CAPÍTULO 4

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MARATÓN 2/3

ONA

Hace ya más o menos dos semanas desde que fuimos a sorprender a Silvia y a sus niñas, y de verdad que no puedo estar más agradecida de haber ido. Después de pedirle el Instagram a la profesora, le envié un mensaje privado diciéndole que me había encantado el rato que habíamos pasado juntas, y, desde ese mensaje no hemos dejado de hablar ni un solo segundo de los que hemos tenido libres.

De hecho, hoy que jugamos en casa después de uno de los parones de selecciones me ha dicho que va a venir al estadio, lo cual me tiene loca de los nervios. Nunca he tenido a nadie en las gradas a quien quisiera impresionar, normalmente solo vienen mi familia o mis amigos a verme jugar.

- ¿Qué te tiene tan nerviosita? – pregunta Mapi mientras nos cambiamos en el vestuario antes de salir a calentar.

- No estoy nerviosita.

- La leona tiene razón- dice Ale apareciendo al lado nuestro- estás como más activa de lo normal hoy, ¿no será por qué cierta personita viene a verte?

- Anda, anda, no digáis tonterías, estoy normal, como siempre.

- Si tú lo dices- contestan las dos a dúo.

Salimos a calentar cuando los aficionados están empezando a llenar el estadio, pero mientras hacemos los ejercicios me abstengo de mirar a la grada, quiero estar lo más centrada posible, hoy tengo que dar el doscientos por cien de mí.

Cuando volvemos a los vestuarios cada una estamos un poco en nuestro mundo concentrándonos para el partido, aunque siempre tenemos nuestros momentos de risas. Desde el túnel ya se respira el ambiente, el calor de la afición, y es que no hay nada que se le compare a jugar en casa con el cariño de los tuyos.

Saltamos al campo y, lo primero que hago, es buscar por toda la grada a cierta morena con gafas, en cuanto la localizo una sonrisa me cubre el rostro, lleva puesta una camiseta con mi dorsal.

El partido comienza y, en los primeros diez minutos tenemos la primera oportunidad de marcar, sin saber muy bien como termino con el balón en mis pies y me la juego a tirar a la portería. Cierro los ojos sin querer ver donde termina la jugada, y los vuelvo a abrir cuando escucho los gritos y los vítores de la afición.

En menos de dos segundos siento como todas mis compañeras saltan encima de mí, pero yo solo tengo una cosa en mente, me dirijo a la cámara que sé que me está grabando y pongo mis manos ante mis ojos imitando la forma de unas gafas, para dedicarle el gol a Silvia.

El juego vuelve a reanudarse y cerca del minuto treinta, Alexia consigue marcar otro tanto después de una asistencia mía. Lo celebramos con las demás y volvemos al juego, estamos demostrando ser muy superiores a nuestras contrincantes, pero aún así no nos podemos confiar, todavía quedan muchos minutos y el partido puede darse la vuelta totalmente.

Apenas cinco minutos después del gol de Ale, consigo mi segunda oportunidad, estoy sola en el área después de haberme ido de dos contrincantes y chuto con todas mis fuerzas con la esperanza de que el balón toque la red. Por suerte, la portera no llega siquiera a rozar el balón, consiguiendo así el tercer gol en nuestro marcador.

No han pasado ni dos minutos desde que he marcado cuando, al recibir un rebote, vuelvo a marcar. La afición se vuelve loca en las gradas, y mis compañeras en el campo también. Al igual que hice con mis anteriores tantos, me dirijo a la cámara y le dedico el gol a Silvia.

Cuando llega el medio tiempo, nos añaden tres minutos más, por lo que es nuestra ultima oportunidad de marcar antes de irnos al descanso. Todas estamos pensando en lo mismo, y la jugada casi se va dibujando sola, hasta que, de nuevo, me encuentro tirando a portería, cruzando los dedos para que el balón acabe donde tengo pensado. En efecto, el balón termina colándose en la portería por la escuadra, concediéndonos el quinto tanto, llevándonos al descanso con nuestra portería a cero y cinco golazos, cuatro de los cuales había marcado yo. Todavía no me lo podía creer, en la vida había marcado tantos goles en un solo partido, y eso que solo llevábamos la mitad de este.

HACIA LA VICTORIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora