Los recuerdos son de agua, y a veces nos salen por los ojos.

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- ¿Quien toca tanto la puerta a esta hora? Dios mío - Escuché a mi mamá quejándose en la cocina - Catalina... que haces... - Cuándo escuché el nombre, fui corriendo al comedor.
- ¡Tía! - Le dije corriendo a sus brazos.
-  ¡Hola Cande! - Dijo correspondiendo me el abrazo - Pero que grande que estás mi Cande, ¿tu hermano?
- Está allá durmiendo.
- Bueno, muy lindo todo pero yo en mi casa no quiero estos espectáculos, así que si quieren seguir haciendo todo esto, por favor en tu casa Catalina.
- Bueno que mala onda ¿no? soy tu hermana Mirta.
- ¿Te podés ir Catalina? Llévatela a Candela si querés.
- Bueno me voy, gracias por la bienvenida, vamos Cande - Me dijo y las dos nos fuimos a su departamento.
- ¿Quién era? - Dijo mi padrastro después de que nos fuimos.
- Catalina, se fue con Candela - Respondió mi mamá.
- ¿Catalina? ¿La dejaste con Candela? ¿Vos sos pelotuda Mirta?
- Bueno y qué querés que haga Rafael - Le contestó exaltada - Ella tiene derecho de ver a Candela, yo no le puedo decir nada.
- Mira Mirta si a la pendeja o a vos les llega a pasar algo, de lo que ya sabemos, yo no voy a hacerme cargo ¿me escuchaste?
- Lo de Catalina y Candela es tema mío Rafael, en eso te pido que no te metas.
- Tema tuyo pero yo me tuve que fumar a esa pendeja todos estos años.
- Catalina no se puede enterar de lo que le hacemos a Candela, nos puede pasar cualquier cosa.
- Mira, Catalina es su tía, no tiene ningún derecho ya sobre ella.

(...)

- ¿Que pasó tía? - Le pregunté apenas entramos al departamento, ella se había quedado cómo en shock, cómo si estuviese nostálgica y triste.
- No, no nada amor, pasa que, esta casa me trae muchos recuerdos, por eso.
- ¿Recuerdos de que?
- Nada, recuerdos de cuándo estaba casada, cuándo soñaba con una familia, muchas cosas.
- Tía, ¿vos nunca quisiste tener hijos? - Al parecer le tomó por sorpresa la pregunta.
- ¿Que? No, no Cande. ¿Mejor hablemos de otra cosa querés? ¿Que te parece si hacemos unas pizzas? - Me dijo evitando el otro tema.
- Si tía, lo que hagas me va a gustar.
- Ay Cande, me acuerdo tanto de cuándo eras chiquita, de cuándo eras un bebé, y de repente tenés quince años, no sabes lo que te extrañé.
- Yo también te extrañé en montón, pero ya crecí y hay un montón de cosas que cambiaron.
- ¡Me tenés que contar de ese chico que me hablaste el otro día!
- Ay, si, el uruguayo.
- ¿El uruguayo? que raro ese nombre.
- No, se llama Danilo - Le dije riendo-Danilo Sánchez
- ¿Sánchez? - Me dijo poniéndose seria.
- Si, Sánchez ¿por?
- No, no por nada. ¿Y son novios ya?
- Novios, novios, todavía no, somos amigos pero con nuestros derechos - Ella se volvió a quedar callada pero estaba vez sonriéndome.
- ¿Estás bien tía?
- Si, si, perdón por colgarme, es que me pone nostálgica saber cuánto creciste, y que me estés hablando de un amor, eso Cande, nada más.

(...)

Danilo Sánchez

- ¿Danilo esto es una joda? - Me dijo el entrenador entrando al vestidor.
- ¿Que cosa? - Le pregunté.
- ¿Papá cochi? ¿Que esto Danilo? Por dios, no me podés traer esto así.
- Y pero es lo que usted me pidió, la firma de mis viejos.
- Si Danilo pero no lo podés traer así, lo tenés que traer en un papel más presentable.
- Bueno pero no puedo, mis viejos están todo el día ocupados, ya le dije, yo estoy con mi abuela.
- Bueno, entonces que venga a hablar tu abuela, pero necesito hablar con alguien de tu familia Danilo.
- No puede, no puede caminar ella, no tengo quién venga.
- Bueno Danilo, la hacemos sencilla, no hay firma, no hay final, te podés ir.
- ¿Me estás cargando? - Le dije.
- No, te estoy hablando muy enserio.
- Igual ni quería estar en este equipo de mierda - Le dije para después sacarme la remera del club y tirarla, agarré mi mochila y me fui para mi casa.

