Twenty two.

41 5 13
                                    

Pt. 2

– ¿Entonces sí te aceptó?

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

– ¿Entonces sí te aceptó?

La aparición repentina lo asustó, pero al notar que solo era Heeseung, suspiró aliviado.

– Ah, sólo eres tú.

– No respondiste mi pregunta.

Beomgyu levantó una ceja ante el tono que había usado, pero decidió pasarlo por alto– Ah, pues, sí. La estamos pasando muy bien la verdad, ¿conseguiste a alguien con quién bailar?

– Sigo confiado en que serás tú– le guiñó un ojo, haciéndolo confundirse más.

– Lo siento mucho, pero de verdad la estoy pasando bien con Soobin Hyung – estaba a nada de irse a buscar a su amigo cuando de repente, Heeseung lo tomó del brazo.

– ¿De verdad prefieres estar con alguien que sólo te usa para beneficio propio? – Beomgyu se congeló en su lugar y lo volteó a ver.

– ¿De qué hablas? Él no es así.

– ¿Quieres apostar? Lo conozco mucho mejor que tú, anda, pregúntale. Desde un principio sólo se ha querido acercar a ti por tu magia, es un mentiroso – finalmente lo soltó, Beomgyu presionó sus labios. No podía ser cierto, Soobin era su amigo. Intentó ignorar la presión que sintió en el pecho con la simple idea de que todo fuese una mentira.

Beomgyu fue tras Soobin, detrás de él, Heeseung miraba como se alejaba con una sonrisa en el rostro.

– Buena suerte salvando tu amistad.

ⴰ ͘ ★ ͘ ⴰ

– ¡Soobin Hyung!

Beomgyu gritaba para encontrar a Soobin, ¿en dónde de había metido? Afortunadamente después de no mucho tiempo, lo encontró tomando dos vasos de la mesa de bebidas.

– ¡Hyung! Hasta que te encuentro.

– Oh, Gyu, disculpa, la fila para las bebidas es muy larga – le extendió un vaso.

Beomgyu tomó el vaso y lo miró. ¿Realmente valía la pena preguntarle? Siempre lo había tratado tan bien, no le había dado ni una sola razón para dudar de su amistad.

No vale la pena pensó.

– Muchas gracias, no te preocupes, ¿bailamos de nuevo? – el mayor tomó rápidamente todo el contenido de su vaso y asintió.

– Vamos, tengo miedo de encontrarme a Yeonjun y que me mate por abandonarlo.

Poco a poco iba anocheciendo más, pero parecía que nadie se cansaba aún

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Poco a poco iba anocheciendo más, pero parecía que nadie se cansaba aún. Algunas personas se retiraban, otras simplemente descansaban o platicaban; Soobin y Beomgyu eran parte de este último grupo. Al menor de ambos le había comenzado a molestar el ruido de la música, así que decidieron quedarse en la puerta del salón a platicar un rato.

– ¿Te digo algo? Por un momento pensé que invitarías a Heeseung como tu pareja.

– ¿De verdad?

– Sí, lo digo en el buen sentido. No soy la persona más entretenida, aunque sería algo absurdo porque Heeseung ya ni siquiera nos habla– rió un poco, de repente las palabras de Heeseung resonaron en su mente. Si ya no les hablaba... era por algo, ¿no? Tal vez no perdía nada con intentar, después de todo, seguro era una mentira y Heeseung intentaba espantarlo.

– Hyung...

– ¿Qué pasó? ¿Quieres volver adentro? – Soobin lo miró, le había preocupado el tono con el que le estaba hablando.

– No, no. Sólo quería hacerte una pregunta, por favor sé sincero conmigo.

– Claro, ¿alguna vez te he mentido?

Beomgyu se sintió aún más nervioso, suspiró pesado y finalmente volvió a hablar. – Heeseung me dijo algo que me dejó pensando, no quiero que pienses que dudo de ti, probablemente sólo era Heeseung actuando celoso pero... él dice que sólo me usas – el rostro de Soobin palideció – no le creí, obviamente, yo sé que tú no eres así, pero quería preguntarte si era verdad de todas formas.

Maldito Heeseung pensaba Soobin, su cabeza empezó a dar vueltas, la mirada esperanzada de Beomgyu lo llenaba de culpa, ¿qué debía hacer? ¿Mentirle más? ¿Decirle la verdad? Cualquier cosa que hiciera iba a terminar mal, pero lo correcto era decirle.

– ¿Hyung?

– Yo... Beomgyu, perdóname, no puedo mentirte más – se mordió el labio y evitó mirarlo, sabía que si lo miraba a los ojos se iba a acobardar.

– ¿Qué? – su voz salió temblorosa, no podía ser cierto.

– Por favor escúchame, las cosas no son como parecen – Beomgyu sintió sus ojos picar– Sí, al inicio teníamos un plan pero te prometo que eso cambió cuando-

– ¿O sea que no eres el único involucrado? – de repente fue como un cristal rompiéndose en cámara lenta, Beomgyu había comenzado a llorar, había empezado a llorar por su culpa.

La había cagado.

– B-Beomgyu, por favor, escúchame – intentó tomar su mano, pero fue apartado por Beomgyu. La gente que había empezado a salir se les quedaba viendo, pues no era exactamente una escena muy silenciosa. – ellos no, nosotros-

– ¡Cállate, sólo cállate! Eres un maldito mentiroso, ¡todos lo son!– las lágrimas no dejaban de salir de sus ojos, todo lo que habían construido se estaba destrozando en segundos – Me vieron la cara de tonto.

– Beomgyu, por favor... – notó como el menor empezaba a caminar lejos de él, lo siguió y este se giró para empujarlo.

– ¡Tú... – tendió su brazo como si fuera a pegarle, pero las lágrimas rápidamente bajaron por sus mejillas y se obligó a si mismo a no actuar. – Ni siquiera colgarte del techo va a hacerme sentir mejor sobre ti, simplemente piérdete, no quiero volver a verte en mi vida nunca más, ¡me importa un comino que estudiemos en la misma escuela!

El menor estaba destrozado y lloraba desconsoladamente. Soobin lo miraba, como perdido, como si en este preciso momento estuviera perdiendo todo cuanto su corazón anhelaba, y era cierto, pero era su culpa, definitivamente era su culpa. La vergüenza y culpa lo invadió, ni siquiera trató de defenderse, bajó la mirada y Beomgyu lloró más.

– Eres un idiota, Kim Soobin.

Lo empujó con fuerza una vez más y caminó a paso rápido lejos de él con el corazón destrozado. La gente los miraba a ambos, y a la distancia sus amigos los miraban preocupados. Beomgyu ignoró absolutamente a todos, se sentía como un tonto al cual usaron, pero lo que no sabía es que por las mejillas del mayor caían lágrimas.

Y junto con esas lágrimas, la felicidad de haber encontrado a quien le enseñó lo que era amar.

El hechizo estaba roto.

El hechizo estaba roto

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Perdón 😵‍💫

He knows magic ✧ soogyuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora