CAPÍTULO 18

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N/A: Buenas!!! Sé que he estado un poco desaparecida de las historias largas pero aquí me tenéis de vuelta, espero que os guste, aunque aviso que habrá momentos en los que muráis de ternura, así que prepararos para disfrutar de las actualizaciones. Nos vemos en comentarios, besos!!!!

SILVIA
Tal y como prometió, Mapi me ayudó a elegir la pintura para la habitación de Lola y se ofreció para dibujar un pequeño mural en una de las paredes, yo la dije que no hacia falta pero insistió tanto y la vi tan feliz que no pude decirle que no. Así que, aprovechando un hoy tienen el día libre, vendrá con Ona y alguna de las chicas para hacerlo. Por eso me he levantado una hora antes de lo normal para recoger la casa, que ya estaba recogida pero quería causar buena impresión a las chicas.

Estoy terminando de fregar la taza y el plato del desayuno cuando llaman al timbre.

    - Buenos días por la mañana- saluda feliz Ona entrando por la puerta.
    - Buenos días, preciosa- digo devolviéndola el abrazo que me está dando.

Seguido de ella entran Mapi, Ingrid, Alexia y Patri, todas muy sonrientes y despiertas para las horas que son, las digo que se sientan como en casa y donde están todas las cosas antes de tener que salir corriendo para el colegio ya que voy con el tiempo un poco justo.

    - Nos vemos a la hora de comer- le digo a Ona que me acompaña hasta la puerta- Dile a las chicas que se queden y pedimos     algo para comer todas juntas, ¿qué te parece?
    - Me parece perfecto, que tengas un buen día- me dice antes de acortar la distancia que nos separa para darme un beso     lento lleno de cariño- Te quiero.
    - Yo más- respondo antes de irme con una sonrisa de oreja a oreja.

El día pasa bastante tranquilo, a la hora del recreo recibo una llamada de Joan diciéndome que la directora del centro de Lola ha pedido verme a las seis de la tarde, al parecer todo esta listo para que Lola venga ya a casa conmigo. El resto de la mañana me la paso más acelerada que de costumbre, es como si quisiera que las horas pasaran más rápido, pero desgraciadamente no tengo el control sobre el tiempo.

Al medio día, cuando salgo del colegio, voy a casa sin perder tiempo, estoy deseando de contarle a Ona y a las chicas lo de la reunión de esta tarde.

Al llegar me las encuentro a todas en mi salón, con manchas de pintura por la cara y por los brazos. Vaya, parece que la mañana les ha cundido.

    - Hola- saludo con tono cantarín mientras dejo mis cosas en la entrada para luego ir a sentarme con ellas.
    - Uy que contenta vienes ¿no? - pregunta Ona tomándome de la cintura para que me siente en su regazo, lo que     inevitablemente hace que me ponga un poco roja.

Les cuento a las chicas lo que me dijo Joan en la llamada y todas empiezan a darme la enhorabuena para, acto seguido, guiarme a la habitación en la que se han pasado toda la mañana trabajando. Cuando entro al cuarto, me recibe un hermoso mural en el que se puede ver a una niña corriendo con un balón a los pies, mientras que en la pared de enfrente se pude ver una especie de grada con un montón de chicas animando, chicas a las que no tardo en identificar como ellas, las jugadoras del Barça, nuestra nueva familia.

    - No tengo palabras- digo emocionada- es perfecto.
    - He querido representar su pasión por el fútbol y que, a partir de ahora, ninguna de las dos estáis solas solas, porque todas     esas que estamos en la tribuna vamos a estar siempre ahí, pase lo que pase.
    - Sois las mejores, de verdad- confieso dejando salir unas cuantas lágrimas que llevaban un par de minutos amenazando     con salir.

Después de tranquilizarme un poco y de darnos un abrazo grupal, decidimos llamar para encargar comida, nos ponemos todas de acuerdo con que queremos sushi, así que Alexia hace nuestro pedido, y, mientras esperamos decidimos ponernos el último programa de "Quiero ser como", ya que ninguna lo habíamos visto.

HACIA LA VICTORIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora