𝐒𝐎𝐋𝐎 𝐏𝐎𝐑 𝐕𝐎𝐒 | Danilo Sánchez

sueño contigo cada noche, espero no despertar está vez

Danilo Sánchez

Pasó un mes desde que me llevaron en cana por lo que había pasado en el hospital, en ningún momento me dejaron declarar en contra de la vieja de Candela para poder decir lo que ella hizo. No sabía nada de ella, si seguía en apache, si se había ido, no sabía nada, me estaba volviendo loco.

- Sánchez, tenés una visita - Me dijo un policía.
- ¿Carlos? - Pregunté, tenía al menos un poco de fé de que todavía se acordaba de mi.
- No, una tal Catalina.
- No quiero verla.
- Bueno, las visitas son obligatorias Sánchez. Pase señora - Catalina entró.
- ¿Que hace' acá? ¿Que quere'?  - Le pregunté enojado.
- No me subas el tono que soy la única persona que te viene a ver pibe.
- Si, pero vo' me mandaste en cana. ¿Y Candela?
- De eso te vine a hablar, a Candela ya le dieron el alta.
- ¿Qué? ¿Enserio? - Mi cara no lo mostraba pero por dentro estaba contento.
- Si, tuve que cambiar los pasajes para irnos, pero pasado mañana ya sale el micro, y va a ser nuestra última vez acá.
- Me quiero despedir de Cande.
- No, no te quiero cerca de ella, ya te lo dije, no la vas a ver nunca más en tu vida uruguayo.
- Al final sos una turra, Candela que hablaba re bien de vos, y terminaste siendo peor que la otra vieja.
- Podés decir lo que quieras, pero ya te dije, no la ves más, nos vemos.

Catalina se fue y yo me la quedé viendo con una cara de asco, mientras pateaba la pared, tenía que hacer algo, no podía dejar de pelear por candela, no podía.

Candela Olivera.

- ¿Ya hiciste el bolso? - Dijo mi mamá entrando a la casa.
- No, estaba doblando la ropa recién. ¿A dónde te fuiste?
- A pedirle unas cosas a Sandra para llevarnos al micro el jueves.
- ¿Estás bien? Estás re cortada ma.
- Si Cande si, vos hace el bolso que yo voy a dormir un rato, me duele la cabeza.

Mi vieja estaba re rara, pero ella dijo que le dolía la cabeza, así que tampoco le di mucha bola.
Desde que pasó lo que pasó, nunca más tocamos el tema, tenía que olvidarme de Danilo para volver a empezar mi vida, mi vieja me había conseguido una vacante en una escuela privada de medicina, tenía todo para volver a rearmar mi futuro, aunque el seguía en mi corazón, ninguno de los dos sabía del otro.

(...)

Danilo Sánchez

La cana en la que estaba era una porquería, se escuchaba todo y estábamos todos apretados en diferentes celdas, pero por lo menos comía algo.

- Sánchez - Escuché que me dijo un policía.
- ¿Qué? - Pregunté.
- Te toca limpiar el patio, dale, raja - Me abrió la celda para que salga.
- ¿Otra vez yo? Pero limpié la semana pasada - Me quejé.
- Sánchez esto es una cárcel no un colegio, no sé si te acordás, así que anda y hace lo que te pido.

Le hice la fulminante con la mirada, agarré la escoba y fui hasta el patio, pero en vez de verlo como algo malo, lo ví como una oportunidad.
Todos los policías estaban distraídos con un nuevo wacho que había entrado hoy, haciéndole pregunta y todas esas cosas que hacen, y cómo dije esa cárcel es una porquería y la seguridad también. Tenía una sola oportunidad.
Saqué un encendedor que tenía para fumar en mi bolsillo, y agarré una botella de alcohol que había en el costado de la puerta, la tiré toda arriba de un auto, y sin pensarlo dos veces los prendí fuego haciendo que todos reaccionen y corran a intentar apagarlo, y cómo era de esperar, me pude escapar.

- ¡Se está escapando Sanchez! - Gritaba la gorra y yo nomás corría, agarré una bici que encontré en frente del kiosco que estaba al lado y empecé a andar con un objetivo claro en mi mente, Candela.

Candela Olivera

Mientras estaba terminado de hacer mi valija fui a ver a mi vieja, estaba re dormida. Mientras la veía pensaba que mi vida estaba a punto de cambiar, y para bien, pero tenía ese mal gusto en la boca, de que no era lo mejor alejarme de Danilo.

Alguien interrumpió en la puerta.

- ¿DANILO? - Grité.
- ¡Shh! - No grites, no me puede ver nadie Candela - Me dijo, pero no le di bola y fui corriendo a sus brazos, y nos unimos en el abrazo más sincero que nunca me habían dado.
- Te extrañé un montón Danilo - Le dije mirándolo a la cara pero sin separarnos del abrazo.
- Yo también te extrañé wacha, pero no puedo estar acá, me está persiguiendo la cana - Se notaba lo arruinado que estaba cada vez que hablaba.
- ¿Que decís? ¿A dónde te vas a ir Danilo?
- No importa eso, no importa Cande. ¿Cuándo te vas de apache?
- El jueves, a las cinco de la tarde - Le respondí.
- Bueno, a esa hora voy a volver a buscarte, por favor espérame, me tengo que ir - Hablaba con una rapidez nerviosa.
- Para Danilo, no te estoy entiendo nada - Le respondí desesperada.
- Cande, vos nomás hace lo que yo te digo, no te desesperes, el jueves yo voy a venir a buscarte, pero ahora me tengo que ir.
- ¿Me juras que vas a volver?
- Sueño con vos todas las noches, no te voy a fallar, confía en mi.
- Te amo - Le dije para darle un último abrazo.
- Y-yo también Cande - Me dijo y se fue, dejándome un beso en la frente.

Me quedé mirando a la puerta analizando lo que había pasado, no podía creer que el seguía haciendo cosas para que estemos juntos, que el se preocupaba de verdad por mi, y que lo nuestro ya no era un amor de nenes, era algo de verdad, éramos Danilo y yo, todo lo que él hacía lo hacía solo por mi, y yo todo solo por el.

(...)

- ¿Que hora es Cande? Se ve que dormí bastante.
- Las seis - Le respondí a mi mamá.
- Ah, no es tanto. Escúchame ¿quien vino hoy que te escuchaba hablar con alguien?
- Em, Sandra, me preguntó si le podía devolver un envase que me había prestado - Le dije nerviosa.
- ¿Estas segura Cande? - Me dijo mirándome fijo a los ojos.
- Si ma, posta te digo.
- Cande, mira que vos y yo ahora vamos a vivir juntas, y no puede haber secretos entre nosotras ¿sabes?
- S-si, ma, obvio que no hay secretos.

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Lastimosamente, se está acercando el final del fanfic, perdón si ya no es lo mismo que antes, es que estoy muy ocupada con cosas personales pero siempre metiéndole ganas porque prometí terminar este fanfic, y así va a ser, muchas gracias por todo el apoyo que me dan, lxs amo 💞