-𝐓𝐖𝐄𝐍𝐓𝐘 𝐒𝐄𝐕𝐄𝐍-

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—Visenya debemos irnos. Tenemos que llevar a los niños a sus recámaras— indicó Rhaenyra al tomar por la espalda a su hermana

—Eso puede espe..— dijo Aegon tratando de atraer consigo a Visenya

—Me disculpan hermanos, pero Rhaenor y Rhaenya tienen que descansar. Fue un largo viaje— sin dejar decir más a los mayores, Visenya fue directo al costado de su esposo y juntos salieron de la sala perdiéndose entre las multitudes de personas

—¿Dónde está su hermana?— preguntó la reina consorte al llegar con sus vástagos

Una bestia debajo del tablero. Una bestia por encima de los cielos.. tanto Aegon como Aemond salieron rápidamente de la sala dejando a su madre y a Daeron con las palabras vacías que pronunciaba la princesa

La reina puso sus ojos en su hijo menor que para evitar el enojo de su madre encima de él, siguió a sus hermanos mayores.

Son unos idiotas— pronunció con enojo la mayor. Helaena seguía hablando para si misma oraciones que confundían a su madre —Vamos con tu padre— Alicent tomó por detrás a su hija y comenzaron a avanzar junto al caballero jurado a su majestad por sus espaldas y Lord Mano

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En los aposentos del rey, varios criados ordenaban el lugar para el recibimiento de los príncipes de Dragonstone al igual que trataban de poner de pie a su majestad.

—¿Necesita algo más, mi rey?— dijo uno de los criados haciendo que los demás se detuvieran. El rey negó y todos salieron de la recámara con la cabeza agachada

Viserys se sentó como pudo en su silla delante de la chimenea y trató de colocarse su manta por encima de sus piernas. A los intentos fallidos, fue ayudado por su esposa, que había llegado junto a cuatro de sus cinco hijos.

—No debiste levantarte de la cama— regañó la reina al ver a su moribundo esposo —¿Tienes tu medicina?—

—No necesito esa tontería— respondió el mayor —Rhaenyra y Daemon están por llegar con mis nietos— Viserys alzó su mano hasta la de su esposa y la tomó haciendo que se detuviera —Quiero que cenemos. Hoy. Todos juntos—

—Si, querido— a su mucho pesar, Alicent terminó de acomodar la sábana de su marido y tomó lugar junto a él y sus vástagos esperando la llegada de las otras hijas del rey

Los caballeros que custodiaban la entrada, dejaron abrir las puertas dando paso a los príncipes junto a los más pequeños. La primera en entrar fue Rhaenyra junto a Visenya que se mantuvieron paradas esperando una respuesta de los reyes.

-𝐅𝐎𝐑 𝐘𝐎𝐔- | 𝘑𝘢𝘤𝘢𝘦𝘳𝘺𝘴 𝘝𝘦𝘭𝘢𝘳𝘺𝘰𝘯  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora