El Otro ||Yoonmin||

3💕

-losa, lilio, azale... Auch

El pelo rubio del niño recibió un tirón que lo hizo soltar el libro que leía

- Fénix Hyung malo- regaño al niño que lo había agredido

El niño pecoso ocultó sus manos tras su delgado cuerpo, como si así Jimin fuera a olvidar lo que acababa de hacerle. Por el bienestar de su conciencia intentó fingir que no sentía los pelitos rubios enredados en sus dedos sucios.

-Perdón, Chim, pero llevaba buen rato hablándote y no escuchabas

Jimin se sobaba la cabeza mientras le veía con reselo, recogió el libro, sintiendo que su pasta verde era convenientemente dura

-¿Qué quiees?-Estaba molesto porque su Hyung había interrumpido su interesante lectura

Todos los niños de su pabellón estaban en el patio de juegos, con tanto estudio y rezo, el recreo era un tiempo valioso que Jimin gustaba de aprovechar para aprender más de sus queridas flores.

-Balón voló por encima del muro

-¿De nuevo?

-Pero esta vez fue Han quien lo pateó muy fuerte, no fui yo, ve por él, por favor

-Si lo hago lo volveás a tila, no quieo

-Pero Chim, tú eres el único que cabe por el agujero del muro, por favor

El otro niño junto sus manos en una súplica, ni en el rosario se esforzaba tanto

- Hazlo y te leeré cuando te vayas a la cama y te daré mis postres toda la semana - empezó a negociar, sabiendo que los dulces y libros eran la debilidad de Jimin

-Chim, ya sabe lee, pero Fenix Hyung puede consegui más libros

Felix asintió gustoso, en la biblioteca sólo les prestaban dos libros por semana, no veía ningún problema en darle los suyos a Jimin, total, ni le interesaba leer. Sastifecho del acuerdo guió a Jimin hasta el muro que conectaba con la casa vecina

El grupo de niños se apiló cómplices alrededor de ahí para que la anciana monja que los vigilaba no mirara como Jimin se metia por un agujero que había en el viejo muro.

Usando ambas manos, Jimin empujó con algo de dificultad un saco que bloqueaba el acceso por el otro lado, sacó la cabeza y luego el resto de su cuerpo, con la pancita pegada al suelo, se arrastró para no ser visto por los habitantes de la casa.

Era un patio pequeño que en su tiempo tuvo muchos adornos de cerámica, ya no quedaba ninguno debido a que los dueños los retiraron aburridos de como los niños del orfanato los rompían con sus balones, solo quedaban unas cuantas flores y rosales que ayudaron al rubiecito a camuflarse

Agradecía que fuera verano, no queria que el barro del jardín recién regado ensuciara su overol azul y la camisa morada que era el uniforme del orfanato.

Jimin camino con agilidad por el césped buscando la pelota, los dueños de esa casa siempre los devolvían al sacerdote o a uno de los monges, pero Jimin solía ir a buscarlos la mayoría de veces, para que sus amigos pudieran retomar el partidos antes de que finalizara el recreo. La casa siempre estaba vacía a esa hora, nunca había sido atrapado.

Al encontrar el balón sonrió mostrando la falta de un par de dientes

-Balón malo, te bañae en el agua bendita del pade para que no escapes más

Con su dedo sentenció a la vieja pelota, que les había sido donada por una fundación junto a más juguetes y era parte del grupo de niños desde hace un par de años, le habian dibujado una cara con marcador negro en un intento de humanizarla, al final terminó con un aspecto siniestro por los trazos deformes que dejaron las manos inexpertas.