Entre nosotros dos | SEGUNDO LIBRO

Veintinueve

Cinco meses después...

Ayden

—Sé amable —me recuerda Declan por enésima vez.

—Declan, como me lo vuelvas a decir...

—Así no —me corta.

—Cállate.

—Veo que estás de buen humor —bromea —, estar sin Leah te está sentando bien.

Ignoro su comentario.

Llevo cinco meses sin saber nada de Leah. Cinco meses. Y con cada día que pasa me arrepiento más de haberle pedido tiempo, ¿en qué cojones estaba pensando?

En mi cabeza, darnos un tiempo era estar, máximo, dos semanas separados, no cinco putos meses. Ni siquiera sé por qué no ha contactado conmigo aún, ¿se ha dado cuenta de que realmente no quiere que estemos juntos?

—Chicos, ¿estáis listos? —una mujer aparece delante nuestro, devolviéndome a la realidad.

Declan asiente en respuesta.

—Bien, ya podéis pasar.

Pasamos por la alfombra roja. El flash de las cámaras me ciega durante los primeros segundos pero acabo acostumbrándome. Todos los paparazzis y reporteros gritan mi nombre, esperando a que mire en su dirección para tomar la foto.

Y después de unos minutos, que se me hacen eternos, veo que Maddie se acerca a mí. Mi mano se posa en su cintura cuando llega a mi lado y sin decir nada, volvemos a mirar hacia delante. Ahora los gritos aumentan llamándonos la atención a ambos.

Pocos segundos después, Declan y Bridget se posicionan a nuestro lado.
Los cuatro nos juntamos para tomar las fotos en grupo. 

Estamos en la premiere de una nueva película. Hace, más o menos diez meses que terminamos de grabarla, y hoy se va a estrenar.
Es una película de romance con cuatro protagonistas, cada pareja tiene su respectiva historia, pero de alguna forma, se conectan. 

Aunque Declan es uno de los protagonistas, y en la historia es mi hermano, prácticamente pasamos tiempo juntos durante la grabación. La mayoría de mis escenas eran con Maddie o completamente solo. En la película él está en Barcelona y yo en Italia, por lo que mucha de la comunicación que mantenemos es por llamada. Por lo que recuerdo, tan solo llegamos a grabar juntos cinco días de los tres meses que estuvimos.

Empezamos a movernos cuando nos indican que podemos seguir adelante. Los gritos de la gente cesan cuando entramos en el cine.
Ahora tan solo falta responder a algunas preguntas e ir a ver la película. No sé cuál de las dos cosas me apetece menos.

Realmente agradezco que Declan esté aquí conmigo. Estar solo hubiera sido aún peor.

Los cuatro seguimos a la señora hasta estar delante de una chica que está sujetando un micrófono.

—Buenas noches —nos sonríe ella, amablemente.

—Hola —saludamos todos casi al unísono.

—¿Cómo ha sido para vosotros volver a grabar juntos después de tantos años? —pregunta, alternando la mirada entre Declan y yo.