Capítulo 01: agente O'brien

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—¡Demonios! —corro lo más rápido que puedo por las escaleras del edificio intentando dejar atrás a esos bastardos que no dejan de aparecer uno tras otro—. ¡¿Que no saben que los voy a matar?! 

Ya hasta la azotea del lugar miro a todos lados intentando buscar como escapar antes de que los malditos que me persiguen me alcancen

<<¡Los techos!>>

Y tal como en una película de acción, me lanzó sin miedo sobre los diversos techos que están a mi alrededor, detrás de mi escuchó pasos acelerados y varios disparos haciéndome correr aún más rápido para evitarlos. Los malditos no se rinden así que como último recurso con las cuchillas escondidas en mi ropa, decidí asesinarlos uno a uno, en uno de los tantos tejados logró un ángulo perfecto viendo a mis objetivos, con perfecta precisión lanzó uno a uno hasta que el quito de ellos cae al suelo luego de que la cuchilla atravesará su cabeza 

—¡Vaya!... Eso fue sencillo —recuperó el aliento y caminó sobre los tejados con calma—, y algo divertido...

OFICINAS DE LA S.I.N.U.

—Eso fue un desastre, agente O'brien —afirmó el subsecretario quien era responsable de la misión—, pero no debo rebajar sus logros. Buen trabajo, logró traer el paquete a salvó y sin un rasguño, sin embargo sus juegos innecesarios nos cuestan varios millones, esos millones harán que sus horas de trabajo incremente y las misiones se vuelvan más arriesgadas —explicó entre molesto y ¿orgulloso?—, supongo que para usted es más "divertido" de esa manera. Cómo se acordó anteriormente, tiene dos días libres así que puede retirarse a disfrutar sus vacaciones

—Fue un gusto subsecretario. Será la próxima, hasta dentro de dos días... —me despedí dándole la espalda y saliendo de las oficinas en rumbo a mi dulce, dulce hogar 

Fuera de la entrada de mi casa, pude ver una caja rectangular, con sumo cuidado me acerqué a ella y leí la etiqueta que llevaba pegada fuera y decía: "desde Japón"

En ese momento pude sentir mi cuerpo erizarse dándome cuenta que, lo que había dentro de la caja, era mi hermosísima katana, la última de mi colección privada. Tome la caja y entre a la casa, desesperada por sacarla de ese oscuro lograr en dónde su belleza estaba escondida. Acto seguido, empuñaba la katana por el mango acostumbrado mis palmas a la textura que este tenía 

—Esto es impresionante... —dije en voz alta, ya que sabía que había alguien más en la casa—. Puedes salir, solo ten en cuenta que tengo esta belleza en las manos y estoy loca por estrenarla —confesé fascinada por el excelente trabajo de mi herrero—. Si no sales... Yo iré a buscarte... —dije melódicamente— Uno... dos...

Antes de llegar a tres, sentí la corriente de aire cambiar de dirección detrás de mí, de inmediato me agache y escuché cómo el intruso se chocaba contra la pared, me puse de pie con rapidez y decidida a probar el filo de la katana, me aproximé hasta el para reventarle el brazo derecho de un movimiento rápido y limpio, segundos después la sangre empezó a caer manchando la alfombra de piel que papá me regaló cuando regresó de Alaska. Irritada por lo que está pasando, me decida a no matar al intruso hasta sacarle información y posiblemente dejarlo sin extremidades, con un golpe certero en la nuca, lo noquee dejándolo caer de cara al suelo 

—No se que me molesta más... Que hayan enviado a un inútil de mierda a matarme, o el desastre que acaba de hacer este inútil que creyó que podía matarme —un suspiro de frustración salido de mi antes de arrastrar al tipo hasta mi habitación 

Minutos antes de que despertara, lo amordace a cada extremo de la cama—excepto de uno, claro está—, luego de eso le quite lo que llevaba puesto dejándolo desnudo, corte una de sus prendas para amarrarla a su boca, así no gritaría cuando despertara. Con respecto a su herida, detuve la hemorragia y lo vende para luego anestesiar lo que le quedaba del brazo, luego de eso fue a tomar un baño para desestresarme un poco, para cuando salí el tipo ya estaba despierto, viéndome salir del baño con terror y confusión en su rostro 

La Traición Se Viste De MujerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora