Patrullero Galáctico

Capitulo 5

Estuve unos minutos más hablando con Merus donde le contaba acerca de mis estudios, de la corporación cápsula. Le conté sobre el proyecto de ciencias que debía presentar como nota final en dos semanas, esa sería mi nota final para terminar la preparatoria, estaba feliz de poder terminar por fin.

—Debes presentar algo tecnológico que no sea muy común pero que sea útil para la vida cotidiana?— Preguntó Merus

—Así es, mamá me ofreció cosas de la corporación cápsula pero son cosas que la mayoría ya conoce, autos, naves, y esas cosas— Respondí —Pensé en el radar del dragón pero solo nosotros conocemos las esferas del dragón

—Quizás podría ayudarte, me dices que la persona encargada del artefacto que presentes debe ir ese día— Asentí —Podría pedir el día libre

—En el caso de que me ayudes ¿que artefacto presentaría? Mi mamá y mi abuelo son de los científicos más conocidos que existen, esperarán mucho de mi

—Podrías presentar nuestras pistolas paralizantes, no son peligrosas ya que no causan la muerte ni ninguna herida, pero duermen por un largo tiempo a quien recibe el disparo

—Eso es cierto!— Merus sonrió —Gracias por la ayuda Merus, entonces ese día te estaré esperando en la corporación cápsula para que vayas a la preparatoria conmigo, mamá estará muy feliz

Merus comenzó a hablarme sobre su trabajo en la patrulla galáctica, yo escuchaba atentamente hasta que fijé mi vista en la ventana de la nave frunciendo el ceño, algo en el lugar me llamaba la atención, Merus lo notó.

—¿Sucede algo?— Preguntó pero no respondí

—Oye Goku— El volteó a verme —Este lugar no te resulta familiar?

El se quedó pensando un rato hasta que abrió los ojos sorprendido.

—Es cierto!— Habló rápidamente —Yo he estado por esta zona antes

—¿Que?— Preguntó papá —¿Cuando? ¿Yque hay por allí?

—Fue cuando fui a ver a Dende

—¿A Dende? ¿Entonces se trata del planeta a donde se fueron los namekianos?

—¡Creí que esa taza había sido aniquilada con la explosión de namek!— Dijo Jaco

—No, logramos salvar a todos

—Pero para protegerlos nadie debía saber en donde estaban viviendo— Agregué

—¿Y tu como sabes todo eso si aún no habías nacido?— Preguntó papá intrigado

—Me lo contó mamá

—Escuché que esos sujetos de namek tienen unas esferas que conceden deseos— Todos volteamos a ver a los hermanos Macareni que estaban enjaulados detrás nuestro

—¡Oye! ¿como sabes de las esferas del dragón? habla ya— Protestó Jaco

—Cuando estaban en la presión galáctica, uno de mis colegas prisioneros era del ejército de freezer, el me contó algunas cosas— Contestó el mayor de estos ladrones

—Las sabandijas del ejército de freezer siguen causando problemas— Dijo papá

El tipo nos contó sobre ese secuaz de freezer y sobre todo lo que tenía planeado hacer.

—¿Eso significa que Moro está buscando las esferas del dragón de namek?— Preguntó papá

—Hay probabilidad de que así sea— Contesté a su pregunta

Jaco se enojó con los prisioneros porque dijo que liberaría al resto de prisioneros de la prisión galáctica entonces los encerró. Todos estábamos pensando preocupados, si ese tal Moro recupera su magias estamos perdidos, ojalá Whis pueda convencer a Bills de que haga algo al respecto, pensé mientras miraba a Merus.

Esperen....... Whis....Merus.....

Abrí los ojos muy sorprendida.

Será que...? No, no lo creo. Pero...es igual. Entonces si mis sospechas son ciertas.......

—Merus ven aquí ahora— Le hablé firme interrumpiéndolo de su conversación con Jaco

Él volteó a verme intrigado, caminé hacía el y lo tomé del brazo.

—Necesito que vayamos a un lugar privado para hablar, ahora, llévame a uno

El se quedó unos segundos en silencio pero asintió y comenzó a caminar, lo seguí ignorando las protestas de Jaco y de papá. Fuimos por un pasillo y nos detuvimos en una parte donde estaba completamente vacío.

—¿Que sucede, de que quieres hablar?— Preguntó

—Recuerdas que te dije que te veía parecido a alguien pero no recordaba a quien?

El asintió.

—Estaba pensando en Bills y Whis— El se tensó por un segundo —Y me acordé del Gran Sacerdote

Merus abrió los ojos sorprendido.

—Hace rato demostraste que no eres un simple patrullero ordinario, acaso eres un Ángel?