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—Que te vei' rica, zorra.— elogió la Fer haciéndome sonrojar.

—¡Celeste apúrate!.— escuché gritar al Gino y segundos después tocó la puerta para poder pasar.— El Joaco se quiere comer las weas ahora y ya no se como quitárselas.

—Oh ese conchetumare, tu calma' noma', yo voy.— dijo la Trini saliendo enojada de la pieza.

—Me termino de alisar el pelo y estoy lista. Anda a ver qué no se maten por mientras.— pedí al Gino, él asintió y se fue, dejándonos a la Fer y a mi solas.

—¿Va a venir tu pololo?.

—No le pregunté, pero yo supongo que si. Ayer lo llamé pero no me contestó.

—Llámalo ahora po.— sugirió y yo asentí tomando mi teléfono. Después de algunos tonos, el David me contestó.

—Hola mi Kay.

—Hola Bambi.— sonreí y mi amiga me molestó por el sobrenombre.— ¿cómo estás?

—Un poco ocupado la verdad, ¿te molesta si te llamo mas rato? tengo algo que hacer ahora.

—Ya, tu tranquilo. Hablamos después.— me despedí y corté.

—¿Que wea?.— preguntó confundida.

—Dijo que estaba ocupado y que más rato me hablaba.— dije soltando un suspiro y sentándome en la cama.

—Puta pero dema' que viene. Tranquila noma'.— animó.

(...)

Ya son como las 10:30 de la noche y estaba la pura caga. Hay mucha gente, que no se de donde llegó, y ya se me perdieron mis amigos.

De repente se apagaron todas las luces haciéndome asustar y que las personas abuchearan. Sin darme cuenta, me agarraron de los hombros y me movieron un poco de lugar. Bastante asustada intentaba ver quien era pero no pude, hasta que se prendieron las luces y frente a mi estaban mis amigos, con el David por delante que sostenía una torta de cumpleaños.

Me cantaron el cumpleaños feliz y como siempre, yo miraba la torta para no incomodarme más. Claramente no hay peor momento que ese. Y cuando ya terminaron, gritaron para que pidiera los deseos.

—Espero que en tus deseos esté yo.— susurró el David haciéndome sonreír.

Soplé la vela y todos aplaudieron entusiasmados, algunos que no me habían saludado se acercaron a mi para abrazarme. Después de un rato me pude liberar y fui a la cocina, donde vi que habían ido algunos de mis amigos y mi pololo.

—Mi niña bella, estai' tan grande.— exageró la Luna cuando llegué, yo me reí dándole un abrazo. Cuando nos separamos, el Pipe se acercó a mi y me dio un abrazo muy apretado, que incluso me dieron ganas de llorar por lo confortable que era.

—¿En que momento creciste tanto?.— murmuró.— Perdón por no estar tan pendiente ahora, cuando más lo necesitabai'.

—No te preocupi' por eso Pipe. Estoy bien.— le susurré acariciando su espalda. Nos separamos y él me dio un beso en la frente. El David al ver que me soltaron, se acercó a mi para darme un beso.

—Feliz cumpleaños amor mío.— dijo dándome un beso pequeño.

—Muchas gracias, Bambi. ¿Quieres ir afuera?.— invité y él asintió tomándome de la mano para salir.

El patio era bastante grande, así que nos fuimos a un lugar donde no había tanta gente y nos sentamos en el pasto. El David se puso por detrás de mi para yo quedar entre sus piernas y él abrazándome.

𝐀𝐋𝐆𝐎 𝐃𝐄 𝐓𝐈 ; Kidd VoodooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora