capítulo 5: La Otra Cara De La Moneda

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Toda mi vida a sido complicada...siempre fui una chica complicada y frágil...pero cuando lo vi..fue como un rayo de luz en mi oscuridad. Lo ame con toda mi alma, aún lo inevitable.. el se quedó conmigo hasta el final..

Nací fragil y el pasar del tiempo contraje una enfermedad incurable...desde ese entonces...mi vida no ha sido facil, desde un principio convivo con la muerte. Pero trato sobrellevarlo, trato que todos me vean alguien positivamente.

Alguien que es.. alegre, brillante, perseverante etc. Pero la verdad es que.. Me desmoronó..

Pero eso fue antes de conocerlo..antes pensaba eso, ahora que el está conmigo, viviré y disfrutaré del tiempo que me queda..aún así.. el miedo persiste.

....

Me encontraba en la ventana de mi habitación, viendo como llovía ya que hace pocos minutos comenzó a llover.

Miraba como cae las gotas mientras se limpiaba sus ojos, recordando todos los momentos más felices qué tuvo con el, Poniendo la mano en la ventana.

»quiero...abrazarlo..sentir su calor, lo quiero aquí..« -pensaba mientras seguía mirando la ventana.

La madre tocaba su puerta, esperando una respuesta. -Hija la cena esta lista..

—No quiero comer, no tengo apetito. —lo decía mientras seguía viendo la ventana.

La madre ensiste pero le fue imposible que ella aceptara, diciendo irse.

La chica se percata que el regreso pero se notaba a la distancia que estaba peleándose con alguien, inmediatamente sale de su habitación para ir hacia el.

Por otro lado, el chico estaba en su habitación, pensando en la cita que tuvo con ella. Recordando los momentos divertidos con ella.

—Hijo la cena esta lista. —respondió su madre.

Este sale de su habitación para irse a la mesa, ya ahí le cuenta todo a su madre ya que siempre preguntaba por qué el estaba tan feliz, cosa que le resultaba curioso para el que siempre estaba tan serio.

—Es una chica agradable, invitala para cenar con nosotros algún día.

—si eso haré. —respondió mientras comía.

—Aun así.. su madre no le agradó.

—Acércate a ella,intenta que vea que eres honesto. —decía su madre que también estaba comiendo.

—Mamá, podrías comprarme..pinturas y nuevos pinceles? —pregunté.

—¿Uhmm? Pensé que no volverías a pintar. —preguntó con curiosidad.

—Es..que me siento inspirado. —respondí con una ligera sonrisa.

—Me alegro que vuelvas a pintar, claro que te los compraré, mañana estarán en tu escritorio. -terminaba de decir con una sonrisa.

—Gracias. —respondí

—Iré a visitarla ahorita. —Lo decía mientras recogía la mesa.

Amor A DistanciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora