Paso 3: Embosca a los Ermitas

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Alhaitham asegura el puerto. Y poco más.

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—S-Señor... creo que escuché algo.

Layla se estremece, unos pasos detrás, mirando vacilante el espeso bosque que los rodea.

—Eso significa que nuestra información es correcta. Adentrémonos más.

—P-Pero señor... Si nos vieron y no nos están atacando...

—Están planeando una emboscada, sí.

Se le escapa un chillido. Alhaitham lo ignora y avanza con falsa indiferencia.

Se estuvieron preparando para eso.

Aun sufriendo la derrota de esa mañana por tercer día consecutivo, Ayn Al-Ahmar debe sentir cierta fatiga. Probablemente intentarán utilizar juegos mentales y ventajas territoriales para ahuyentar a los intrusos. Si Alhaitham ha aprendido algo en su estancia en Puerto Ormos es a no subestimar la determinación de seguir adelante con sus planes. Ellos, por otro lado, no se encuentran en una situación óptima. Normalmente, Alhaitham habría esperado un poco más a que el espíritu de su contrincante se debilitara antes de atacarlo. Luego lo habría sacado de su escondite, exhausto, mentalmente débil, falsamente reconfortado con la creencia de que Puerto Ormos no tomaría represalias.

Pero no tiene tiempo para eso. No tiene idea de dónde está Kaveh ni en qué condiciones. No tiene idea de si aparecerá al día siguiente o una semana después. Cualquiera que sea la verdad, Alhaitham no puede darse el lujo de jugar al desgaste.

Sí. Asaltar un campamento eremita bien establecido, incluso si lo superan en número y tiene pocos recursos, es el mejor curso de acción que puede tomar.

Estuvo dándole vueltas al problema en su cabeza toda la tarde, abandonando todos los borradores y el papeleo en favor de encontrar una idea mejor que simplemente irrumpir. Todos los planes requieren esperar y él no puede darse ese lujo. Así que decide que entrar directamente es la mejor opción.

—P-podríamos haber traído al señor Feroz con nosotros, al menos...

—Nunca bajarán la guardia con él cerca. No estamos aquí para atacarlos.

Definitivamente están allí para atacarlos. Pero los espías escondidos entre los arbustos no necesitan saberlo.

Incluso si es apresuradamente, Alhaitham tiene un plan, por supuesto. Por mucho que se mantenga en forma por motivos de salud, su profesión sigue siendo la misma: un erudito. Tiene muy pocas posibilidades de ganar contra una base de mercenarios bien establecida.

Este es el plan: él y Layla son enviados como intermediarios desde el puerto para discutir los términos entre ellos. Por supuesto, es muy poco probable que esos acuerdos terminen de forma positiva, por lo que es simplemente una fachada. Su verdadero objetivo es llamar la atención y permitir que grupos más grandes tiendan una emboscada al campamento. Dado que tanto él como Layla tienen visiones, no debería ser demasiado peligroso para ellos. En teoría.

Pero sus teorías no impiden que Layla tiemble como una hoja detrás de Alhaitham. Ella ha estado divagando ansiosamente todo el camino y él no puede culparla en realidad. En el camino se dio cuenta de que sus propias manos también temblaban imperceptiblemente, haciendo a su mente retroceder desesperadamente y preguntarse: "¿No hay otra manera?". Pero sólo el plan A y el plan B siguen siendo viables, no pudo preparar más en sólo una tarde. Aunque se sienten muy pocos para su comodidad.

—Hola. ¿Están perdidos?

Dos eremitas, con lanzas al frente y sonrisas maliciosas en el rostro, emergen finalmente de la espesa vegetación. Oye crujir los arbustos con numerosos hombres todavía escondidos, pero Alhaitham sonríe internamente. Mordieron el anzuelo.

The Dramatic In-Depth Journey of the Loveless LightDonde viven las historias. Descúbrelo ahora