-Bueno el primer paso señoritas y señor, es ponerle nombre al nuevo grupo que formaremos.
El ladrón lideraba el camino, directo hacia el mostrador, las chicas detrás de él celebraban de forma cómica incluyendo a Lilifolia obviamente, ya se habían acostumbrado a esquivar personas y caídas en el bulloso lugar
-¿Ehhh, disculpe, y como nos llamaremos? -Hasta ese momento llegaron las risas -Porque no le ponemos algo como "El grupo de Lad"
-¿¡Estas loco papá!? El nombre del grupo es algo importante, imagina "El salvador del mundo es el grupo de Lad" -Las chicas a sus lados abuchearon- ¿No suena épico verdad?
Incluso Lad estuvo de acuerdo, él era fanático de poner nombres épicos también, pero no era bueno poniéndolos, siempre que lo intentaba salía un nombre extraño o simplemente no pensaba en nada decente, uno de los motivos por el cual Lilifolia y el no tenían ningún nombre registrado.
-Bien repitamos esta historia una vez más, cuando nombramos Abyys fue igual de caótico ¿Como quieren llamar al grupo?
Los gritos estallaron, ambas chicas lanzaban un nombre tas otro, aunque ninguno convencía al grupo en general, Rubén intentaba dar nombres, pero en palabras de las chicas "Son demasiado aburridos" Lad intento dar alguna idea, pero el mismo lo descartaba antes de decirlo, incluso Lilifolia soltaba uno que otro nombre.
-¡El jardinonsito de las florecitas!
-No -Replico Laia.
-El páramo del caos.
-No -Ahora fue Rubén quien replicó, los pequeños cuernos decorativos de Lilifolia cayeron como si fueran las orejas de algún animal regañado.
-Disculpa, Lad, si no detienes esto estaré en la obligación de sacarlos del lugar y vetarlos por un dia por interrupción de funciones de una trabajadora del gremio -La misma chica del gremio que los había atendido con el tema de las identificaciones esperaba detrás del mostrador con una cara de pocos amigos.
-Ahg, disculpe señorita ya los detengo -Con un ligero movimiento de su mano sus cuatro acompañantes recibieron un fuerte golpe que los obligo a callarse rápidamente -Disculpa la molestia...
Tanto la chica gremial como el ladrón parpadearon, se dio cuenta en el peor momento que no sabía su nombre, la chica inclino su cabeza un poco esperando a que el terminara de hablar, el ladrón miró hacia el pecho de ella, la chica instintivamente se cubrió.
-Disculpa, si te cubres así no veo tu gafete -El color rojo invadió la cara de la chica, había escuchado rumores de que no era extraño que los hombres hicieran ese tipo de cosas en el gremio, pero que lo hicieran de forma descarada era otro tema para la novata, aunque no esperaba que el chico solo quisiera mirar su nombre, el fuerte sonido de su palma contra su cara alerto un poco al ladrón.
-Qué pena, pensé que estaba viendo algo más, me llamo Lavender -Su sonrisa temblaba por lo forzada que era al señalar su gafete.
-Un placer Lavender, eh, disculpa, queremos ponerle un nombre al grupo, pero como vez es algo complicado, todos los grupos pasan por esto, pero nosotros debimos haberlo pensado antes, ml disculpas -LA cara larga y monótona de la chica no cambio, con el comentario del chico, cambio cuando vio al grupo pelear detrás del ladrón aun por el nombre.
-Que exasperante son de verdad, pónganle algo como Acechadores de Calamidades o algo así y ya, lárguense, hacen mucho ruido y ya me está doliendo la cabeza.
El silencio reinó por unos segundos, las chicas se miraban las caras sorprendidas, la chica sabía que lo seguía, ya había pasado un par de veces antes, previendo la situación coloco su dedo sobre sus labios y una magia fue invocada, las tres chicas gritaron, pero su voz no fue escuchada, cuando se dieron cuentan, tanto Laia como Cloe se llenaron de preocupación, pero sus gritos de pánico fueron escuchados después.
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El Laberinto Eterno: Aventuras en un mundo laberintico
FantasyUna biblioteca es aburrida, ¿cierto? Cierto día, un grupo de cuatro personas son arrastrados a un mundo nuevo sin saber el porqué, una extraña entidad les advierte que debe acabar con los peligros que acechan al mundo si quieren cumplir con su deber...