Una luz...
Aunque era pequeña fue suficiente para mí.
Ni yo mismo podía comprenderlo.
Había sido algo tan fugaz y tan efímero que varias veces cruzó por mí mente la idea de que era imposible.
Dentro tanta maldad, dentro de tanta oscuridad había existido una especie de luz.
Esa luz que me cegó por completo.
-La cuarta ronda del Ragnarok, la batalla entre dioses y humanos por la supervivencia de la humanidad ha llegado a su fin - declaró el Heimdall el locutor divino de aquel enfrentamiento.
Humanos y dioses permanecían impactados ante el resultados. El bando vencedor exclamó, casi al unísono, la victoria tan anhelada.
-Es imposible... Es imposible... Imposible.... Los humanos... ¡Malditos humanos! - Exclamó el dios de las mentiras desde el palco nórdico. Su padre y su hermano se mantenían en silencio. Todo había acabado y era inútil negar lo que había sucedido frente a ellos.
Por otro lado, en el balcón del panteón griego, todos estaban en silenció observando con atención cada momento de la lucha.
Cuando la cuarta ronda acabó, el dios de la guerra estaba pálido. No podía entender cómo el Gran semidios, aquel que casi lo derrota había perdido contra aquella escoria humana.
Zeus, por su parte, no podía pensar en nada más que la posible debilidad divina y la extraña fortaleza humana.
Era un golpe a su orgullo.
-Ellos nos vencieron- comentó con cierta sorpresa Hermes, haciendo que su medio hermano lo mirara con sorpresa - ¿Qué es lo que harás ahora, padre Zeus? - comentó con un tono bastante relajado.
No era de perder la compostura ante nada ni nadie. Aunque Hércules había sido derrotado, aún quedaban otras batallas para los dioses.
Sin embargo, nunca había llamado de esa forma al líder del panteón griego. Acostumbrado a mantener las distancias, siempre le llamó con formalidad.Eso no pasó inadvertido para el padre de los dioses. Sin embargo, no respondió de inmediato.
Zeus veía aún la escena frente a él con un ápice de sorpresa y molestia.
Ambos contrincantes estaban escondidos aún bajo los escombros y el polvo del mismo derrumbe ocasionado por la pelea.
Uno de ellos, era un semidios que se había ganado su respeto y su afecto. Un humano que ascendió por su gran sentido de la justicias y del bien. En el otro extremo, se encontraba un humano miserable y formidable. Debía reconocerlo. No obstante, seguía siendo una encarnación de la maldad, la inmundicia humana.
- Aunque Hércules haya sido derrotado, debemos esperar los demás resultados - dijo para levantar de su asiento - envía de inmediato a que lo saquen de la arena - en el fondo esperaba que el semidios saliera en mejores condiciones físicas que otros inmortales que lucharon.
Para él, Hércules era como uno de sus hijos.
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Aquel rastro de luz ☄️
FanficAlgo diferente a lo esperado, los superó.Otra prueba, otro enemigo. "¿Quién es un monstruo?" Semidios y humana. Algunos cambios en la historia y los personajes de Shumastsu no Valkyrie. Hércules x Fem Jack