-Listo, qué capo que soy.- afirmó Louis en un murmuro bajo mientras se colocaba el cinturón de seguridad para luego comenzar a conducir.
Los últimos dos meses fueron los más intensos de su vida, pero también los más lindos. Ser el novio de Harry era una cosa bastante interesante.
Mientras conducía, una sonrisa boba se adueñaba de su rostro. Con esa cara de pelotudo iba siempre a ver a Harry.
El inexperto en robar algodón de azúcar pudo robarle el corazón a la perfección, de manera rápida y ágil.
Detiene el auto en la vereda de su chico, y las comisuras de sus labios se elevan incluso más mientras bajaba la ventanilla.
Harry no tardó en asomar su cabeza y chantarle un beso, haciendo que su sonrisa de idiota se ampliara.
La cara del chico rizado prontamente reflejó completo desconcierto cuando sus ojos fueron al asiento copiloto.
Era la primera vez que lo veía ocupado cuando Louis lo pasaba a buscar.
¿Acaso lo haría viajar atrás?
Louis parpadeó repetidas veces, giró su cabeza para ver al asiento a su lado y luego volvió a mirar a su novio, quien ya tenía una ceja arqueada.
-Louis, ¿Me querés explicar por qué carajos hay un carpincho en mi asiento?- preguntó de mal humor.
Pasados unos mini segundos, elevó sus cejas al analizar sus propias palabras, y volvió a mirar a la capibara que lucía muy cómoda siendo la acompañante del castaño, incluso tenía puesto el cinturón de seguridad. La cara de Harry se transformó en una mueca de diversión y confusión. -¿Qué? ¿De dónde sacaste ese carpincho?-
-Me lo encontré.- respondió casualmente, encogiendose de hombros.
Mentira.
Resulta y acontece que algunas semanas atrás dichos muchachos se encontraban recostados en el sofá de la casa del mayor, ambos entretenidos viendo boludeces en Internet.
Un video de capibaras nadando en un lago con mandarinas en sus cabezas captó por completo la atención de Harry, quién quedó completamente fascinado con aquellos roedores de vibra tan amigable. Así que luego de ese video, en el teléfono ajeno, buscó compilados de 'momentos divertidos' de dicho animal, pasando el resto del día consumiendo todo tipo de contenido que incluyera carpinchos, y decidió que ahora serían su espíritu animal, su pet dream y su bias.
Si, Louis intentó explicarle que bia es básicamente usado para referirte a tu crush de un grupo de kpop y que no tiene nada que ver con los animales, pero a Harry le chupó tres huevos, dijo que serían sus bias y que algun día tendría uno para poder morir en paz.
Así que el de ojos azules no pudo evitar tomar lo último como una indirecta para él, y convertirlo en su tarea personal.
Luego de ese día, estaba loco por conseguir un carpincho para su nene, pero no era tan fácil considerando la zona donde vivían.
Hizo sus investigaciones responsables, y contactó a algunas personas pero nadie sabía dónde podía conseguir uno para mascota.
En el transcurso de la semana, Louis se sentía cada vez más desesperanzado, pero no había perdido la fe completamente como para querer abandonar la misión.
Una casual mañana, aquél chico de azules ojos, castaños cabellos, estatura mediana (casi enano), abultada billetera, e- JAKSJS lo describía entero de repente. Bueno, en fin, Louis, se encontraba conduciendo tranquilamente por el barrio de Harry, con el propósito de visitarlo obviamente, pero a una cuadra de su destino sus cejas se elevaron hasta el cielo cuando vió en la vereda de una casa verde un carpincho con un arnés.
Frenó el auto bruscamente y se bajó, caminando a pasos decididos hacia el animal, pero se detuvo en seco cuando vió una adolescente de gafas y largo cabello oscuro salir de aquella casa y tomar en brazos la capibara.
Louis miró bien la casa y luego a la chica, estaba tan cegado porque al fin había visto uno de esos seres que no se percató del hecho de que él conoce a esa familia, son los nicaragüenses a los que él ayudó con la mudanza el mes pasado.
Bueno, es que él había ido a buscar a Harry pero lo encontró siendo tan servicial como siempre, y no tuvo más opción que unirse.
Entrecerró un poco los ojos mientras trataba de recordar el nombre de la niña, en realidad no tardó mucho en recordarlo porque era un nombre bastante particular y único.
-Hola, Victoria.- la saludó, la chica hizo una mueca y él sacudió su cabeza para luego corregirse. -Perdón, Vittoria.-
-Hola, Louis.- le devolvió el saludo mientras acariciaba a su mascota.
-¿Es tuyo?- preguntó señalando al animal, y ella asistió.-Bueno, ya no. ¿Cuánto querés a cambio?-
La nena arqueó una ceja y abrazó el animal aún más, de manera posesiva.
-¿Qué? No está a la venta, es mi mascota.- declaró, mostrándose ofendida.
-Por favor, no logro conseguir uno en ningún lado. Decime una cifra, te doy lo que quieras.- dijo él en tono suplicante, pero la chica negó con su cabeza.
Estaba a punto de seguir ofertando, pero una llamada entrante lo detuvo. Obviamente era Harry preguntándole dónde putas estaba porque se suponía que tenía que pasarlo a buscar hace diez minutos.
Los días pasaron, y ya no tuvo tiempo de volver, hasta hoy.
Louis volvió a parar el auto en la vereda de aquella casa verde, se bajó y justo divisó a la misma chica salir a la acera con el simpático carpincho.
-Hola, Vitto.- saludó mientras se paraba a unos metros frente a ella.
-Hola Louis.- le devolvió el saludo, mirándolo entre sus pestañas con una pisca de recelo.
-¿Cuánto querés por el carpincho?- preguntó yendo al grano, y Vittoria rodó sus ojos.
- Ya te dije que no está a la venta.-
-¿Treinta mil?-
-Es mi mascota.-
-¿Cincuenta mil?
-Me lo regaló mi abuela.-
-¿Ochenta mil?
-No, no puedo ponerle un precio, es puro valor sentimental.-
-¿Ciento cincuenta mil?-
-Ok.-
Poder de persuasión.
Acá entre nos, en realidad la joven no tenía ningún afecto muy fuerte por la capibara, apenas la tuvo en su casa algunas semanas y solo se dedicaba a alimentarla y acariciarla algunas veces pero ajá.
Luego de Louis haberle transferido a Vittoria el dinero prometido, sonrío triunfante, y alzó la capibara, para luego subirla en el asiento copiloto y asegurarla con el cinturón de seguridad.
-Ni se te ocurra ensuciar el auto porque tu padre nos va a matar.- le habló al animal, quien solo parpadeó.
Luego se sentó en su asiento, se puso el cinturón de seguridad y se autofelicitó.
-Listo, qué capo que soy.-
aparezco.
-S.
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seriousless - larry
FanfictionEn dónde por culpa o gracias a Niall, Harry termina hablando con un joven y apuesto multimillonario de ojos azules... 》* 。 • ˚ ˚˛ * 。° 。 •˚《 ⤑ᵐᵒᵈⁱˢᵐᵒˢ ᵃʳᵍᵉⁿᵗⁱⁿᵒˢ ⤑ˢᵒᶜⁱᵃˡ ᵐᵉᵈⁱᵃ ⤑ᵉˣᵃᵍᵉʳᵃᶜⁱᵒⁿᵉˢ ⁽ᵐᵘᶜʰᵃˢ⁾