(...)

Candela Olivera

Había pasado una tarde re linda con mi tía, hace una banda que no la veía y extrañaba un montón sus abrazos, cómo cocinaba o cómo me trataba. Pero la notaba media rara, es cómo si se acordaba cosas del pasado y se le borraba su sonrisa de la cara. Hasta donde yo se, ella tiene la vida perfecta, pero nunca supe antes de eso, de su esposo, o de si capaz tuvo algún embarazo, pero ella nunca quería hablar de esas cosas.
Cuándo me estaba yendo de lo de mi tía a mi casa, me crucé al uruguayo entrando a su casa.

- ¡Uruguayo! - Le dije y empecé a correr a dónde estaba el.
- Hola - Me dijo en seco.
- ¿De dónde venís?
- Y de Liniers, de dónde voy a venir.
- Bueno, te estoy preguntando nomás. ¿Querés que merendemos juntos? - Le dije sonriendo.
- No tengo nada para comer.
- Bueno, no pasa nada uru, pero podemos pasar la tarde juntos.
- Bueno que se yo, pasa si querés - Me respondió y pudo abrir la puerta de su casa, y los dos entramos.
- ¿Te pasa algo?
- No, nada.
- Bueno, em, contame lo que hiciste hoy entonces.
- No tengo ganas - Dijo agarrando un vaso de agua.
- Bueno, yo si tengo algo que contarte. Hoy, vino mi tía desde Capital y hici - No pude terminar de decir la oración que el uruguayo me interrumpió.
- ¿Por qué siempre todo se tiene que tratar de vos Candela?
- ¿Que decís? - Le respondí mientras se me borraba la sonrisa de la cara.
- Lo que escuchaste flaca, siempre todo se trata de vos, que hiciste esto que hiciste lo otro, no tengo ganas de escucharte por si no te diste cuenta.
- Yo no te hice nada para que me trates así Danilo, si tenés problemas aprende a arreglarlos sin meter a los demás - Le respondí enojada.
- Pero siempre que vos tenés un problema yo tengo que estar atrás tuyo - Ese comentario si que me dolió - ¿Porque no te vas a tu casa? No tengo ganas de aguantarte.
- ¿Sabes que? Mátate uruguayo - Dije y me fui, pegué un portazo fuerte y empecé a caminar mientras se me salían lágrimas de impotencia, no entendía porque el uruguayo me había tratado así, si ayer estábamos lo más bien.

(...)

Danilo Sánchez

Cuándo Candela se fue me había dado cuenta que la había cagado, y que no tenía porque tratarla así, ella no tenía culpa de las giladas que me pasaban, pero cuándo estoy enojado no puedo evitar ser así con la gente.

- ¿Está el cochi? - Dije tocando la puerta, me abrió Anabella.
- Si uruguayo, pasa - Me respondió.
- Pero mira a quien tenemos acá, al uruguayo, ¿que haces por acá? - Respondió el cochi.
- El entrenador se dió cuenta que esto es trucho, quiere que vayan a hablar mis viejos.
- Naah, ya es un montón uruguayo, yo te firmo lo que quieras, pero eso ya no, busca a otra persona.
- Por favor cochi, ¿cómo querés que haga si no?
- No se uruguayo, nosotros ya te ayudamos bastante, andate que tenemos que seguir haciendo nuestras cosas nene.
- ¿Puedo ir a agarrar algo para comer?
- Si anda rápido uruguayo - Me dijo el cochi y yo me fuí a dónde estaba la mesa, al lado de la comida había un paquete de cigarrillos, supuestamente esa mierda te sacaba el estrés, así que agarré el paquete, pero cuándo me estaba por ir, encontré una carpeta que decía "Martin Olivera", el papá de Candela, así que lo intenté abrir.
- Ey ey uruguayo ¿que hace'? Ya agarraste comida, andate a tu casa, dale.
- Perdón cochi, ya me voy.

Cuando salí prendí el cigarrillo y me lo fume sentado en la vereda, fume unos pares más, mientras pensaba en esa carpeta, en Candela, en Liniers, y en toda esa mierda.

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Holaaa, bueno perdón por no actualizar es que estos días estuve muy enferma y no tenía muchas ganas de escribir 😭, así que acá les traigo el cap que espero que les guste. Cómo pueden leer ya se está poniendo lo bueno 🕴️

Gracias por leer, podés votar, seguirme y comentar si te gustó el fanfic 💞

𝐒𝐎𝐋𝐎 𝐏𝐎𝐑 𝐕𝐎𝐒  | Danilo Sánchez Donde viven las historias. Descúbrelo ahora