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—¡Taehyung!


Con la cabeza medio inclinada, Taehyung se había quedado plácidamente dormido. Al despertar, sobresaltado, se golpeó contra el mamparo. Por suerte, la gorra y el pelo amortiguaron el golpe, pero aun así fulminó con la mirada a Sung, que continuaba sacudiéndolo por el hombro. Abrió la boca para protestar, pero él se adelantó.


—¿Qué demonios haces todavía aquí? ¡El capitán está buscándote por todo el barco!


—¿Qué? ¿Quién? —Entonces recordó todo; dónde estaba y quién capitaneaba ese barco—. Oh, él —resopló—. Bueno, que se vaya a... —No, eso no era lo que correspondía—. ¿Qué hora es? ¿Me he retrasado en servirle la cena?


—Llevas más de una hora de retraso, creo.


Murmurando palabrotas, se levantó para dirigirse hacia la puerta.


—¿Crees que debo presentarme directamente a él o ir antes por su cena?


—La comida primero. Si está hambriento te irá mejor así.  - Se giró para mirarlo de frente.


—¿Qué quieres decir? ¿Está enfadado?


—No lo he visto, niño, pero piensa un poco —lo amonestó—. Es tu primer día a su servicio y ya has descuidado...


—Me he quedado dormido; no he podido evitarlo —interrumpió él, demasiado a la defensiva—. Además, él mismo me ordenó que me echara una siesta.


—Bueno, en ese caso no te preocupes. Pero no pierdas más tiempo.


Él obedeció, pero sin dejar de preocuparse. Aunque el capitán le había dicho que durmiera, le había ordenado hacerlo en su camarote, donde él pudiera despertarlo a la hora de servirle la comida. ¿No era esa la razón por la que deseaba tenerlo allí, para que estuviera a mano si la necesitaba? Y ahora había tenido que ordenar a sus hombres que la buscaran. Demonios, demonios... ¡Y él que creía que sus momentos de nerviosismo durante ese día ya habían acabado!

Entró en la cocina tan de prisa que los tres hombres interrumpieron sus tareas para mirarlo, boquiabiertos.

—¿Está lista la bandeja del capitán? —preguntó con celeridad. El cocinero señaló con un dedo cubierto de harina.

—Hace rato que...

—Pero ¿está caliente?

Él se estiró hasta donde alcanzaba su mediana estatura, con gesto ofendido.

—Por supuesto que está caliente. ¡Si acabo de llenar las fuentes por tercera vez!

Ya iba a enviarla con Hogan... aquí...

Pero se quedó sin palabras, pues él partió con tanta celeridad como había entrado. La bandeja, mucho más grande y pesada que la del almuerzo, no aminoró la rápida marcha de Taehyung. Tres hombres le anunciaron a gritos, en el trayecto, que el capitán la estaba buscando. No se detuvo a responder. Solo se puso más nerviosa.

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⏰ Última actualización: Feb 24 ⏰

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Amable y tirano - KookTaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora