El Asedio

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Alhaitham está dispuesto a esperar el tiempo necesario delante del palacio para obtener respuestas.

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Día 1

Durante el primer día de asedio, Alhaitham se dedica principalmente a recopilar la mayor cantidad de datos posible de las misteriosas entidades y sus mensajes.

Empieza temprano en la mañana, rascando el barro, sin importarle cómo éste empieza a pegarse a su ropa y a acumularse debajo de sus uñas. Hace múltiples preguntas como "¿Qué eres?", "¿Dónde vives?" o "¿Cómo conoces a la Nara dorada?"

Preparado para ser ignorado, le demuestran que está equivocado cuando treinta minutos después aparecen docenas de respuestas diferentes. Alhaitham, concentrado inquebrantablemente, pasa la mayor parte de la mañana copiándolas en su cuaderno, rodeando palabras desconocidas y vinculándolas por contexto. Algunos mensajes parecen más relevantes que otros:

"¡Mala Nara realmente es una Nara grosera! ¡Preguntando qué es Arapas! ¡Arapas es chef! ¡Y el mejor chef! ¡Nara Prakasha lo dijo!"

"Arabalika es soldado y protector. Arabalika protegerá a Nara dorada de la mala Nara."

"Arayasa es como sabrás,

Un músico que muy capaz~ ♪♫♬

Nara Prakasha querida,

También enseñó a Arayasa a escribir música con lira~ ♪♬♫"

Al menos le dice a Alhaitham que esas entidades que se burlan de él tienen una sociedad organizada si tienen conceptos como músicos, chefs y soldados. Aunque, si no tienen un sistema de escritura definido, podría tratarse de una sociedad más bien pequeña, con un máximo estimado de 150 individuos.

Algunos de los otros mensajes son totalmente inútiles. Qué conocimiento le aporta a Alhaitham saber qué; "¡el último Utsuva grandioso! ¡El Mahavanaranapna hermoso con muchos Viparyas!", "¡Cuidado con Nara Valuka, mala Nara!" o "¡Ararakalari necesita trabajo duro!", cuando el escriba no entiende 1 palabra de 3.

En cuanto a las otras dos preguntas, para su decepción, no obtuvo respuestas significativas. Todos se pueden resumir en "¡No te lo diremos, mala Nara!"

Bien. El Escriba es más que astuto. Encontrará una manera de forzar las respuestas. Una vez que termina de registrar todos los mensajes en sus notas, hace más preguntas, teniendo cuidado de dejar suficiente espacio para que estas entidades respondan. Luego registra la nueva información en su libreta, antes de cubrir todos los mensajes en el barro con una alfombra del campamento y escribe la siguiente serie de preguntas. Lo repite tres veces hasta que no puede discernir oscuras irregularidades en el barro debido a mensajes mal escritos.

Alhaitham no llegará a ninguna parte si no entiende su idioma. Cuantos más datos recopile, más rápido aprenderá todas esas palabras desconocidas.

Durante su paciente y reticente proceso iterativo, en ese primer día, Alhaitham ya puede sacar dos conclusiones más sobre esas entidades: en primer lugar, no les importan las preguntas e incluso están muy deseosas de responder. Pero tienden a distraerse en medio de la discusión, como niños enérgicos con capacidad de atención limitada. En segundo lugar, es evidente que no quieren ser vistos. Alhaitham ha intentado escudriñar el suelo bajo su cúpula espinosa sin pestañear, con la esperanza de detectar al menos una forma borrosa. Intentó mirar discretamente hacia el barro mientras fingía leer sus notas, pero no apareció ningún mensaje mientras miraba. Sólo escriben cuando está de espaldas.

En algún momento, una molestia lo aparta de sus minuciosos estudios.

Desde el otro lado del muro que bloquea el palacio, alrededor de las 11 de la mañana, si Alhaitham confía en la posición del sol, la molesta voz del mayordomo atraviesa las espinas.

The Dramatic In-Depth Journey of the Loveless LightDonde viven las historias. Descúbrelo ahora