3. Dime 4 mentiras y ve a donde las soledad come (2/2)

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Abro mis ojos

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Abro mis ojos. Mi torso se encuentra arriba de Carla y mis piernas, arriba de aquel muchacho. Me froto la cabeza con intención de sobarla; tengo una hinchazón.

Siento que mis piernas adormecidas, me duele mucho el tobillo. Levanto mi cabeza lo más despacio que puedo.

Carla balbucea.— Clover. Me estas aplastando.

No respondo a eso. Me siento confundido porque literalmente hace un par de minutos estaba en el baño. Queriendo escapar de los adultos. Típico. Miro al chico que esta desparramado en el suelo. "¿Se habrá roto algo?" Se me hace improbable, de todos modos. Al fin y al cabo, estamos a salvo.

Mi tranquilidad se esfuma cuando de repente, el exclama.

— ¡Estoy vivo!— me mira a mi, luego a Carla. Creo que ella la esta pasando peor. El jadea unos segundos.— ¡ESTOY VIVO, PERRAS!

Con el miedo de ser atrapado e interrogado en una sala donde el director da mala pinta con cara de ex-convicto, cojo la primera cosa que veo en el suelo: una libreta. Esa va directamente hacia su cara, causado que la ultima palabra suene más como una censura que un insulto.

El vuelve a caer desparramado en el suelo.— Entonces, ¿podrías explicarme porque mierda estabas en el baño?

De manera inconsciente, estoy usando la palabra "mierda" solo con el. Al menos, en esta semana. Me pregunto porque. Solía decirlo mucho con Alex pero ya no.

Por fin adopto una postura adecuada para levantarme. Tengo miedo de tener algo roto y cuando lo haga ¡ups! Este tirado inerte en el suelo. Ese era mi miedo, el cuerpo humano. Es cuestión de segundos en los que me pregunto las circunstancias de todo esto. Parece estar hasta planeado, diría yo, las cosas en la mente de uno son demasiado surrealistas para el mundo en el que vivimos. Yo lo llamaría, una pequeña paranoia de adolescente.

— Agh...— jadea Carla. Se soba su espalda con su mano derecha mientras que el viento alza su pelo, como si se tratase de una película de los 80's—... ¿que acaba de pasar?

— No lo sé— respondo.

Ella solo se limita a intentar levantarse, sin éxito.— Creo que tengo una costilla rota.

Yo soy el primero en hacerlo. Utilizó el impulso de la poca fuerza que tengo para lograrlo. Primero, la pose de sentadilla. Duele como no tienes idea. Sigue cuando estiras tus piernas, se escucha un quejido proveniente de mi. Me tapo conscientemente la boca con la mano que menos utilizo. Prosigo en estirar, la sensación de mis rodillas es horrible. Cuando ya estoy casi parado, decido inclinarme para atrás. El tipo crujido de espalda aparece.

Me dirijo en la dirección donde esta ese. Sigue en el suelo. Tiene la posa de muerto que dibujan los criminalistas en el suelo. El escenario de películas, usualmente. No he conocido a nadie en mi círculo social cercano— si es que realmente tengo uno.—, no se si estoy en posición para criticarlo.

The Orange JuiceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora