Blackcat. (Winrina)

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21: El primer día de trabajo.

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—¡Buenos días, señor Kim! —Tal como prometió, Minjeong llegó a primera hora al que sería su nueva experiencia laboral. El exceso de alegría contagió al hombre de avanzados cincuenta años y lo hizo sonreír de inmediato.

—Minjeong, me alegra que decidieras venir ¿Lista para comenzar?

—¡Por supuesto!

Lo primero que hizo el señor Kim fue entregarle un delantal de color verde que tenía decoraciones blancas de patas de perro. —Bueno, tendrás distintas tareas durante el día. Te voy a explicar lo básico, pero en el transcurso de las horas puede que te pida algunas cosas extras ¿Sí? —Minjeong asintió y comenzó a caminar tras él por los pasillos de la tienda. —Lo principal es que mantengas limpio, la tienda no se ensucia mucho, pero los días de lluvia los clientes llegan con los pies sucios o de vez en cuando algún perrito hace de las suyas. —La tienda era pet friendly por lo que muchos visitantes entraban con sus mascotas. —Algunos clientes también se arrepienten de llevar algo y lo deja donde estén. —Le mostró como ejemplo un snack para gatos que estaba situado en la parte de conejos. —Debes preocuparte de que todo se mantenga en su lugar.

—Entendido.

—También te recomiendo que estudies todos los productos a medida en que se te haga posible, algunos clientes te harán preguntas y la idea es que seas capaz de recomendar lo mejor que ellos puedan obtener. Puedes usar la computadora para investigar. —Mientras recorrían la tienda, el señor Kim iba ordenando algunas cosas. Al final, le entregó una máquina que jamás había visto. —Con esto escaneas los precios por si existe alguna duda. Los días viernes cambiamos los precios y será tu responsabilidad hacer los cambios correspondientes, cuando llegue ese día te explicaré como hacerlo. Sobre el almuerzo, tienes una hora de una a dos. Puedes comer aquí o salir, pero debes estar puntual a las dos ¿Alguna duda?

—Creo que ninguna.

—Muy bien, yo estaré en la caja, no olvides preguntarme si te surge cualquier duda.

Se quedó sola en uno de los pasillos, la tienda ya estaba abierta, lo que significaba que podía venir algún cliente en cualquier momento. Esa noche casi no había dormido al pensar en cómo sería su primer día de trabajo, Jimin decidió dormir con ella y llevarla personalmente porque ella también comenzaba en la veterinaria de al lado. Eso era sin duda algo tranquilizador.

Jimin le había dado una charla muy seria de todo lo que debía hacer para no llamar la atención de forma negativa y también le recordó que ella estaría pendiente para cualquier cosa que necesite.

La campanilla sonó y la devolvió al lugar en el que se encontraba. Una pareja pasó al lado de ella sin prestarle atención, escuchó que discutían algo sobre un collar para su perro y los siguió con la mirada para ver cómo se debatían entre uno de color rojo y otro rosado. —Podrían llevar ambos, el segundo tiene cincuenta por ciento de descuento. —Ambos la vieron, recién notando su presencia. Minjeong agachó su cabeza, pero igual escuchó como le agradecían y finalmente se llevaban ambos collares.

Tomó luego la escoba y la pala para mantener limpio el lugar. Sentía que a primera hora no debía haber imperfecciones en la tienda.

Se sentía bien poder hacer las cosas que las chicas le impedían hacer en casa. El señor Kim la trataba como una persona normal, lo que justamente era lo que quería sentir. Terminó de barrer toda la tienda y varios clientes habían entrado en el transcurso de esos minutos. Dejó la pala y la escoba en una esquina y vio que había una pequeña fila en la caja donde el señor Kim trabajaba a toda marcha. Ayudó a algunos clientes a guardar sus compras en las bolsas y luego tomó las cosas que quedaron olvidadas en la caja para poder llevarlas a su correcto lugar.