MI VISTA ES LA TUYA

CAPITULO 4

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REBECCA ARMSTRONG

Tras irse Freen, subo a mi habitación, dejando la puerta abierta tras mi. Me tiro a mi cama para descansar del pesado dia que tuve en el instituto, es una gran carga estudiar literatura y escritura, y también es una gran carga soportar a la bola de imbéciles que no hacen más que señalarme y hacer comentarios sobre mi no visión.

Estaba entrando al mundo de Morfeo cuando siento unos pasos poco delicados acercarse a la puerta de mi habitación, aqui vamos de nuevo.

R: ¿¡Ya se fué tu ligue!?

Escucho la voz de mi hermano mayor retumbar en mi cabeza y hago una mueca.

B: Maldita sea Richie, ¿Acaso no sabes tocar la puerta? Y no, no es mi ligue.

R: Como sea

Siento la cama hundirse a mi lado

R: Tienes que encontrar a alguien, estás muy sola.

B: Tú también estás solo y yo te veo bien

Le recuerdo imaginándome todas las maneras posibles de sacarlo de acá con un poco de amabilidad.

R: Yo no estoy solo.

B: Que solo te quieran para cojer no significa que tengas la gran relación

Debato.

R: Al menos yo cojo

Rie

R: Y a mi si me quieren para algo

Dice y puedo jurar que me está sacando la lengua.

B: Aún asi, prefiero estar sola a algo asi

Respondo con amargura.

R: ¡Cómo quieras!

Grita y siento sus pasos alejarse

R:  ¡Igual te vas a terminar ligando a esa chica!

Lo escucho correr por el pasillo.

B: ¡Richie  Lopez ven acá!

Grito para levantarme y correr hacia la puerta

B:  Te voy a matar

Susurro y lo siento chocar contra mi.

R: No seas estúpida, te terminarás matando algún dia si corres asi

Me toma del brazo y me sienta en la cama

R:  Además bien sabes que no me gusta que me llames así.

B: Sigo sin entender porqué no te gusta que los demás se enteren que nuestros apellidos no son los mismos

Digo.

R: Porque bien sabes que tú eres mi hermanita pequeña y aunque no tengamos el mismo padre yo no lo veo asi

Siento como me abraza y me remuevo para que me suelte Prefiero decir que sólo somos hermanos porque así es.

B: Eres un maldito cursi

Ruedo los ojos.

R: Y tú una maldita amargada.

B: Asi me amas.

R: Digo lo mismo.

Lo cierto es que no compartimos apellido ni padre pero no podemos vivir sin el otro, somos solo nosotros y nuestra madre. Cabe decir que a mi pobre madre cuando tenía 17 años su novio le prometió las estrellas, el cielo y todo lo que quisiera, terminó embarazada e ilusionada sin nada porque mis abuelos la echaron de casasiendo que pudieron haberla apoyado, sobretodo por su condición económica aún así, ella consiguió trabajo y sacó adelante a su hijo. Dos años después otro hombre vino y le hizo creer de nuevo en el amor y en que podia rehacer su vida por completo, quedando asi de nuevo embarazada, esta vez de mi, resultando así ella de nuevo con las esperanzas por los suelos.