—¡HARRY! ¡TU CARPINCHO BOLUDO ME COMIÓ EL FASO!— gritó histérica su hermana desde el comedor, haciéndolo sobresaltarse al igual que a su novio, interrumpiendo la siesta abruptamente.
Harry parpadeó confundido, y frotó sus ojos para entender si lo que había escuchado realmente lo escuchó o sólo lo soñó.
—¡BICHO TROLO! ¡CINCO MIL PESOS ME SALIÓ!— los gritos volvieron a ser escuchados, terminando de despertar las neuronas que seguían adormiladas en ambos chicos, quienes salieron de la cama de un salto y acudieron a donde la chica se encontraba.
—¿Qué pasa, Gemma?— preguntó mientras aún parpadeaba con pesadez al intentar acostumbrarse a la luz.
Louis, por su parte, miró a su alrededor hasta encontrar al roedor masticar despreocupadamente lo que parecía haber sido en algún momento un porro, dejando un rastro de hierba en el piso. Decidió que no era un momento oportuno para reírse, así que no lo hizo.
—Ese bicho feo tuyo me robó el faso.— se quejó.
Harry frunció el ceño.
—Louis no es ningún ladrón. Además, ¿por qué carajos tenés un porro? Tenés como catorce años, wtf.— se cruzó de brazos.
—Louis no. Tu otro bicho feo, el carpincho ese.— rodó sus ojos.
Louis parpadeó.
—No me cambies de tema.— la reprendió.
—No tengo catorce años, tengo dieciséis.— lo corrigió.
—Es exactamente lo mismo.— rodó sus ojos, y luego miró a la capibara, asintiendo con aprobación. —En fin, en mi billetera hay plata. Compráte otro y dejá de romper las pelotas que estoy durmiendo la siesta con mi gordo.— resopló dándose vuelta para luego alzar al animal con uno de sus brazos, y con el otro alzó a Chinchi y volvieron los tres al dormitorio.
Los bajó a ambos en la cama, Louis lo miraba con diversión, tratando de no reírse.
—Tremenda fuerza, papi.
—Calláte.— se rió, negando con su cabeza. Apagó la luz y se acostó junto a su novio, observando al carpincho acurrucarse en la otra punta de la cama.
—Es que sos una cosita tan linda que a veces se me olvida lo alto y fuerte que sos.— siguió molestándolo el de ojos azules, disfrutando de ver como las mejillas del otro muy ligeramente se sonrosaban.
—¿Se pueden callar? Quiero dormir.
Ambos gritaron del susto.
—La puta madre, Niall. ¿Qué hacés acá?— dijo cuando recuperó el aliento y reconoció a su amigo, que se encontraba arrulladito en la misma cama que ellos.
—Tratando de dormir, duh.— rodó sus ojos.
—¿Cuándo llegaste?— fue el turno de Louis para preguntar.
—Cuando ustedes estaban hablando con Gemma.— bostezó. —Ahora cierren el orto y dejen dormir. Ni se les ocurra hacer asquerosidades... sin invitar.
Su amigo le regaló un golpe en la cabeza.
—Cerrá el orto.— lo retó, con sus mejillas sonrojadas de vergüenza, mientras Louis lo miraba con una ceja arqueada.
El rubio se rió y se volvió a girar, cerrando sus ojos.
Louis rodeó la cintura de Harry con su brazo, hasta arrastrarlo contra su pecho y enganchar su pierna en la cintura del rizado, aprisionándolo de manera posesiva, y dejando un gran espacio entre el cuerpo de su novio y el del chico.
Harry se rió entre dientes y le palmeó con suavidad el muslo.
—Celoso.— lo acusó en un susurro.
—¿Qué? No, no. Estaba asegurándome que él también tenga espacio.— se defendió, mientras apretujó ligeramente el cuerpo ajeno entre sus brazos.
—Sí, ajá.— se burló.
—En serio.— mintió, y le mordió ligeramente en el hombro.
Harry soltó un suave gemido a modo de queja, pero por alguna razón eso desbarató las hormonas de Louis, despertandole de golpe el miembro.
Harry abrió grande sus ojos cuando sintió la dureza contra su trasero, y se irguió ligeramente.
—La puta que te parió.— susurró.
—Perdón.— se disculpó el mayor en un susurro, pero no se inmutó, ni buscó dejar de apoyarsela.
Niall soltó un ronquido de hipopótamo.
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seriousless - larry
FanfictionEn dónde por culpa o gracias a Niall, Harry termina hablando con un joven y apuesto multimillonario de ojos azules... 》* 。 • ˚ ˚˛ * 。° 。 •˚《 ⤑ᵐᵒᵈⁱˢᵐᵒˢ ᵃʳᵍᵉⁿᵗⁱⁿᵒˢ ⤑ˢᵒᶜⁱᵃˡ ᵐᵉᵈⁱᵃ ⤑ᵉˣᵃᵍᵉʳᵃᶜⁱᵒⁿᵉˢ ⁽ᵐᵘᶜʰᵃˢ⁾