CAPÍTULO 6

1K 111 38
                                    

N/A: Holis!!! Por aquí os traigo la actualización que no paráis de pedirme, jiji, sé que dije que no habría más drama por el momento pero, en cuanto me he puesto a escribir, las palabras han salido solas, y cuando al terminarlo lo he leído.... bueno, no me extrañaría si me tengo que hacer cargo de vuestras terapias, ya aviso que los próximos capítulos se vienen cargaditos de cosas. Espero que lo disfrutéis, y perdón de antemano por haceros sufrir, pero eso sí, prometo que las cosas terminarán bien, yo soy de las que siempre escribe cosas con final feliz,  como siempre os leo en comentarios, besos!!!!

SILVIA

La tarde que pasé con Ona el otro día fue totalmente fantástica, pero por el momento no hemos podido volver a quedar ya que han estado a tope entrenando para su próximo partido de champions que es en dos días. Así que mientras tanto hemos estado hablando por mensaje y por videollamada, de echo ayer nos quedamos dormidas estando en videollamada y, cuando me desperté, lo primero que vi fue la pantalla de mi móvil con la imagen de Ona durmiendo plácidamente aún en llamada.

El entrenamiento de mis niñas está a punto de empezar, y hoy por fin Lola ya puede jugar con sus amigas, parece que ya está algo más recuperada físicamente, aunque mentalmente sigue bastante tocada, lo cual no es de extrañar, las condiciones en las que vive son un autentico infierno, y eso indudablemente deja secuelas y traumas.

- A ver chicas- empiezo a decirles yo después de que hayan hecho el calentamiento- hoy vamos a practicar tiros a portería.

Las tres empiezan a dar saltitos de emoción pero entonces Martina se da cuenta de que hay algo que no cuadra.

- Pero Silvia... no tenemos portera, así cualquiera puede meter gol.

- ¿Quién dice que no tenéis porteras? – pregunto yo.

- Solo somos nosotras tres y ninguna en buena bajo palos- responde Lucía como si fuera la cosa más simple del mundo.

- ¿Y yo qué? ¿No puedo jugar? – cuestiono con tono divertido.

- Claro, ella va a ser nuestra portera- dice Lola terminando de unir los cabos.

- Exacto, así que venga chicas, manos a la obra.

Entre todas ponemos los balones en línea frente a la portería y en seguida empieza a chutar tratando de que sus disparos lleguen a tocar la red. Cada una tiene un estilo completamente distinto, pero me llama poderosamente la atención la fuerza y la furia con la que chuta Lola, es como si con cada patada estuviese tratando de liberar todas sus emociones.

Después de un buen rato, y de que me marcasen varios tantos, decido dejarlas descansar unos minutos mientras preparo un circuito para que trabajen el control del balón, cuando ya está todo listo les explico el ejercicio y, apenas termino de hablar, ya han empezado a hacerlo.

Mientras las veo ir de un lado a otro con el balón no puedo dejar de pensar en lo que me dijo el otro día Lola: ¿no podrías ser tu mi mami? Eso fue exactamente lo que me preguntó la pequeña, y desde que me lo dijo, esa frase no ha dejado de repetirse en mi cabeza.

Siempre he querido ser madre, la maternidad es algo que siempre me ha llamado mucho la atención, cuando era pequeña, cada vez que no podía estar con el balón en mis pies, recuerdo estar jugando a la familias con mis muñecas. Uno de mis objetivos en la vida era ser madre, pero luego cuando cumplí los diecisiete, y salí del armario con mis padres, las cosas cambiaron. Después de como se portaron conmigo me entró el miedo de que, en caso de tener hijos, yo pudiera llegar a tratarlos igual. Ese pensamiento me aterró durante varios años, pero, desde hace algunos meses la idea de querer ser madre ha vuelto a cobrar fuerza en mi interior, después de mucha terapia, me he dado cuenta de que yo no me parezco en nada a mis padres, y que es imposible que llegue a cagarla tanto como lo hicieron ellos.

HACIA LA VICTORIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora