-𝐅𝐎𝐑 𝐘𝐎𝐔- | ❛Después de años sin tener contacto entre las dos familias reales. La princesa heredera, regresó a King's Landing junto a toda su familia en un intento de defender el nombre de sus hijos ante la corte.
Esto revivió relaciones tant...
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Horas pasaron hasta que Visenya despertó. Seguía en su vestido roto y manchado de sangre, igual de como había caído desmayada. Intentó ponerse de pie apoyándose de los muebles cerca de ella. Observó algunas cortadas en sus brazos y piernas hechas por los vidrios rotos que estaban por todo el suelo.
Se incorporó por completo y caminó hasta la puerta de sus habitaciones, pero antes de que pudiera golpearla, un hombre alto entró de sorpresa y sin tocar.
—Ser Criston— dijo con una voz seria, al ver al mayor delante suyo
—Princesa..— saludó bajando su cabeza, mientras entraba a la habitación —El rey y el consejo le an dado una audiencia—
—¿Dónde está mi bebé, Ser Criston?— cuestionó Visenya, evitando el contacto visual con el caballero. Caminó hasta su guarda ropa y arrojó el primer vestido que vio a su cama
—Es información que yo no poseo, mi princesa—
—Claro que sabe, por algo es el fiel caballero de mi madre— Visenya volteó su mirada, apretó los puños ante la nula habla de Criston —¿No dirás nada?—
—Lamento que allá sido lastimada, princesa. Sé que no esperaba nada esto— contestó el caballero. Se acercó unos centímetros, pero fue interrumpido por la mirada fría de Visenya —Pero hice un juramento—
—Lo sé y lo conozco de memoria, Ser Criston..— Visenya tomó paso y se paró delante del pelinegro —Su lealtad hacia mi familia es inquebrantable—
La habitación volvió a quedarse en silencio. La menor miró de arriba a bajo a su contrario. Su molestia no desaparecía ni por más que intentaba disuadir sus pensamientos con los recuerdos que tenía con ese hombre. Ser Criston Cole, el hombre que le había enseñado a usar la espada, que le compartió su amor por la batalla, quien fue más un padre para ella que su propio progenitor. La había traicionado de la peor manera, dejándola desolada y arrebatándole lo más preciado para una madre, su bebé.
—Salga, Ser Criston— contradijo Visenya, dejando confundido al mayor —Yo lo llamaré cuando esté lista..—
La pesada mirada que mantenía Visenya hizo que el caballero guardara silencio, sintiendo el peso de sus acciones sobre sus hombros. Sabía que la dulce niña a la que había conocido desde bebé, la había dañado como nadie.
—Mi princesa, yo..—
—Lo hubiera esperado de cualquiera, sinceramente..— respondió la princesa, interrumpiendo al Ser —Pero sus actos an causado mucho más dolor de lo que usted podría imaginar.. usted era como un padre para mí, o para esa indefensa niña que era ignorada por el rey—
