CAPÍTULO 10

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N/A: HOLISS!!! Aquí os traigo el fin de semana en el campo de las chicas (vamos a imaginarnos que las de la foto son ellas), espero que os guste y que disfrutéis de este maratón. Como siempre os leo en comentarios, besos!!!

MARATÓN 1/3

SILVIA

Me despierto entre los brazos de Ona y automáticamente sonrío, hacía tiempo que no dormía tan bien, y sé que suena cliché, pero es la verdad, estar con Ona me da paz, en todos los sentidos.

Observo a mi chica, que todavía sigue durmiendo, su cara cubierta de pecas, su expresión tranquila, como si nunca hubiera roto un plato en su vida, toda ella es tranquilidad en este momento.

- ¿Hace cuanto me estás mirando así? – pregunta con su voz de recién levantada.

- Lo suficiente para haberme enamorado un poquito más de ti- confieso pegando más mi cuerpo a ella si eso es posible.

Ona no se lo piensa dos veces y une nuestros labios en un tierno beso.

- Buenos días- dice cuando nos separamos- ¿preparada para hoy?

Yo asiento y, después de unos minutos más en la cama dándonos mimos, nos levantamos y empezamos nuestro día. Ona me dice que vaya yo primero a la ducha mientras ella prepara el desayuno así que eso hacemos, y antes de que nos demos cuenta ya estamos en el coche preparadas para que mi chica me deje en el centro para ver a Lola, y ella se vaya a comprar unas cosas de último momento.

- Vale, el plan es el siguiente, mientras tú estás con Lola yo voy a por las cosas de la lista que ha mandado Alexia y luego vuelvo a por ti para irnos directas a la casa de campo.

- Ona, relájate, te has repetido el plan como diez veces desde que nos hemos montado en el coche, no se te olvida nada- le aseguro mientras coloco mi mano en su pierna.

- Es que quiero que todo salga perfecto, es la primera vez que llevo a alguien a una de las quedadas con las chicas, y no eres cualquier persona, eres mi novia- dice esto último con una sonrisa- y no quiero dejar ningún cabo suelto.

- Todo va a salir perfecto- digo cuando aparca el coche en frente del centro de acogida- ¿sabes por qué? Porque tú vas a estar ahí, y eso es todo lo que necesito.

Una sonrisa cubre el rostro de Ona antes de que se acerque más a mí para besarme.

- Te recojo a la salida preciosa, dale recuerdos a Lola de mi parte.

Esa última parte hace que salga del coche con una sonrisa de oreja a oreja. Me aproximo a la puerta del centro con la esperanza de encontrarme a Lola jugando con alguno de los otros niños, pero no es así, en cuanto la directora me lleva a la sala de juegos donde están todos los niños y niñas, veo que Lola está sentada en una esquina, sola, leyendo.

- Sigue sin hablar con nadie- me susurra la directora aprovechando que Lola todavía no se ha dado cuenta de nuestra presencia.

- Luego me gustaría hablar con usted- digo antes de que vuelva a su despacho.

- Claro, búscame cuando termines aquí y hablamos- me dice antes de salir por la puerta.

Tomo un par de respiraciones antes de acercarme a la esquina donde está sentada Lola, no tengo ni idea de como empezar la conversación, parece tan concentrada en lo que está leyendo que no quiero asustarla. Pero justo cuando estoy apenas a un paso de ella, Lola levanta su cabecita del libro y me ve. Sus ojos se empañan de la emoción, y le falta tiempo para cerrar el libro y abalanzarse sobre mí.

- ¡Silvia! ¡Has venido! – dice emocionada cuando la cojo en brazos.

- Te prometí que vendría cariño, y yo siempre cumplo mi palabra, ¿qué hacías?

- Estaba leyendo, tú siempre dice que leer es como vivir mil vidas diferentes.

- ¿Y qué estabas leyendo?

