Capítulo XXXVII

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(...)

No habían dejado entrar a Chris a la sala de partos por ende la chica estaba sola, posteriormente llegó Claire, quienes estaban ansiosos por saber cómo iba el procedimiento. Horas después les dejaron entrar.

La chica se encontraba con la bebé en brazos, Claire trató de no desfallecer por la emoción, ambos hermanos se acercaron a verle.

-Es preciosa- habló la pelirroja observándola.

-¿Quieres cargarla?- Claire sintió sus ojos humedecerse, a lo que asintió lentamente.

Con cuidado levanto a la pequeña en brazos para observarla, posteriormente Chris se acercó a mirar a la nena, estaba maravillado por la experiencia.

-¿Ya tiene nombre?- preguntó el mayor de los Redfield.

-Miranda Elizabeth Woods- soltó observando la sonrisa de ambos hermanos.

-Bienvenida a tu nueva familia Miranda, tu tío Chris está emocionado de verte crecer.

(...)

Los primeros meses no fueron los mejores, ______, tuvo que lidiar con los llantos de la pequeña, no sabía cómo calmarla y eso le asustaba y la colapsaba.

La pelinegra caminó hasta la cuna de la pequeña, quien lloraba a pesar que la chica había agotado las alternativas de poder calmarla.

-Miranda mi amor- susurró la chica a punto de llorar también- mamá está aquí cariño no llores- así que la tomó en brazos para cargarla, lo que logró calmarla un rato.

Así que supuso que su olor y esencia la mantenía calmada, por lo tanto, caminó hasta el armario buscando alguna prenda, y una camiseta que desconocía cayó a sus pies, la pelinegra frunció el ceño pues no recordaba que fuera de ella, al tomarla supo que era de él, y como si de una aguja se tratara sintió un pinchazo en su corazón.

La tomó y caminó nuevamente a la cuna de la pequeña, la deposito nuevamente en su lugar, pero su manito no soltaba la prenda que anteriormente había encontrado.

-Mi amor eso no es mío, deja que me deshaga de ella- logró soltar su manito, pero ella empezó a llorar nuevamente.

Frunció el ceño, y acercó nuevamente la prenda, sorpresivamente la pequeña la tomó con su manita dejando de llorar, así que la pelinegra no tuvo otro remedio que dejársela, por lo que la coloco como manta a su lado.

-Dios, ¿aun así estas teniendo influencia sobre ella? - negó mientras se abrazaba así misma observando a la pequeña dormirse más rápido.

(Miranda 3 años)

La pelinegra buscaba a la pequeña por todo el apartamento, sin éxito alguno, pues tenía que alistarla dado que iban tarde.

-¡Miranda!- habló la chica deteniéndose en medio del lobby- contare hasta tres, si no te entregas, el Sr. Cosquillas ira a prisión por cómplice-

-¡Señol Cosquilla no!- la pequeña de tres años salió de su escondite, para su corta edad ya sabía caminar sin caerse tan seguido, así mismo su pequeño cabello castaño claro con reflejos rubios solo acrecentaba el parecido a su padre, así mismo sus ojos, esos orbes que para _____, eran como si de mirar a Leon se tratase.

-¡Te tengo!- la niña rio mientras su mamá la llenaba de besos.

Al cabo de unas horas, se encontraban en la casa de Claire, quien había invitado solo a personas allegadas, sin embargo, ella ante cualquier pregunta mentía sobre la pequeña, pues de esa manera su vida no corría peligro.

-¡Tía Clai!- la pequeña corrió siendo levantada por la pelirroja.

-¡Pero si es mi sobrina Favorita!- la lleno de abrazos y besos.

-Mami tiene tu regalo- señalo las manos de ______.

-Feliz Cumpleaños a mi pelirroja favorita- la pelinegra le abrazó nostálgica.

Mientras la pequeña Miranda jugaba en la sala de estar, _____ y Claire hablaban en la cocina.

-Entonces, me imagino que, por ella, no te involucraras más en este tipo de cosas- habló deslizándole una carpeta.

-Claire, no quiero que mi hija crezca con una madre ausente, ya tiene mucho con su padre-soltó bufando mientras tomaba de su bebida.

-Ambas sabemos que tuviste la oportunidad de decírselo- reclamo Claire.

-¿y qué se supone que le iba a decir?- ahora _____ miró a la contraria- algo como ''Hey Leon, tienes una hija'', él no se molestó en arreglar las cosas Claire.

-Tú no dejaste que él se acercara- susurró la pelirroja.

-¿De qué lado estas?- preguntó la pelinegra levantando sus manos cansada.

-Del de Miranda- la pelirroja se acercó hasta ____- Solo te digo esto como amiga sabes, no puedes dejar el pasado y ocultarle a ella que su papá existe, ella merece tener un padre y aunque ustedes tengan diferencias ella no tiene la culpa.

-Y ¿cómo estas tan segura de eso?, hace meses que no saben nada de él Claire- los ojos de la pelinegra estaban llorosos- ni siquiera sé si sigue con vida- soltó frustrada.

-Pero la DSO... ¿no ha informado nada sobre su paradero? - preguntó sobando la espalda de la pelinegra.

-Creo que es información clasificada a la que no puedo acceder, o es eso, o también se esconde como yo- rio amarga.

Ahora la chica se encontraba cargando a una Miranda totalmente exhausta, caminando hacia el vehículo.

-Chris me dijo que recompensaría no haber visto a Miranda- habló la pelirroja.

-Tranquila, sé que Redfield aún es el Capitán, y que siga así- ambas se despidieron de un abrazo.

(Miranda 5 años)

______, sentía que los años habían pasado como si de meses fueran, en un abrir y cerrar de ojos la pequeña Miranda tenía cinco años, y tal como lo supuso, se iba pareciendo no solo físicamente a su padre, sino también en su forma de ser, algo que agradecía porque sinceramente no le gustaba la idea que se pareciere a ella.

Ahora se encontraba revisando unos informes sobre una misión específica de sus chicos, los viejos hábitos nunca mueren, por lo tanto, solamente les ayudaba en el análisis de casos en lugares concretos o sospechosos de brotes.

-¡Mami!- la pequeña corrió hasta donde su madre- ¡Vamos!- le extendió un folleto que había visto cuando salieron de compras.

-¿Ferry?, ¿Te quieres subir a uno?- observó cómo su hija saltaba de emoción- Aquí dice que es directo a Alcatraz, ¿Por qué te da curiosidad ese lugar?- su hija a veces podía ser muy curiosa, la última vez tuvieron que ir a una expedición que salió por televisión.

-¡Vamos mami!- hizo puchero y juntó sus manitas para suplicarle.

-Sabes que esa es mi debilidad- la tomó en brazos para apapacharla- ¿estas consciente que tienes que hacer maletas verdad? - al escuchar eso la niña chilló de felicidad para salir corriendo a su habitación.

Sin mayor problema entro en la web y compro dos boletos, ida y vuelta, y con un Clic ya había caído en el truco de su hija por chantajearla con su dulzura. Se estiró en su silla, sus huesos crujieron, pero una notificación por parte de David llamó su atención, al parecer era un nuevo caso de virus.

-¡Mami!- la voz de su hija la distrajo del computador, y hasta cierto punto ya era momento que apagara esa cosa, así que ignoró el correo y cerró el computador.

-Dime cariño- caminó hasta su habitación, donde la pequeña se encontraba en un dilema, no sabía si meter su pequeño peluche o su juguete.

Nota

No quiero emocionarlas pero estamos entrando en la trama de Death Island, asi que saquen sus conclusiones, los amoooooo

Desde esa noche //Resident Evil// Leon S. Kennedy y túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora