El Otro ||Yoonmin||

6💕

-Está despertándose

El joven de cabellos castaños abrió los ojos con lentitud, las tres personas en la habitación solo pudieron disfrutar de sus ojos dorados durante unos segundos puesto que el joven los cerró de inmediato, encandilado por la luces del hospital

Los labios resecos y pálidos admitieron un jadeo, su boca estaba seca, si pudiera hablar estaría suplicando por ser hidratado

-¡oh, Dios mío!, Jaemin mi bebé, al fin estas despierto, mamá estaba tan preocupada

El rostro de la única mujer en la habitación se enterró en su pecho y unos brazos delgados se prendieron del cuerpo del joven, llenándolo de confusión por la efusividad del abrazo

-¿Quién es usted?

Preguntó viéndo de ella al doctor que había estado midiendo sus signos vitales

-¿Donde estoy?

El doctor vio confuso al enfermero que los acompañaba, la mujer dejó de abrazarlo y le vio con cara desconcertada

-¿no me recuerdas, hijo?, soy mamá, ¡¿Qué está pasando?!-preguntó al médico, abrazaba su bolso viendose acongojada por cómo su hijo la miraba, como si fuera una simple desconocida

-señora Hyebin, tranquila, el señor Jaemin ha estado un largo tiempo en coma es normal que este confundido,
- con la misma pasividad vio hacia su paciente

-señor Jaemin, dígame ¿Qué es lo último que recuerda?

El castaño negó, sintiendo su cabeza doler con el movimiento

-No, no recuerdo nada, ¡¿Quienes son ustedes?!, ¡¿Que pasa?!

-Mi amor, tuviste un accidente en el auto cuando estabas en Italia-la mujer tomó su mano dando un suave apretón- no llevabas el cinturón y saliste volando del coche, estuviste más de un mes en coma, es un milagro que estés vivo

¿Un auto?

No recordaba ni su nombre y ella empezó hablar de un auto

Forzando su mente a buscar entre la neblina vio pasar imágenes confusas, voces resonaban trayendole jaqueca, recordó algo luminoso similar a los faros de un coche y un fuerte olor a gasolina

-Había llamas-concluyó, perdido en rebuscar entre la maraña que hacían sus pensamientos, no pudo notar la mirada que compartieron el médico y su madre

-El coche explotó, sufriste algunas quemaduras leves

Efectivamente, tenía cicatrices y heridas en recuperación en su manos y brazos

El vértigo y una fuerte presión en su pecho lo angustiaba, sentia como si tuviera algo pendiente que hacer, una fuerte nausea se apoderó de su cuerpo, sintió un gran dolor en el costado producto de la fuerza que hacía para retener las arcadas y del movimiento rápido que hizo al inclinarse

Con la cabeza inclinada fuera de la camilla vacío un líquido viscoso y amargo sobre los pies de la alfa que decía ser su madre

La mujer vio con asco sus acciones, algo en aquel gesto lo hizo sentirse fuera de lugar, ese no era el rostro de su madre

Su madre debía se una mujer dulce no esa alfa con cara desagradable

Con el olor a verbena que ella desprendía, sus memorias volvieron con la velocidad de un tren, uno que arrolló las ideas que trataban de imponerle

-¿Papá?, ¿ Dónde está papá?

-Tu padre esta de viaje por América, cariño

-¡¿De que viaje habla?!, mi papá está herido, ¡¿Donde está?!, ¿Quien es usted? ¡Mi madre está muerta!