Capitulo 18

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Había pasado tiempo y Ginny ya no sabía qué hacer con su vida. Incluso el entrenamiento la aburría; si Vegeta escuchara eso, probablemente le daría un infarto. Bulma estaba concentrada en Bra, Trunks se dedicaba a molestara cada vez que podía, Gohan había vuelto von Videl por suerte, Piccolo prefería entrenar solo, todo era aburrido. Aunque esa misma semana había sucedido algo interesante: había conocido a un chico. Ese día, debía ir a inscribirse en la universidad y Bulma no le había permitido ir volando, la obligó a tomar el metro como "una persona normal". La estación estaba llena de gente, pero por suerte, no esperaban el mismo tren que ella.

Al llegar a la estación correcta, encontró que no había nadie; todo estaba oscuro y solitario, lo que le parecía ideal. Quizás otra persona habría sentido miedo o habría estado en alerta, pero, ¿qué podría sucederle? Si alguien intentaba robarle, un leve golpe bastaría para mandarlo a volar. Y si aparecía un fantasma o un monstruo... Después de haber visto a Majin Buu, nada podría considerarse monstruoso.

Se quedó sentada con los brazos cruzados, ni siquiera pensar la entretenía. Sin embargo, su tranquilidad se vio interrumpida cuando vio a lo lejos a un hombre acercándose lentamente. No tuvo dudas de que era un ladrón, pero no le importaba y mantuvo su posición, observando con desdén. El hombre se acercaba cada vez más, entonces sintió una mano en su hombro, extrañada levantó la vista y miró hacia su costado. Allí vio a un chico bastante alto, con una mirada fija en el hombre que se acercaba.

El chico bajó su mano y agarró el brazo de Ginny, levantándola del banco.

—¿Qué haces? —preguntó ella, frunciendo el ceño, sin entender del todo la situación.

El chico la miró con seriedad.

—Ese tipo no parece tener buenas intenciones. Quédate detras de mi—dijo, tirando suavemente de su brazo.

Ginny, sorprendida por la intervención, se quedó detrás de el, aunque su curiosidad se despertó. No podía evitar preguntarse quién era ese chico que había decidido protegerla. Al levantar la vista para mirar al ladrón, vio que él ya estaba frente a ellos, con una sonrisa macabra.

—Que quieres?— preguntó el joven sin soltar el brazo de Ginny que estaba detrás de el

—Solo paseaba por aquí— dijo el hombre con una voz espantosa —Y vi a esta hermosa señorita

Ginny frunció el ceño y estaba por protestar pero el chico la interrumpió.

—Esta hermosa señorita es mi novia y si intenta hacerle algo, se arrepentirá— habló el joven claro y seguro

Ginny se quedó inmóvil. Había de escuchar bien? El chico la había llamado novia?

—Ah si? Bueno, que lastima que no volverás a verla jamás— dijo el hombre y en un movimiento metió su mano en su chaqueta y sacó una pistola apuntando al joven.

Pero Ginny ya había anticipado todo, justo cuando el hombre estiró su brazo para apuntar al joven, Ginny actuó de inmediato.

—No lo harás— y le dió una patada en el brazo haciendo que el arma volara

El hombre gruñó enojado y se lanzó sobre el joven, pero este lo derribó. Ginny se acercó a la pistola y la pateo haciéndola caer en las vías del tren. Entonces escucharon los gritos de los policías diciéndoles que se alejaran y les dejaran el hombre a ellos. El chico agarró a Ginny del brazo y comenzó a caminar sacándola de allí. Salieron de la estación sin decir una sola palabra. Al llegar a la ciudad, se detuvieron, y el se volteó a mirarla. Ginny pudo verlo mejor. Era un joven alto, cerca de los dos metros. Cabello rubio y alborotado, musculoso, sus ojos eran de un azul tan bello que jamás había visto. Llevaba puesto ropa deportiva y una pelota de basquetbol en la mano.

—Te encuentras bien?— preguntó con una sonrisa

Ginny por primera vez, después de meses, sintió su corazón acelerarse.

—S-si gracias.....a ti— mintió amable

El joven sonrió.

—Me alegra haber llegado a tiempo para salvarte, aunque tu también me salvaste de que me disparara

Ginny esbozó una sonrisa.

—Me llamo Joe— dijo extendiéndole su mano

—Me llamo Ginny— respondió ella agarrando su mano

—Eres de por aquí?— preguntó él

—Vivo en corporación cápsula y es a donde voy

El se sorprendió.

—Vives en corporación cápsula? Y que hacías en la estación de tren?

—Mi madre quiere que me comporte como una chica normal— respondió Ginny mientras rodaba los ojos

Joe sonrió y asintió comprensivo.

—Entiendo, quieres que pague un taxi?— cuestionó amable

—No es necesario Joe, puedo ir sola

—Estas segura?

—Si— respondió firme

—Bien, pero ten cuidado eh, porque ya no estaré para salvarte— bromeó

Y Ginny rió. Hasta ella misma se sorprendió por eso. El joven se despidió no sin antes intercambiar números de celular. Ginny volvió volando a Corporación Cápsula con una sonrisa, por primera vez en meses había pensado en otra cosa que no fuera Merus.

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