- Matilda, creo que se llama así- dice señalando el libro que efectivamente se llama como ha dicho.

- ¿Te estás gustando? – para este momento las dos estábamos sentadas en el suelo, justo donde esta ella cuando yo he llegado.

- La protagonista se parece bastante a mí, bueno menos en lo de los poderes, yo no tengo poderes, aunque me gustaría haberlos tenido, así me hubiera podido defender de mis padres- confiesa casi en un susurro.

En ese momento lo único que se me ocurre es abrazarla más fuerte, intentando que todos sus fantasmas del pasado se esfumen, aunque sé que eso va a conllevar mucho tiempo y mucha terapia.

- En el libro también hay alguien que se parece mucho a ti, la señorita Honey, es la profesora de Matilda, y es tan buena como tú.

Sonrío al escucharla hablar, y soy consciente de como el resto de los niños nos miran sorprendidos, creo que es la primera vez que escuchan a Lola hablar.

- Antes de que se me olvide- recuerdo un par de minutos después- alguien muy especial me ha pedido que te salude de su parte.

- ¿A sí? ¿Quién? Si yo no conozco a nadie especial.

Le hago un gesto con la mano para que se acerque más a mí, ya que no quiero que nadie más lo escuche.

- Ona me ha dicho que te salude de su parte- confieso con una sonrisa.

- ¿Ona? ¿Ona Batlle?

- La misma, resulta que después de que vinieran al entrenamiento nos hemos hecho amigas y bueno, cuando supo que venía a verte, quiso que te saludase de su parte.

- Eso es increíble, eres amiga de una de las chicas del Barça.

- Así es, ¿y tú has hecho amigos aquí? – pregunto mirando al resto de niños y niñas que juegan a nuestro alrededor.

Lola niega con la cabeza mirando hacia el suelo, como si no quisiera tener esta conversación, y la entiendo, pero debemos hablar de por qué no quiere relacionarse con nadie.

- Ayer- dice después de un buen rato- unas niñas me preguntaron si quería jugar con ellas.

- ¿Y tú que les dijiste? – pregusto curiosa.

- Nada, entonces se fueron diciendo que era muy rara.

Pasamos el resto de la visita hablando de cualquier cosa, y, antes de que nos demos cuenta, la directora ya está viniendo a por mí, avisándome de que el tiempo de visita ya se ha agotado.

- ¿No te puedes quedar más? – me pregunta la peque mientras nos abrazamos.

- Lo cierto es que no cariño, pero te prometo que mañana volveré a verte.

Lola asiente no muy convencida y vuelve a abrazarse a mí con más fuerza, así que aprovecho para dejar un beso en lo alto de su cabecita.

Salgo con la directora hacia su despacho, y en cuanto estamos dentro le pregunto a cerca de la posibilidades de adoptar a Lola. Después de hablar durante unos minutos me dice que hará todo lo posible por ayudarme y que, pase lo que pase cuente con ella. Se nota que esta mujer quiere lo mejor para los niños y niñas del centro.

En la acera de enfrente, Ona está apoyada en su coche esperando a que salga, así que en cuanto la veo, corro hacia ella y la abrazo. No sé muy bien por qué lo hago, solo sé que lo necesito.

- Ey, ¿todo bien? – pregunta Ona en mi oído mientras seguimos abrazadas.

- Sí, sí, es solo que toda esta situación es rara, ósea por un lado estoy tranquila de que Lola ya no esté en peligro viviendo con sus padres, pero por otro lado me parte el alma verla aquí, sigue sin hablar con nadie.

Ona no dice nada, simplemente me abraza más fuerte, dejando un montón de besitos en mi mejilla. Luego de unos minutos, nos separamos y nos montamos en el coche, tenemos casi dos horas de viaje así que no tenemos tiempo que perder.



N/A: SE VIENEEEE!!!!! ¿Qué tendrán planeado las chicas?

HACIA LA VICTORIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora