Desde esa noche //Resident Evil// Leon S. Kennedy y tú

Capítulo 15

Nota: lo escribo en números porque anteriormente me confundi y en lugar de escribir XIV escribi XVI JAJSJASJ siempre cagandola <3

Luego de la despedida de ambos el rubio ya se encontraba en el elevador del edificio parcialmente estable junto a Helena, quienes iban sumergidos en un completo silencio, Leon por su parte se encontraba con la mirada perdida, pero no en el caos de afuera, sino más bien en sus pensamientos, donde la pelinegra aparecía sin ningún pudor invadiendo no solo su mente, sino también su corazón, claro que estaba confundido, pero eso era lo que dictaba su cerebro, sin embargo, su corazón mostraba lo contrario.

-¿Ella... es algo más que una amiga, verdad?- cuestionó Helena a un lado del rubio- sientes algo por ella- sin embargo, el rubio guardo silencio manteniendo la mirada ahora en el reflejo de su persona que le proporcionaba el cristal del elevador.

Una fuerte explosión les provocó que saltaran del elevador el cual quedó colgado a segundos de caer.

-No te recomiendo que mires hacía abajo- habló el rubio tratando de subir por el hierro.

-No planeaba hacerlo- soltó la castaña tratando de llegar a un lugar seguro.

-¿Simmons?- soltó extrañado Leon al observar que peleaba con alguien.

-¿No había muerto?- exclamó la castaña llegando a una estructura.

-¡Esa es Ada!- habló el rubio al observar que la asiática había sido impactada por Simmons- ¡Helena cúbreme!- dicho eso saltó hasta la estructura donde yacía la asiática- Ada , ¿me oyes?- la levantó por los hombros colocando su espalda en una de sus piernas- no puedes acabar así.

-Aléjate de ella Leon, no eres lo suficientemente hombre para ella- al escuchar eso el rubio enderezó su espalda afianzando su agarre en su arma, soltando disparos a la criatura.

-Vamos despierta, si de verdad eres Ada, sé que saldrás de esta- volvió a hablar el rubio con la esperanza que la contraria abriera los ojos.

-Solo estaba descansando la vista- soltó la asiática incorporándose con la ayuda del rubio.

-No se puede dormir en el trabajo- espeto apuntando a la bestia que se acercaba.

Leon, Helena y Ada recargaban constantemente, su resistencia disminuía de a poco, Leon había sido golpeado incontables veces, tantas que supuso que sus huesos estaban rotos, su cuerpo no daba señales de querer seguir al menos de pie, lo único que le reconfortaba era que la pelinegra no estaba sumergida en este caos, y como si fuese la última esperanza se levantó haciendo crujir uno que otro hueso, y siguió disparando, pero Simmos se había abalanzado a él provocando que quedase colgado.

-¿Quieres vivir?- preguntó Simmons colocando la suela del zapato sobre la mano del rubio, ejerciendo cada vez más presión- Entonces, suplica por tu vida- espeto con odio.

-Yo paso- soltó el rubio tratando de sostenerse de lo que fuera.

-No siempre se consigue lo que quieres, Simmons- habló Ada incrustando una flecha en el costado de este, dejándole caer al vacío mientras ella disparaba su arma de gancho para saltar a otro edificio.

Leon logró subir pero se quedó ido observando entre el caos la figura de aquella mujer, sin embargo un mensaje lo saco de sus pensamientos.

"Se me hace tarde, debo irme, pero les he dejado un regalo de despedida en la azotea, ya nos veremos Leon"- Ada

Y sin más el rubio salió junto a Helena hacía la azotea, encontrándose con otra mutación de Simmons, que al parecer era como un insecto.

-¿Nunca se cansa eh?- habló sarcástica Helena.