MI VISTA ES LA TUYA

CAPITULO 25

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REBECCA ARMSTRONG

Yo amo mucho a mi familia, enserio. Mi mamá y mi hermano han sido todo lo que tengo prácticamente desde que nací, pero de verdad pueden ser un grano en el cul0 cuando quieren, y hablo de los dos, ¿A quién iba salir tan molestoso Richie? Claro, a mamá.

Y lo digo porque la tuve pegada todo el día insistiendo en que teníamos que salir en familia, después de que me terminará de convencer, terminé por arreglarme para salir, ¿Para qué nos queria tener al lado? Para que la ayudaramos en sus compras y lleváramos las bolsas, aún asi, amo a mamá. Finalmente en el centro comercial terminé por emocionarme y comprar cosas yo igual, ¿Y ahora quién está cargando casi todas las bolsas? Mi querido hermano mayor.

R: ¿No puedes llevar unas cuantas bolsas, Becky?

Me pregunta, se escucha cansado. Pobrecito, mamá lo trae cargado y yo también.

B: No puedo, le puedo pegar a alguien

Respondo tratando de no reirme.

R: No entiendo cuando tenemos auto, a mamá se le ocurre salir en taxi.

B: Sabes como es ella

Estiro mi mano

B: Dame las bolsas

Mi brazo se dobla por el peso de unas cinco bolsas Joder, avisame. Seguimos caminando, yo con ayuda de mi bastón siguiendo la voz de mamá que habla de no se qué cosas, pero se escucha emocionada.

M.B: Entonces como les decía, el otro dia vine a cenar con unas personas con las que colaboré en el trabajo a este restaurante

Nos detenemos

M.B: Es muy bueno, en realidad la comida es deliciosa, podriamos pasar a comer algo ¿Qué dicen?

B: ¿Cómo se llama el restaurante?

M.B: Future

Responde y puedo imaginarmela con esa sonrisa y esa picardia que siempre usa para convencernos de hacer algo

M.B: Vamos, además atienden muy bien.

R: Está bien, entremos

Termina diciendo Richie para tomarme del brazo y ayudarme a entrar al restaurante.

M.B: Esa mesa de allà al fondo

Escucho a mamá susurrar y nos dirigimos al parecer a esa mesa. Me siento en la primera silla que toco y dejo mi bastón a un lado por si en algún momento necesito ir al baño o algo.

M.B: ¿Estás cómoda dónde estás sentada, hija?

La voz de mamá se hace presente y niego rápidamente, nunca me ha gustado que me traten distinto, sólo cuando sea en un caso necesario.

B: Si mamá, tranquila tú sientate.

Escucho como dejan las bolsas a un lado mio, algunos murmullos de clientes me llaman la atención de cuanta gente hay en el lugar, por lo mismo pregunto:

B: ¿Está muy lleno? Escucho a algunas personas.

R: En realidad no tanto

Responde Richie, al parecer echándole una ojeada al interior del restaurante ya que se queda en silencio un momento

R: No está ni muy vacio ni muy lleno.

B: Ya veo, al parecer es algo elegante, no se escucha como si fuera gente joven

Me encojo de hombros.

R: La verdad si, hay puros vejestorios.

M.B: ¡Oye! ¡No olvides que está tu madre acá!