-𝐅𝐎𝐑 𝐘𝐎𝐔- | ❛Después de años sin tener contacto entre las dos familias reales. La princesa heredera, regresó a King's Landing junto a toda su familia en un intento de defender el nombre de sus hijos ante la corte.
Esto revivió relaciones tant...
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Una tormenta caí en Desembarco del Rey, toda la familia se refugiaba en la fortaleza y justamente ese día el rey había decidido organizar otra cena con todos los integrantes de su familia. Los mayores creían que Viserys ya tenía una respuesta para el matrimonio de su hija menor y durante la velada lo anunciaría.
En sus aposentos se encontraba Visenya y su caballero juramentado, ella leía a la orilla de la ventana mientras él la observaba. Así era la mayor parte de su tiempo, si es que no salía a entrenar con Ser Criston o a salir a volar con su dragona, algo que a Viserys nunca le agradó.
De pronto, la puerta de la habitación fue tocada por afuera de esta. La criada principal de la princesa -Mila- entro y bajo su cabeza para saludar a la joven princesa.
-Mi princesa, la mano está aquí- dijo parándose al lado de Ser Reinor
Visenya se levantó y dejó su libro en la mesa que tenía al lado de ella junto a un té para evitar un resfrío por el clima.
-Visenya- decía Lord Mano, acercándose a su nieta y depositando un beso en su frente mientras tomaba sus hombros
-A qué debo tu visita, abuelo- preguntó la menor conectando la mirada con el mayor, que era mucho más alto que ella
-El rey a mencionado que quería realizar otra cena con toda la familia- la menor borró su sonrisa por lo que se imaginaba -Tu madre y yo creemos que su majestad a tomado una decisión, y tu mano será entregada hoy-
-Entonces...- insinuó la menor, dando unos pasos para atrás alejándose de su abuelo -He sido vendida a cambio de la felicidad de una mujer caprichosa- dijo con la voz a punto de quebrase
-Hay que esperar lo mejor hasta el último momento Visenya, y esperemos que el rey comprenda y tu matrimonio sea con Aemond-
-¡El nunca pondrá mi felicidad encima de la de su hija y sus nietos!- dijo entre gritos y pocas lágrimas la menor -El rey dejó muy en claro hace años a quien de verdad quería a su lado. Y mis hermanos ni yo estamos en ese lugar-
Otto volvió a su semblante serio y amargado de siempre -Guarda tu enojo para otro momento y concéntrate en lo importante. No dejes que tu corazón de mujer guíe tu juicio y tus palabras- dijo el mayor, retirándose de los aposentos con rapidez
-Sentimientos de mujer...- contestó Visenya con enojo pero en voz baja
-Mi princesa, pediré a las criadas que preparen su baño- dijo Mila bajando su cabeza para retirarse de la habitación cerrando las puertas con fuerza
