Ayato recorrió cada pasillo de la escuela hasta llegar a la enfermería, una tipa con cabello azúl y el ojo parchado le hizo saber que su prima se encontraba ahí.
Entró casi derribando la puerta para encontrar a la presidenta del consejo estudiantil parada junto a la camilla donde Ayano duerme plácidamente, el ruido constante que sale de la menor cuando inhala aire le hizo saber al instante que algo resultó bastante mal.
Miró a la chica, Megami se mantenía mirando hacia afuera con los brazos cruzados, era obvio que estaba conciente de su presencia, después de todo no había sido muy silencioso. De hecho, le sorprendió que su prima no hubiera despertado por el pequeño alboroto que formó.
Con más sigilo que antes, se acerca a la camilla para observar con detalle a Ayano, en caso de ver alguna herida que explique su estado actual, pero no hay nada a la vista.
—Tres visitas a la enfermería en lo que lleva este mes... —Murmura Ayato, removiendo un mechón de cabello que tapaba los ojos de la niña —En dos de esas visitas usted ha estado presente, ¿No cree que es mucha coincidencia, Saiko san?
Como respuesta recibe un suspiro de molestia, después de todo el tiempo que llevaba así, Megami al fin le da la cara, mirandolo directo a los ojos. Se acerca de manera lenta, estando ella del otro lado de la cama.
—¿Aún cree que yo haría algo para dañar a su prima?
La confusión invadio el rostro del chico, también el pánico comenzó a extenderse desde sus pensamientos hasta cada extremidad.
—¿Cómo sabes que somos primos?
Lo único que Megami pudo hacer fue burlarse en su cara, la respuesta estaba frente a él, la similitud de apariencia era tan ridículo que podrían pasar por hermanos mellizos. Además de sus nombres, siendo el mismo, solo cambiando la "n" por la "t".
Añadiendo que se enteró por esa llamada en la que fue secretamente incluida, él no era del todo discreto. ¿Por qué un extraño se preocuparía tanto por Ayano en un inicio? Estaba segura de que no se hicieron amigos de la noche a la mañana solo porque ella hizo que la Aishi le mostrara la escuela.
Por si fuera poco, lo iba anunciando de allá para acá, diciendo que no deben meterse con ella o que la niña era intocable porque él se encargaría de que no recibiera ningún daño.
Pero como todo Aishi, sus palabras resultaron ser promesas vacias y sin cumplir, de no ser así, ella no estaría aquí y ahora preocupándose por Ayano.
—Su prima tuvo un ataque de asma que pudo haberle causado la muerte —Le hace saber, ignorando por completo la pregunta que le hizo —Yo no tuve nada que ver.
Ayato bajo la mirada, observando el pecho de la azabache subir y bajar con tranquilidad, pero un ruido rasposo salía de su garganta cada que inhalaba. Supuso que era debido a eso.
—¿Qué debo hacer para que mejore? —Cuestiona con verdadera preocupación, la sola idea de la muerte llevándose a su pequeña prima lo aterra, ella no merece eso.
—Le aseguro que no puede hacer nada por ella, al menos no esta vez —La crueldad de su voz ataca a Ayato como una cuchilla que se clava en su corazón.
Se pone a la defensiva, ofendido por la declaración sin trasfondo de Megami, ¿qué puede saber sobre si podía o no ayudar? No es como si ella fuera a hacer algo al respecto.
Si tan solo supiera lo equivocado estaba...
—¿Usted qué sabe sobre mi y Ayano? —Pregunta con un tono amargo —Así son los de clase alta, se jactan de buenas acciones que ni siquiera llevan a cabo, le aseguro que he sido mejor persona de lo que usted alguna vez será.
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¿Es una broma?... Porque no me hace gracia
FanficUn error lleva a otro mucho más grande. ¿Qué pasaba por la cabeza de esa chica? Se preguntaban todos, su seriedad siempre intimidaba a la mayoría, pero jamás parecía tener intenciones de hacerle daño a nadie. "Algún día ese alguien llegara, y tú ser...