que proporcionaba entretenimiento constante para su familia.

"Par de tontos..." Isabela decidido volver a intentar concentrarse en cortar lo que le quedaba de verduras, pero parecía una tarea titánica ya que podía escuchar la voz alegre de Mirabel cerca de ella.

Mientras tanto, Mirabel continuaba con sus tareas, ajena a las risas y distracciones en la cocina, tarareaba su canción favorita, sumida en la alegría de la rutina diaria, sin embargo, su atención se agudizó cuando escuchó un pequeño gemido proveniente de Isabela.

Isabela, en un descuido con el cuchillo, se había cortado el dedo. Aunque era un corte pequeño, el gemido involuntario atrajo la atención de Mirabel de inmediato la cual abandonó lo que estaba haciendo y corrió junto a Isabela, preocupada.

"Isabela, ¿estás bien?" Mirabel buscó rápidamente algo para detener el sangrado, Isabela, se sorprendió de Mirabel la velocidad de reacción de Mirabel, pero pronto una sonrisa la invadió.

"Estoy bien, Mirabel, de verdad. Solo un pequeño corte. No tienes que preocuparte tanto" Mirabel, sin embargo, no parecía convencida, Mirabel sabía que cualquier herida, por pequeña que fuera, podía ser molesta, buscó en sus bolsillos en busca de una bandita, algo que siempre solía llevar consigo, considerando que a menudo se pinchaba mientras cosía o bordaba.

Para su sorpresa, no encontró ninguna. Mirabel frunció el ceño, desconcertada, ya que era raro que no tuviera al menos una bandita consigo, entonces recordó la última vez que las había usado y se río internamente al recordar que había usado la última para cubrir un pequeño rasguño que se hizo mientras ayudaba a reparar una cortina en la sala.

Mirabel, sin perder tiempo, tomó el dedo de Isabela y lo llevó a sus labios, Isabela, sorprendida por la acción, sintió un rubor caluroso en sus mejillas.

"Mira, es solo un corte. No es nada serio", intentó decir Isabela, tratando de restar importancia a la situación, pero Mirabel negó y murmuro suavemente.

"Pero estas sangrando, Isa, no me gusta ver que mi novia esté herida" Isabela, evitando la mirada intensa de Mirabel, asintió.

"Lo sé, Mirabel, gracias por preocuparte, pero en serio, no es nada." Trataba de mantener la calma, pero la cercanía de Mirabel y la suavidad de sus labios en su dedo la estaban haciendo sentir extraña, casi mareada y sus poderes de seguro estaban haciendo florecer toda la cocina, finalmente Mirabel soltó suavemente el dedo de Isabela de sus labios y le ofreció una sonrisa tierna.

"Lo siento, no tengo ninguna bandita. ¿Estás segura de que estás bien?" Isabela, aún sonrojada y tratando de calmar las mariposas revoloteando en su estómago.

"No te preocupes, está bien, gracias por intentar ayudar Mira" Mirabel le dio un rápido beso en el dedo herido de Isabela, causando que Isabela sintiera un cosquilleo en todo su cuerpo.

"Por favor, ten más cuidado, Isa", dijo Mirabel con sinceridad antes de alejarse para realizar alguna otra tarea.

Isabela se quedó en la cocina, sintiendo cómo su corazón latía con fuerza, miró hacia la puerta por donde Mirabel se había ido y suspiró profundamente mientras una sonrisa se formaba en su rostro, la cercanía y la atención de Mirabel siempre la hacían sentir de manera tan especial.

"¿Ven? Incluso cortarse es romántico en esta casa", dijo Camilo en tono burlón.

"Creo que necesitamos un doctor Isabela parece que está a punto de desmayarse aquí en la cocina" Dolores no podía contener la risa.

"Olvida eso necesitamos un jardinero que corte todo el jardín que ahora es la cocina gracias a Isabela" Camilo se reía viendo la cocina llena de flores.

Isabela no era capaz de responder y solo se cubrió la cara que hizo que sus primos se rieran mas si era posible.

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No mentiré, no se como es que pude escribir algo tan romántico de algo tan simple como cortarse, pero encontré la idea divertida y bueno salio esto, en fin un saludo.


One shots IsamiraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora