Parte V: Explosión de sentimientos

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Una cabaña temporal era bañada por los rayos del sol, colándose por la ventana iluminaba el pequeño lugar, aun así, desde hace horas solo se escuchaban lamentos dentro de la cabaña.

—Quiero volver a mi casa —Acurrucada en una esquina Laia hablo para sí misma.

—Tenemos que encontrar la forma de regresar —Sentado en una esquina Rubén observaba la urna de Gael.

—No —La fría voz de Cloe llamo la atención de los otros dos.

—Hija, no podemos quedarnos aquí, tenemos que hacer lo posible para regresar —La niña miraba atrás vez de la venta, el único reflejo que ella lograba notar eran sus apagados ojos y a su tonto padre.

—Debe haber alguna forma, no me iré de aquí sin Gael.

—Cloe, no creo que a él le hubiese gustado lo que estás pensando.

—No interesa —El brillo inundo la habitación cuando el arco de la chica apareció en sus manos, aunque iluminaran sus ojos pronto volvieron a apagarse —El ya no está aquí, no puede elegir.

—Pero ellos dijeron que no había forma.

—Ellos fallaron ¿Sabes que significa eso papá? —El mayor solo la observo en silencio, una adolescente en fase rebelde era lo último que quería —No lo saben todo.

—Era un buen punto, no tenía como debatirlo, aun así, el hombre solo susurro desviando la mirada— Eso no significa nada.

—Si ustedes se quieren ir perfecto, pero yo me quedaré.

—Cloe —Laia esbozo una sonrisa con los ojos clavados en el piso —Cuando mi abuela murió yo apenas tenía 6 años —Su mirada estaba clavada en un pequeño llavero en su mano, jugaba con el como si buscará desestresarse -Recuerdo que sufrí mucho por ella, la amaba mucho, lo primero que pensé en hacer era buscar una forma en la regresará, era un pensamiento muy infantil, pero para mí existía la forma.

—Lo lamento Laia, pero eso no viene al caso.

—Tu nunca has perdido a nadie ¿Cierto? — Cloe afilo la mirada, sus puños se tensaron fuertemente, esas palabras se clavaron como un puñal —Este mundo es mágico, podemos hacer cosas que normalmente son imposibles —Ella seguía gimoteando, Cloe aparto la mirada cuando vi los ojos vidriosos de su amiga —Este mundo está impulsando tus sueños inmaduros Cloe, yo también quisiera traerlo de regreso, pero si el murió tan fácil con todo lo que tenía ¿Que quedara de nosotros?

—¡Es distinto Laia! —Intento replicar el razonamiento de su amiga, aunque en el fondo sabía que no había forma llevarle la contraria.

—Es natural Cloe.

—Hija, no nos podemos quedar, yo... —Él sabía que lo que dijera en este momento impactaría en su hija, así que decidió elegir sus palabras —Lamento todo lo que pasó, pero...

—Señor Rubén —Laia interrumpió rápidamente al mayor —Ayudémosla.

Padre e hija se sorprendieron ante las palabras de la chica, una chispa volvió a los ojos de la peli marrón no pensaba que alguien la fuera a apoyar, menos su amiga más pesimista.

—Con una condición, si encontramos la manera de regresar, nos iremos de inmediato, con o sin Gael.

—No me interesa, encontrare la forma de revivirlo sea como sea, aunque dure una eternidad.

—Oigan niñas yo soy el responsable de ustedes, no decidan este tipo de cosas a la ligera —Rubén levanto la voz, su mente empezó a generar imágenes de cosas que podrían salir mal, haría todo lo posible por evitar las cosas que su mente podía pensar.

El Laberinto Eterno: Aventuras en un mundo laberinticoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora