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06: Viviendo con los abuelos.

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A Minjeong le tomó un buen tiempo razonar lo que sucedió. Pasó de vivir toda su vida rodeada de almas a estar junto a una niña de ocho años que la trataba como si fuera un bebé. Al principio le parecía ridículo, al ser ella cuatro años mayor, pero en ese diminuto cuerpo no se hacía notar.

Para los humanos, ella era apenas una gata de algunos meses de edad y no una Alma que venía de una realidad completamente distinta a la suya.

Era su primera noche y no podía ni cerrar los ojos, no tenía sueño y estaba muy asustada como para hacer algo al respecto ¿A dónde podía ir? Todavía recordaba la explicación que le dieron sobre los deseos y si sus conocimientos no fallaban, no tenía forma de devolverse a su mundo con las otras Almas. Jimin la había atrapado en ese cuerpo y en la tierra.

Un ruido la estremeció y notó que se abría la puerta de la habitación. Los abuelos de Jimin estaban parados ahí. —Al menos está durmiendo. —Logró escuchar claramente a la abuela, ahora tenía orejas que le permitían escuchar mucho más que antes. —Creo que no la podremos despegar de esa gata. —El abuelo soltó una risa mientras mencionaba eso, desde pequeña su nieta mostraba un claro gusto por los animales y ahora tenía una mascota para ella sola.

Minjeong se volvió a mirar a Jimin, la niña dormía profundamente y por alguna extraña razón, eso le quitó un poco sus preocupaciones.

Decidió que si tenía que buscar forma de volver, tenía que estar tranquila y relajarse un poco. Apegó su cuerpo al de Jimin y finalmente logró dormir su primera noche.

Cuando despertó al día siguiente, Jimin ya estaba vestida y mirando por la ventana, casi como esperando por ella para poder comenzar su día. Quiso saludar, asustándose con el maullido propio, siendo el sonido algo a lo que todavía no podía acostumbrarse. Jimin se dio vuelta rápidamente y caminó en su dirección, acariciando sus orejas, Minjeong sintió alegría y su cuerpo comenzó a temblar. Estaba ronroneando y eso la puso tímida, todavía no le era fácil entender que su cuerpo ya no reaccionaba a las cosas como lo hizo toda su vida.

Jimin la tomó en sus brazos y comenzó a decir en voz alta todo lo que tenía planeado para que hicieran ese día. Llegaron a la cocina, donde su abuela le reprochó el llevar a la gata a todos lados, pero luego de escuchar su explicación no pudo hacer otra cosa más que aceptar "Las dos nos quedamos solas, necesitamos estar juntas" Le había dicho, sin dimensionar lo profundo que habían calado sus palabras en el corazón de su abuela.

La niña se sentó a desayunar, sin olvidar guardarle un espacio a Winter en la silla de al lado. Winter bebió su leche tibia con tranquilidad, escuchó a la abuela decirle que más tarde irían al pueblo para comprarle comida apropiada a la gata, quien, según ella, se pondría mal del estómago si seguía tomando leche.

Jimin protestó, mostrándole lo feliz que se veía Winter tomando leche, lo cual le obligó a escuchar un serio sermón sobre el cuidado de las mascotas, terminando en un serio compromiso de su parte de ser una buena dueña si quería quedarse con Winter.

Después de desayunar, se subieron a la camioneta de la abuela (Jimin rechazó separarse de la gatita) y emprendieron su viaje hasta el pueblo más cercano. Jimin la sentó sobre sus piernas, y sin poder controlar su curiosidad, Winter puso su cabeza en la ventana para ver el que sería su nuevo hogar.

Winter sabía que la tierra no era un lugar realmente seguro, pero en los brazos de Jimin sentía que nada malo le podía pasar. Las tres entraron a distintas tiendas, algunas para comprar cosas para la casa y otras para los animales.

Blackcat. (Winrina)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora