Capítulo 07: Eres mía

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— ¿Q-qué haces aquí? —cuestione al ver el rostro de Arsenio frente a mi 

<<Más bien sobre mi, ese hombre es un condenado edificio>>

—Estaba cerca en un restaurante, ví a Ziven en la entrada, así que, supuse que estaban aquí... también los tengo rastreados, no fue problema encontrarlos —explico brevemente—. ¿Terminaron con la ropa? 

— Mikhail está escogiendo lo que le gusta... —informe breve mientras me aclaraba la garganta—. Si fuera posible, me gustaría que te quedaras por unos minutos... por lo menos hasta que el niño te vea —pedí sin verlo a la cara

— Los acompañaré hasta dejarlos en la mansión —no se si estoy loca, pero lo escucho algo molesto—. Eres consciente de que estás en una tienda. Tienes personas que saben de tu apellido desde que pusiste un pie dentro, ¿cuál es el motivo de darle de qué hablar a la gente? —sin entender a qué se refería, lo mire con el entrecejo fruncido

— No sé de qué hablas... —negué con la cabeza mientras sentía su pesada mirada sobre mi

— Las amenazas no son mi estilo, Catherine —tomándome el brazo con fuerza, tapo mi boca y nos metio al mismo probador en donde había estado con Varden—. No quiero volverte a solas con el conductor o con ninguno de los hombres que trabajan para mi, no voy a soportar tu comportamiento inmoral, mucho menos estando Mikhail presente —su mano que aún se encontraba tapando mi boca, fue suavemente bajando hasta mi garganta, enrrollándose en mi cuello—, eres mi esposa. Aunque sea por un mísero contrato. Eres mía... no quiero tener que volver a repetirlo, entendido? 

<<Por todos los cielos, ¿puede este hombre ser más sensual?>> 

— Entendido —aseguré con una sonrisa ladeada, ya que, para mi era imposible no sonreír ante esta escena—. Esto es muy poco inmoral de tu parte... tienes a tu esposa metida en un probador, contra la pared y ahorcada. Es dificil para mi no sentirme algo estimulada... no me queda de otra que satisfacerme con otro hombre

Por un instante pude ver un brillo oscuro en sus ojos, pero supo controlarse, mientras yo gozaba de lo que pasaba y no contuve mi risa cuando el, me miro fijamente negando con la cabeza, me soltó y acomodo su saco

— Tranquilo... no tengo pensado comerte, eres... muy frío... —con eso, mi intención era salir victoriosa del pequeño lugar, pero su voz me detuvo en el umbral de la puerta 

— Haz lo que quieras, mientras no estés frente al niño, poco me importa con quién te acuestes —dijo restando importancia al asunto, pero no podía dejar las cosas así  

— No te preocupes. Mikhail no verá nada... Me asegurare de que solo tu escuches cuando esté cogiendo, cariño —sin darle tiempo a responder salí del pequeño cuadro 

Casi enseguida, Mikhail llegó hasta mí, me mostró lo que había escogido 

{...}

— ¿Me mandó a llamar, señora? —cuestionó el profesor de inglés de Mikhail

— Si, así es. ¿Podría acompañarme a la biblioteca? —él asintió seguro y enseguida empezamos el recorrido

Son exactamente las ocho treinta de la noche, debo aceptar que me costo retener al hombre en la mansión luego de su clase con Mikhail, pero, necesito provocar a Arsenio y hacer que la rabia lo coma por dentro. Desde lo que paso ayer en la tienda, no he dejado de darle vueltas al asunto y no es algo tan grave como para hacer algo al respeto, pero me puse a analizar la situación y, llegue a la conclusión de que; al poner celoso a godzilla, sería comprobar que el siente algo, está claro que no es amor, pero es de esos hombre que no les gusta compartir lo suyo. Con esto en la cabeza, hice una especie de estrategia...

La Traición Se Viste De MujerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora