Capítulo 20: Esa oscuridad en su mirada

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POV ARSENIO

—Eso es todo caballeros. Nos vemos en dos semanas —me despido, levantándome de mi asiento para salir de la oficina—. Valhak, vamos a la fábrica.

—Si, Zar —responde el enseguida, llamando al chofer para que nos espere en la entrada del edificio—. Zar, acaban de informar la llegada de una "doctora" a la fabrica

—¿Una doctora?

—Así es, señor

—¿Por orden de quién?

—Al parecer, por orden suya

—Esos imbéciles no saben a hacer su único puto trabajo

Enseguida acelero el paso, mi paciencia es muy corta, agregado a eso, mi nivel de tolerancia se ha cortado mucho después de escuchar tantos reclamos y discusiones sinsentidos por hombres cobardes. La reunión no tarde tanto como normalmente lo hace, pero aún no he terminado de dejar todo en orden; sigo pensando en la pre venta del fármaco y en algunas personas que intentaran detener el negocio, así como sé que la S.I.N.U. está metida en toda esta mierda para detenerme, pero eso no pasara, a si tenga que matar a quien se interponga en mi camino

—Señor, le tengo una buena noticia

—¿De qué se trata?

—Tenemos el nombre de la agente que asesino al hombre de Sergev

Me sorprende que haya podido conseguir tal información, aun así, será difícil dar con ella. Valhak enseguida me pasa una carpeta con documentos que no esperaba

—La mala noticia es que sabemos quién es la mujer

—¿Quién es...?

Mi boca se cierra de inmediato, no sé cómo demonios reaccionar. Reconozco con perfección la silueta de la foto, aun mas esa maldita manera de mirar que te desnuda sin que puedas evitarlo. Me abstengo a soltar algún comentario al respecto, solo sigo viendo imagen tras imagen

Esa sensación que desde hace muchos años no sentía llega a mi pecho, como si mi corazón se detuviera por unos segundos y no supiera como volver a latir. Es como si te mataran lentamente, pero aun asi seguir vivo y tener que soportar el dolor, y por más que quiera respirar simplemente mis pulmones no reciben el aire; ni siquiera recuerdo como respirar, cada vez el nudo en mi garanta se hace más grande, mis ojos pican como si estuviese a punto de llorar

<<No>>

Mi conciencia me repite esa palabra una y otra, y otra vez hasta que solo tengo ganas de callarla, solo quiero dejar de pensar. Quiero creer que solo es una estúpida confusión, algo que nunca debí a ver visto por más que quiera descubrir que es esa mujer de la fotografía. Ella no es mi esposa, no es mi Cathe, ella jamás me mentiría, no sería capaz de llevar una doble vida... no sería capaz de mentirme día a día mirándome a los ojos sin sentir culpa, ella no es un ser cruel. Todo lo contrario, es la persona más fiel y leal que conozco. Mierda, ella estuvo dispuesta a asesinar a mis padres por mi

<<No>>

—Valhak, ¿estás seguro de esto?

—Si, Zar. Fueron fotos extraídas de la casa de Sergev

—Hace cuanto fue esto

—Hace un mes y medio, señor

—Hace un maldito mes y medio.

<<¿Desde hace un maldito mes y medio ella está haciendo esto?>>

—¿Qué hará, Zar?

Tome el teléfono de mi bolsillo y el único número al que podía marcar es al de ella; espere una respuesta al llamarla tres veces, pero no respondió. Sentí mi cuerpo comprimirse, y una oleada de mal presentimiento me recorrió de los pies a la cabeza, como si supiera que algo más iba pasar. Le pedí al conductor que acelerar, llegando así en unos minutos más a la plantación

Al bajar del auto mi cabeza no estaba lo suficientemente en calma como para lidiar con problemas, mucho menos de una maldita loca que intentaba arruinar mis planes. Mi cabeza da mil vueltas y el doble de preguntas se hacen presentes

