En una prestigiosa escuela de magia donde todos los alumnos se rigen por un estricto programa de materias, siempre hay un grupo de alumnos que quieren saber más allá de lo que se les enseña, pero en muy pocos casos también existe un chico que conoce...
Casilleros se cerraban, pisadas por doquier, timbres sonando. Era evidente que un nuevo día de clases estaba comenzando, un nuevo y aburrido día de clases, para muchos una oportunidad de aprender más y para otros... simplemente más horas de sueño. Independientemente de sus intenciones, todos ibas apresurados por los pasillos de tan enorme y lujosa institución.
Kim Soobin, un chico de cabello rubio y de alta estatura, caminaba con tranquilidad a su clase; la gente susurraba a su al rededor. Le preocuparía saber que la gente habla de él a sus espaldas, de no ser porque sabe la razón de aquello, es decir, ¿cómo no saberlo? Su mayor orgullo era saber que era la mejor calificación en toda la generación, su fama había comenzado desde el momento en que puso pie en la escuela, y no solo eso, ser el hijo de Kim Namjoon—uno de los más grandes magos del siglo— le daba ya cierto nivel de prestigio.
Tal vez sonaba soberbio, pero realmente disfrutaba saber que era parte del centro de atención, amaba que le subieran el ego. Así siguió caminando, con la frente en alto y orgulloso de sus maravillosos logros; eso fue hasta que se dio cuenta de que los murmullos dejaron de ser sobre él. Soobin no entendía, pero antes de que pudiera escuchar más, encontró a su grupo de amigos justo a la entrada del salón de la clase que le correspondía.
– Bin, hola. – saludó con mucho entusiasmo un chico de cabello naranja.
– Buenos días Yeon, Tae, ¿por qué tan sonriente?– dijo sarcásticamente, ganándose un pellizco del mencionado.
– Cállate, no pude dormir por culpa del gato de Jungwon.
– Yo te ofrecí un cambio de habitación pero te negaste.– respondió Yeonjun mientras encogía sus hombros.
– Peléense luego, locos, necesito preguntarles algo. – su expresión cambió a uno de preocupación. Al ver que muchos alumnos pasaban, decidió tomarlos del brazo y llevarlos a una esquina del pasillo. Ambos chicos lo miraron extrañados, pero con notoria curiosidad.
– ¿Qué pasó? Mucho secreto, ¿qué onda?
– Shh..– puso una mano sobre la boca de Yeonjun.– ¿Saben de quién están hablando todos?
Ambos rodaron los ojos, a pesar de que fueran sus amigos, conocían su forma de ser, sabían que necesitaba estar en boca de todos para subsistir.
– ¿De qué hablas? Si siempre están hablando de ti, loco. – respondió ya harto Taehyun.
Yeonjun se quitó la mano de la boca. – Creo que sé de qué hablas. Desde la mañana escucho a todos hablando de alguien, al parecer nuevo.
– ¿Un nuevo? Pero eso no tiene nada de especial-
– Pero no es cualquier nuevo– de pronto alguien habló a espaldas de Soobin, haciendo que tanto él como Yeonjun brincaran en sus lugares del susto.
– Lee Heeseung.– saludó Taehyun al recién llegado.
– Kang – replicó y se paró junto a él para seguir con su relato.– Escuché por ahí que el chico nuevo sacó un 100 perfecto en su examen de admisión, un hecho histórico.
Después de calmar el susto, el primero en hablar fue Soobin.
– ¿Un 100? – rió con ironía.– Imposible, nadie ha sacado esa calificación en todos los siglos que lleva activa esta escuela.
– Es lo que yo dije, pero escuché a los profesores decir que el chico sabe mucho más de lo que creen. Parece ser que conoce todo tipo de magia, antigua o moderna, lo sabe todo.– todos miraban a Heeseung atónitos, la decepción de repente crecía en Soobin. ¿Acaso este era su fin?
– Estoy seguro de que es solo un adulto que quiere presumir su capacidad en una escuela, no hay otra manera. – intentaba engañarse, sí, pero esto era demasiado para su pobre ego.
– Solo tiene 17 años. – Dijo Yeonjun, al parecer era de las pocas cosas que había escuchado.
Entonces sintió como si se le saliera el alma del cuerpo. Antes de que siguieran con su conversación, los murmullos aumentaron, toda la gente se amontonaba para ver a quien justamente mencionaban.
– Como le ha de picar la oreja.– Dijo Heeseung antes de ser callado por un pequeño hechizo de Taehyun.
Los cuatro miraban al chico caminar y ser perseguido por algunas personas que le hacían preguntas, pero para sorpresa de todos, el chico no levantaba la mirada hacia nadie, simplemente seguía caminando hasta finalmente librarse de la ola de personas. El chico pasó junto a ellos, cruzando miradas con Soobin antes de perderse en el pasillo.
– Pues está bonito.– rompió el silencio el peli-naranja.
– Y sabe magia.– completó Heeseung ya que estaba libre del hechizo.
– No sean idiotas, ustedes también saben magia.
– Pero él sabe muchísimo más...– dijo Soobin en un tono desanimado, sintiendo como si todos sus esfuerzos de ser el mejor se fueran por la borda.
La conversación se detuvo ahí gracias al profesor que empezó a regañar a todos. Durante la clase, no pudo evitar pensar una y otra vez en el hecho, todos sus amigos notaban cómo estaba perdido en sus pensamientos, así que Yeonjun le tiró una bolita de papel, robando su atención totalmente.
– ¿Qué quieres? – dijo en un susurro un tanto serio.
– Estaba pensando – tomó un segundo para pensar.– Si el chico nuevo sabe tanta magia, si nos juntáramos con él podríamos saber muchas más cosas, ¿no?
El rostro de Soobin pareció iluminarse ante la idea, aunque por el momento la prioridad era prestar atención, ya tendrían tiempo de desarrollar la idea.
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Finalmente traje esta historia que llevaba como 3 años en borradores. Espero le den una oportunidad porque la verdad yo estoy muy emocionada de al fin publicar esta historia 😭💗
