Capítulo 06: Mi esposo y mi ex novio

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Cuando Ziven, avisó que el profesor, estaba por llegar, lo acompañé a recibirlo como toda una madre responsable, lo que no me esperaba era que el profesor fuera tan guapo 1.90, rubio con ojos claros, facciones definidas, cuerpo trabajado y con voz de albañil de montaña 

<<Gracias Dios por poner bombones en mi camino>>

— Buenas tardes, profesor —saludo Ziven con una expresión neutra y estrechando su mano—. Está es la señora Kuznetsov —me presento al ver la mirada del hombre sobre mi 

— Buenas tardes, señor Ziven... Señora Kuznetsov. Es un placer conocerla... —tomó mi muñeca con suavidad y la beso 

— Buenas tardes. El gusto es mío, profesor —exprese, apartando mi mano—. Ziven... lleva al profesor a la habitación de Mikhail —pedí amable, pero, creo que para el, sonó como una orden 

— De inmediato señora. Acompañarme, profesor —indico el guarura cuando empezó a caminar y el profesor fue tras de él. El hombre volteo unas cuantas veces en mi dirección antes de desaparecer por los pasillos 

<<¡Soy papa casada, soy papa casada!>>

Y vaya que estoy casada. Mi esposo es un bombón tallado por los dioses griegos y tengo la fe de que su verga esté tallada por el diablo. No sé en qué momento empecé a ser una mujer con tanto autocontrol, puede ser porque estoy en una misión, pero eso nunca me ha detenido para cojerme a un hombre digno... Puede ser porque sea el primer sujeto en la lista de búsqueda, pero eso no tiene relevancia, es guapísimo, solo sus dedos provocaron que me excitara más que cuando torturo, no me imagino lo que pueda llegar a pasar si la pone dentro de mi 

— ¡Por Dios, Evangeline! —grite en un susurro para mí misma—. ¡¿En qué mierda estás pensando?! 

Fui a la cocina dispuesta a comer alguna fruta o algo que me hiciera espabilar, pero, caí en la conclusión de que lo mejor sería, recorrer la mansión para ubicar cada rincón de la residencia 

— ¡Mikhail! —llame mientras entraba a su habitación, ya que, el profesor ya se había marchado—. Chiquito, vamos a cambiarnos para salir —avise mientras él, corría hacia mi

— ¿Vamos a comprar ropa, mami? —cuestiono mientras caminábamos a su closet

— Tu papi dijo que estaba bien, así que, iremos de compras. Podemos escoger marrones y rojos, el último lo escoges tú, ¿de acuerdo? 

—¡Sí! —accedió feliz mientras daba saltitos a mi alrededor—. Ya se te usar —dijo corriendo a su closet—. ¡Mami, sierra los ojitos! —con una sonrisa obedecí a lo que dijo el pequeño, sentada en su cama 

— ¡Ojos cerrados! —avise mientras escuchaba sus piecitos venir hacia mi nuevamente. Unos minutos después, sentí a alguien frente a mi

—¡Abelos, mami! —ordenó riendo. Al abrir los ojos me fijé en la ropa que llevaba puesta y juro que no me equivoqué al decir que es la versión pequeña del gorila con traje—. ¿Te gusta mami? 

El pequeño llevaba un traje igual al de su padre, solo que los botones de la camisa estaban mal abotonados y su corbata floja, ya que está estaba atada para que no se soltará

—¡Me encanta! —afirmé con una gran sonrisa—. Ven, te ayudo con los botones —el se acercó a mí, con los brazos extendidos. Con cuidado le acomodé los botones y la corbata—. Solo falta un detalle... —lo deje en medio de la habitación mientras fui a su closet

Mi intención era encontrar un abrigo parecido al de Arsenio, al encontrar uno casi igual, fui por un par de zapatos para terminar de recrear el atuendo y cuando estuvo vestido por completo, juro que si no tuviera cosas que hacer, moriría de la ternura. El pequeño Mikhail, era igual a su padre, solo que menos mafioso y más tierno

La Traición Se Viste De MujerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora