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—Pero ¿pa' que te enojai'?.— se rió el Pipe.

—Porque vo' te burlai' po conchetumare.— respondí enojada.

—Oh la weona se detona al tiro, cálmate.

—Felipe deja de webiarme.— advertí.

—Pero es que eri' muy chistosa.— se rió.— como te va a complicar tanto no saber que ponerte.

Él se siguió burlando y riendo mientras yo lo miraba mal. Estoy hace más o menos una hora buscando algo lindo para ponerme. Hoy vamos a salir a la Bresh y es de esos días que me siento horrible. Además que estar con la regla no ayuda mucho al momento.

—Felipe no pienso ir a esa wea.— hablé enojada y frustrada. Entré al baño nuevamente y me cambié a ropa cómoda.

Cuando salí estaba mi pololo y su hermano sentados en mi cama, hablando. El Felipe me miró cansado cuando cacho que estaba con buzo y poleron.

—Puta Celeste, no me wei que de verda' te enojaste.

—Que te importa a vo'.— respondí sentándome en las piernas del David, él puso sus manos en mi cintura.

—¿Que pasó?.— preguntó corriéndome el pelo de la cara.

—La Celeste no quiere ir al carrete porque dice que se siente fea.— explicó mi amigo.

—Pero si es verda' po. Eligieron el peor día pa' salir.— dije amurrada.

—Felipe ¿porque no te vai' pa' abajo un rato?.— preguntó el David. El Pipe nos miró indignado pero igualmente salió de la pieza.

—¿Que pasa, mi amor?.— preguntó con voz suave.

—Me siento horrible y no se que ponerme pa' verme bien.

—Con cualquier cosa que te pongai' te vai' a ver hermosa.— habló mirándome a los ojos haciendo que me sonrojara.

—Mentira.

—¿Cómo que mentira? Yo no te miento nunca.

—El otro día me dijiste que me ibas a comprar galletas donuts y no me diste nada.— reclamé.

—Na' que ver. Aparte te compré un helado.

—No es lo mismo.— insistí. Él se rió y me abrazó muy fuerte.

—No se que voy a hacer contigo.— susurró.— Ya, a ver, ¿que opciones tienes?

Le comencé a mostrar lo que encontraba como "lindo" para la ocasión, pero al ponérmelo nada me convencía. Al verme ya muy frustrada, el David se paró a revisar mi closet, y después de un rato sacó un pantalón rojo.

—Oye que bonito este.— lo estiró para mirarlo mejor.

—Si, me gusta pero ¿con que me lo pongo?.— pregunté pensando.

—El otro día andabai' con una polera blanca y tenía como tiritas a los lados.— recordó, yo asentí y me puse a buscarla.

—¿Crees que se me vea bien?.— pregunté cuando ya tenía las prendas en mis manos.

—Celeste andai' pensando puras weas.— me retó.— Te vei' bonita hasta con pijama y no te vai' a ver linda con esto.

—Pero no me reti'.— le reclamé. Él se rió y me acercó a él para abrazarme por la cintura.

—Eri' preciosa, Kay. Deberías saberlo.— dijo dándome un beso en la frente.

Nos separamos y yo me fui al baño para ponerme la ropa, me miré al espejo y no me disgustaba tanto como me quedaron. Salí del baño poniéndome unos aros de estrella, el David al verme sonrió.

𝐀𝐋𝐆𝐎 𝐃𝐄 𝐓𝐈 ; Kidd VoodooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora