Segunda Pista

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Kaveh no estaba en Puerto Ormos. Es hora de buscar en otra parte.

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Cuando se despierta, Alhaitham se siente cómodo por un momento: las sábanas, los olores, el sonido del techo crujiendo bajo los primeros rayos del sol... todo le resulta familiar. Luego abre los ojos. Busca por un momento a su alrededor, desorientado sin saber por qué.

Y como ha sucedido muchas veces durante los últimos 6 días, cuando recuerda, un dolor sordo le atraviesa el pecho.

Sí. Está solo.

Sólo entonces registra su entorno. La habitación de Kaveh.

Ayer, después de limpiarse, no tenía ganas de volver a su cama. La cama que compartían.

Mirando directamente, sus ojos se fijan en el escritorio, un poco más desordenado desde que hurgó en él.

Bien. Debería volver a poner las cosas en su lugar, o su novio se enojará cuando *tal vez* regrese.

Perezosamente, Alhaitham se quita las sábanas de encima, se levanta y camina hacia los papeles desordenados. Ayer no se tomó el tiempo de revisarlos, su cabeza estaba atrapada en un frenesí de recuerdos. Esta mañana, el frenético sentimiento de frustración da paso a un desánimo más silencioso.

Con el mismo anhelo persistente, lee la MC5P (Maldita Carta de 5 Páginas) (¿por qué extraña incluso los insultos y reproches de Kaveh?), admira los minuciosos trabajos dejados por su novio. Una casa al borde de un acantilado. Otro proyecto de renovación en Puerto Ormos. Una casa en el pueblo Aaru. Otra biblioteca más para niños pobres en el desierto (probablemente algo de lo que ese estúpido e idealista arquitecto no obtendrá ningún mora). ¿Una casa? ¿Centro de Investigación? El boceto está anormalmente desordenado. El palacio de Alcazarzaray. Otra casa.

Espera. Regresa.

¿Alcazarzaray?

¿Por qué un boceto del palacio estaría entre los borradores recientes de Kaveh? Por mucho que al arquitecto le guste hablar con la gente al respecto, ese proyecto se terminó hace años y Alhaitham nunca lo ha visto sacar sus bocetos y rememorarlos.

Una comprensión repentina lo golpea. ¿Por qué no lo pensó antes? Se trata de un PHK (Patrón Habitual de Kaveh): cuando está deprimido, el arquitecto tiende a hacer un recorrido por sus creaciones, buscando confianza en sus logros del pasado. Quizás este pico sin precedentes en la EEEK (Escala de Explosión Emocional de Kaveh) y la redacción de la MC5P (Maldita Carta de 5 Páginas) apunten a que Kaveh volverá a visitar su Magnum Opus durante unos días. O... fue retenido allí durante días.

Después de todo, Alhaitham no confía en el tiburón que acecha en ese lugar para mantener a su novio fuera de problemas.

El desayuno no es importante: debería darse prisa.

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De pie justo enfrente del palacio, ni siquiera Alhaitham puede negar su belleza.

Las refinadas y elegantes estructuras se funden con el paisaje, decorando la pequeña isla en la que se encuentra con toques blancos, azules y morados. Escondido en medio de cascadas y acantilados, parece un cómodo trozo de paraíso, etéreo y delicado, caído de la propia Celestia, como si un simple golpe pudiera enviarla de regreso al cielo.

Sin embargo, incluso si está asombrado ante el magnífico diseño, Alhaitham no puede evitar que el sentimiento de abatimiento crezca en su interior: esto es lo que hundió a Kaveh en la pobreza más abyecta. Por eso, años después de cortar vínculos, lo encontró en un bar, bebiendo como si el mundo se acabara, habiendo renunciado a la decencia y a la vida.

The Dramatic In-Depth Journey of the Loveless LightDonde viven las historias. Descúbrelo ahora