15- Hábito (pala.n't)

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(eeeem sí, decidí cambiar todo desde este cap así que ok)

—La concha de mi hermana. ¿De qué mierda me sirvió heredar todo lo que heredé de mi viejo si de todos modos ahora estoy agarrando la pala?— se quejó secando el sudor de su frente y resoplando de manera cansada, y un poco dramática.

—Menos quejas y más trabajo. La cuneta de Chinchi no se va a hacer sola.— lo retó Harry, quien se encontraba sentado en la sombra, comiendo helado junto a su nuevo hijo-mascota. Él sólo rodó sus oceánicos ojos y siguió excavando.

—Recordáme por qué estoy haciendo esto.— pidió molesto mientras clavaba la pala en la tierra y luego sacaba un buen segmento de la misma.

—Porque los carpinchos necesitan un lugar donde nadar. Vos irresponsablemente agarraste esa criatura sabiendo que vos vivís en un departamento y que en mi casa no teníamos pileta.— recordó con obviedad.

Louis resopló y miró al menor con un puchero en sus labios, cansado.

—Dale, amor. No me hagas esa carita, ya falta poco.— intentó animar a su novio.

—¿Al menos me compartís un poco de helado?— pidió con sus mejores ojos de cachorro, haciendo reír al de rulos, quien claramente aceptó porque es imposible negarle algo a un pelotudo tan lindo.

Lo observó dejar la pala atrás y correr hacia él, para caer arrodillado en el pasto y de un mordisco arrancar la mitad de la paleta helada de Harry, que no sabía si quejarse, o reirse por la desesperación del mayor, quien luego de gemir de placer al tener su boca refrescada, se le tiró encima, haciendo que caiga de espaldas al suelo.

—¿Qué hacés?— cuestionó entre risas, mientras era atacado por besos en su cuello, los cuales le causaban tantas cosquillas que le era imposible no retorcerse en el pasto. —Me estoy llenando de tierra por tu culpa.— se quejó, tratando de apartarlo sin esfuerzo.

—Después nos bañamos.— dijo restándole importancia, sin intenciones de salir de encima de Harry.

—A-Ah, ¡Auch! ¡Pelotudo! Me hiciste mierda.— gruñó ahora apartandolo de golpe cuando le succionó la piel con fuerza suficiente como para hacerle doler.

Louis cayó sentado de culo en el suelo, su cara instantáneamente se contrajo en una mueca que reflejaba culpa.

—Perdonáme, Hazz.— murmuró bajito, apenado, y se le acercó nuevamente para besarle la mejilla con suavidad. —Me emocioné de más.—

—'Ta bien, no pasa nada.— sonrió, negando con su cabeza porque no podía durar ni dos minutos enojado con su Lou. Luego asintió en dirección al hoyo en la tierra, que iba a mitad de proceso. —Siga en lo suyo, señor.—

Louis gimió en protesta, rodando sus ojos para luego ponerse de pie y volver a dirigirse a donde estaba excavando. Levantó la pala del suelo, y retomó su trabajo, de mala gana.

—Todo yo. Todo yo.— refunfuñó, molesto. Luego miró al rizado, quien se había vuelto a sentar, y se sacudía el césped de la ropa. —¿Por qué no lo haces vos? ¿Tanto te pesa el culo?— el cansancio lo estaba haciendo hablar como un nene de cinco años, pero no podemos juzgarlo, el máximo trabajo que ha hecho en su vida fue aplastar el orto en la silla de una oficina y promocionar arroz en instagram.

Harry no estaba muy contento con el cuestionamiento y las constantes quejas del chico, y se lo hizo saber; arqueando filosamente su ceja izquierda.

—¿Por qué no lo hago yo, Louis?— le devolvió la pregunta.

El aludido tragó grueso cuando esos penetrantes ojos verdes lo apuñalaron como una daga. Negó con su cabeza y siguió excavando.

—Porque tus manos son muy frágiles y no te podes presentar al trabajo con magulladuras ni nada que arruine tu presencia.— respondió como estudiado, y siguió en lo suyo.

Harry asintió y palmeó suavemente el lomo de la capibara, que todo este tiempo estuvo allí, juzgando la situación en silencio.

—El mío es más largo

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—El mío es más largo.— se burló.

—¿Qué decís? Iluso, ya quisieras tenerlo tan largo como yo.— replicó el más alto con sorna, el agua casi fría de la ducha caía agresivamente sobre ellos.

—🤌🏼🤌🏼, el mío es más largo, Harry. punto.

—Cerrá el orto, Louis. Si sabés que el pelo me llega casi hasta el pecho, a vos con suerte te tapa las orejas.— le recordó, y le disparó shampoo porque sí.

Louis se carcajeó por la incoherente acción, y abrazó el desnudo cuerpo mojado de su novio, dejándole un beso en el hombro.

—¿Cómo carajos terminé con un novio tan pelotudo?— cuestionó el contrario, en un susurro.

—Eso es lo que me pregunto yo.— se encogió de hombros el más bajo, mirándolo con diversión. Luego le robó un besito. —¿Vamos a clavarnos una siestarda? — lo invitó, sonriéndole hasta enseñar sus aperlados dientes.

Harry entrecerró sus ojos.

—Una tarde preciosa que podríamos aprovechar para salir, pero el señor siempre tiene que salir con sus planes de matrimonio cincuentón.— se quejó, apartándose del mayor para cruzar sus brazos sobre su pecho.

—Ah, Harry. No te hagas, si siempre sos vos el que jode y jode con que durmamos una siesta. Por tu culpa se me pegó ese hábito.— lo acusó, fingiendo estar molesto mientras las comisuras de sus labios amenazaban con elevarse y delatar una sonrisa.

—Ah, cierto.— cedió, soltando un prolongado bostezo.

— cedió, soltando un prolongado bostezo

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holaaa

nada que ver pero me parece gracioso que también estoy menstruando como la primera vez que escribí este capítulo.

anyways, no sé que carajos estoy haciendo con mi vida.

jaksjdk bueno bai.

–S.

seriousless - larryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora