Capitulo 11

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El aire vibraba con la energía de la batalla mientras Majin Buu se enfrentaba a Moro con una determinación feroz. El cielo, hasta ese momento sereno, de repente se oscureció, arrebatando la atención de todos los presentes. Jaco, confundido, pensó que la noche había caído de manera súbita, pero Goku, Vegeta y Ginny, agudizando sus sentidos, se sobresaltaron al comprender la verdad: alguien estaba utilizando las esferas del dragón.

La oscuridad que se cernía sobre ellos no era natural; era el preludio de una fuerza maligna que se manifestaba en ese momento crucial. Los corazones de los guerreros se aceleraron mientras trataban de discernir quién o qué estaba convocando las esferas del dragón en ese momento de crisis.

Goku, con su instinto siempre alerta, sintió un escalofrío recorrer su espalda. Vegeta, con el ceño fruncido, se preparó para lo peor, consciente de que cualquier deseo concedido por las esferas del dragón en ese momento podría cambiar el curso de la batalla y el destino del universo.

—El amigo de Moro— Dijo Goku preocupado —El debió invocarlo

—Oh no, el anciano y los demás!— Musitó Vegeta —No siento su ki

—Ginny, Vegeta, vayamos hacía allá— Pidió Goku —No podemos dejar que pida ningún deseo

Ambos asintieron y volaron hacia donde se encontraba un pequeño destello de luz.

En otra parte del planeta, un hombre sombrío, rodeado de la penumbra que lo envolvía como un manto de tinieblas, se alzaba frente al majestuoso Dragón Porunga. A su alrededor, yacían numerosos namekianos. Algunos estaban gravemente heridos, mientras que otros lamentablemente yacían sin vida sobre el suelo.

El hombre, con una expresión imperturbable en su rostro, dirigía su atención al imponente dragón con una mezcla de ambición y desdén. A su lado, un pequeño niño namekiano, con un casco en la cabeza que brillaba con un fulgor oscuro, permanecía sometido a la voluntad del hombre, obligado a servir como traductor de los deseos al idioma de ese planeta.

El hombre, con una voz que resonaba con autoridad y arrogancia, comenzó a pronunciar sus deseos al Dragón Porunga, el destino del universo pendía de un hilo frágil en ese momento de oscuridad y desesperación.

Goku, Ginny y Vegeta no lograron escuchar el primer deseo. Moro al parecer, tenía un trato con el hombre sobre los deseos, 2 deseos para Moro y un deseo para el hombre, en ese momento, Moro se comunicó con el hombre para recordarle los deseos. El sujeto miró a Porunga y habló.

—Devuélvele a Moro todo su poder mágico— Pidió y al instante fue traducido por el pequeño niño

—Tu segundo deseo fue concedido— Respondió el dragón

La energía oscura y corrupta se concentró en torno a las esferas del dragón, y en un instante, el ki de Moro comenzó a elevarse, emanando un poder abrumador que estremeció a todos los presentes.

Los patrulleros galácticos, junto con Majin Buu, sintieron el poder maligno envolviéndolos, llenándolos de temor y aprensión. Incluso Goku, Vegeta y Ginny, que se dirigían volando hacia la escena, sintieron la intensidad del ki de Moro, como una sombra oscura que se cernía sobre ellos. En ese instante Moro desapareció.

—¡Maldición!— Gritó Merus

Moro volaba a toda velocidad hacia donde se encontraba el dragón, pasando por arriba de los tres saiyajines que cayeron al piso sin entender lo que acababa de suceder.

—Que ha sido eso?— Se quejó Vegeta sobándose la cabeza

Los tres elevaron la vista, viendo a lo lejos el resplandor que emanaba el gran dragón y como Moro se acercaba rápidamente. Los tres muy preocupados, retomaron el vuelo con más velocidad. Lamentablemente, para cuando llegaron, Moro ya había pedido el tercer deseo, también observaron con horror los cuerpos de todos los namekianos sin vida, entre ellos también se encontraba el secuaz de Moro. Al instante, el dragón desapareció y las esferas se dispersaron por todo el planeta.

—Llegamos tarde— Dijo Ginny con desesperación

—Miserable— Habló Goku enojado—Los mataste a todos, me las pagaras

—Oye, para el carro muchacho, el que ha matado a todos es este de acá— Respondió Moro señalando al hombre que yacía muerto en el suelo

—Y has matado a tu propio aliado?— Volvió a preguntar Goku —Eres de lo peor

—Oye tu, cual ha sido tu deseo?— Preguntó Vegeta de forma amenazadora

—Creo que ya deben saber cuál fue mi primer deseo, no?

—Recuperar toda tu magia— Respondió Vegeta

—Exacto, pero ese no ha sido el único

—Que más has pedido? Responde imbecil— Amenazo Ginny

—Lo sabrán dentro de muy poco— En ese momento apareció la nave de la patrulla galáctica donde venían Merus, Jaco, Irico y Majin Bui —El Gran Kaio Shin y sus compañeros también han venido hasta acá?— Preguntó Moro irritado —No tengo ninguna necesidad de luchar contra ustedes, adiós

Y desaprecio dejando a los tres presentes totalmente desorientados buscando algún rastro de su enemigo.

—Goku, Vegeta, Ginmy, dónde está Moro?— Preguntó Merus mientras bajaba de la nave y corría hacia ellos

—Ha desaparecido— Dijo Goku

—Aún está aquí, ha recuperado su poder mágico pero es diferente a la fuerza pura, por esa razón intentará devorar este planeta entero

Todos se exaltaron al escuchar eso, Majin Buu se acercó al pequeño niño namekiano y lo curó logrando que abra los ojos y se levante del suelo. Al instante Goku y Vegeta lo reconocieron. Era el pequeño que los había curado cuando fueron derrotados por Moro días atrás. El pequeño se acercó feliz a abrazar a Goku que lo recibió con una sonrisa.

De pronto todo el planeta comenzó a temblar de manera exagerada.

—E-el planeta está temblando— Dijo Merus bastante sorprendido —¿Que pasa?

—Es Moro!— Gritó Ginny —Va a absorber el planeta por completo

El temblor del planeta era una señal clara de que Moro no estaba dispuesto a perder ni un segundo de tiempo.

Majin Buu, se acercó a Vegeta y Goku, extendiendo su mano para devolverles toda su energía. Antes de que pudieran expresar su gratitud, una transformación sorprendente tuvo lugar. Majin Buu, se transformó ante sus ojos, revelando la presencia del Gran Kaio Shin.

—Es un placer conocerlos a todos— Saludó —Hasta que Moro sea derrotado, me intercambiaré con Buu

—Gran Kaio Shin, es usted?— Preguntó Merus sorprendido

—Aún estamos a tiempo, pero tenemos que enfrentarnos a él antes de que devore el planeta

—Tiene sentido, hagámoslo— Habló Goku —Agárrense de mi

Vegeta puso su mano en el hombro izquierdo de Goku y el Gran Kaio Shin en el derecho.

—Yo también iré— Dijo Ginny y puso su mano en el hombro de Vegeta

—Goku, prepararé las cosas necesarias en la nave para unirnos a ustedes— Dijo Merus esta vez —Pero por encima de todo, tengan mucho cuidado con su magia

—Entendido— Finalizó Goku y junto con los dos saiyajin y el Kaio se teletransportaron

—Confío en que pueden lograrlo, Goku, Vegeta, Gran Kaio Shin......Ginny— Susurró Merus

Patrullero Galáctico Donde viven las historias. Descúbrelo ahora