La traición no es algo a lo que no esté acostumbrado. Siempre con las personas a las que le entregas algo tan importante como la confianza, hay que tener en cuenta de que el ser humano es ambicioso, fueron incontable las veces que confié en la alguien a quien creí tomar como "amistades" terminaron por jugarme sucio. No volveré a tomar ese jodido riesgo otra vez, o eso fue lo que me prometió a mi mismo cuando esas mismas personas mataran a la madre de Mikhail, pero ahora estoy nuevamente en esta jodida situación. Confíe en alguien a quien ni siquiera conocía, pero lo que mas me duele es que mi jijo ama a esa mujer como su madre, lo deje vivir con una extraña que a la larga no es mas que una maldita mentirosa

—A la plantación

—Si, Zar

En menos de lo que pude notar ya estábamos llegando al lugar. Los guardias abrían el portón y desde fuera se notaba que algo no andaba bien, las alarmas estaban encendidas y las luces de emergencia estaban activadas. Enseguida los hombres me rodearon, pero no sin estar frente a mí. Recorremos los pasillos a una velocidad impresionante, cuando me detengo en seco al ver la imagen que menos pensé en presenciar cuando me informaron de la "doctora" que había llegado al lugar

—¡¿Qué no se cansan?! —grito la mujer de cabello negro que por todo este tiempo creí era una mujer normal

—Catherine

En ese momento todo se detuvo; su expresión cambio junto con las medidas que estaba tomando en contra de mis hombres. Su rostro que siempre había permanecido limpio y para mi vislumbraba una luz brillante; ahora solo tenia una mirada cazadora, oscura y una expresión que nunca pensé ver en ella

  —¿Qué haces aquí? —el tono de su voz es tan serio, tan neutro, que algo se remueve dentro de mi al nunca haberla escuchado hablar así

—Me pregunto lo mismo... Evangeline O'Brien —mi voz sale más profunda que de costumbre. Mi cabeza no procesa del todo la situación

Su mirada enseguida se topa con la mía. Sus ojos se abren como platos y su boca se cierra en una línea recta; pero por lo que veo no es la primera vez que le sucede algo como esto, ya que, ella se controla tan bien que solo me mira sin titubear un segundo

—Mierda...

Su mirada se desvía, y hace eso que tanto odio; muerde su labio con rabia haciendo que sangre, parpadea desesperada y de la maldita nada termina con lo que estaba haciendo cuando la vi. Suelta dos disparos a cada costado, matando a los hombres que la estaban acorralando

Nunca la había visto así. Su cuerpo esta manchado de sangre, su ropa esta rasgada y sus manos con diferentes cortes, tiene unas heridas a los costados de su abdomen, tampoco tiene zapatos, pero aun así sigue en pie. Ella no se rinde ni se inclina ante nadie, ni siquiera ante mí; ahora es la viva representación de una presa que está rodeada de depredadores, pero claramente ella siempre termina por sobrevivir

—Yo... carajo, puedo explicarlo —ella se acerca, pero se detiene cuando los hombres dan un paso al frente—. Amor...

—No creo que allá una puta explicación para esto

—¡Debía hacerlo!

—¡¿Engañarme para que confiara en ti como un idiota?!

—Esa nunca fue mi intención —susurro, pero aun así pude escucharla

—Eres una maldita traidora —escupo con sarcasmo, haciendo que su rostro se desfigure

—Si no quieres verme ni escuchar lo que tengo que decirte, no lo hagas, tampoco voy a rogarte, solo déjame ver a mi hijo una ultima ves y voy a desaparecer de sus vidas

Mi boca permanece cerrada, ni siquiera va intentar explicarme nada, solo se ira como si esta mierda nunca hubiese pasado, y eso nunca lo voy a aceptar... ella no se iré, no hasta que yo lo permita

Zar...

—No —su expresión de confusión es lo único que recibo—. Eres mía

La Traición Se Viste De MujerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora