He knows magic ✧ soogyu

Fourteen.

ⴰ ͘ ★ ͘ ⴰ

Yeonjun salió corriendo del comedor y buscó a Soobin por los pasillos, aunque sabía que no lo encontraría por ahí, sobre todo estando enojado. Corrió por un buen rato hasta que llegó al jardín donde efectivamente se encontraba su amigo sentado bajo un árbol. Era costumbre suya salir al jardín cada que se sentía enojado para intentar relajarse, según para "conectar con la naturaleza" aunque sabía que en realidad era porque le avergonzaba no poder controlar su enojo.

– Y ahora tú, ¿por qué andas enojado?– le preguntó haciendo que se sobresaltara, pero al notar que era su amigo, suspiró.

– Créeme que yo también quisiera saber eso– llevó sus manos a su cara mientras que Yeonjun se sentaba a su lado.

– Agradece que Beomgyu nunca te ha visto enojado, porque te aseguro que es de lo más obvio.

– Gracias, increíble amigo– respondió sarcásticamente mientras aún cubría su cara.

– De nada – rió un poco, pero al ver que no aligeraba el ambiente, suspiró – Ya, dime, ¿qué piensas que te trae así?

Se quedó en silencio un momento, le avergonzaba mucho contar la razón de su enojo, sobre todo porque sabía que tenía que contar dos historias para que lo entendiera. – Kai.

Yeonjun lo miró confundido– ¿Kai?

– Sí... pero no es que él me moleste, me cae muy bien en realidad, es sólo que... no sé, me siento raro. Ya no puedo pasar tiempo con Beomgyu como antes, ni siquiera hemos podido ir a la biblioteca.

– ¿Estás celoso?   

– ¿Eh?

– Si no te cae mal Kai, entonces me hace más sentido que estés celoso.

– Ajá... ¿Y luego? – no pudo evitar responder con sequedad.

– Pues habla con él, no huyas de tus problemas –se encogió de hombros, irritando más a Soobin que no encontraba solución en sus palabras.

– ¿Sabes qué? Quiero estar solo un rato– dicho esto se levantó y caminó hasta desaparecer de la vista de Yeonjun, quien se quedó decepcionado, mas no sorprendido.

Después de un muy incómodo desayuno, Kai fue completamente capaz de traicionar a Beomgyu e irse corriendo tras Taehyun como perro persiguiendo una ardilla.

Todos iguales pensó el chico de cabello claro mientras caminaba solo por los pasillos, no estaba molesto, pero sí frustrado porque tampoco tenía ni idea de dónde estaba Soobin. De repente su mente divagó un poco y recordó la expresión del mayor, ¿estará molesto? Había dicho que era lo único que podía sentir con claridad, pero nunca lo había visto molesto... ¿Por qué estaría molesto? Tal vez porque no han tenido tiempo de ir a la biblioteca pero, ¿realmente se enojaría por algo así? Preferiría no descubrirlo, por ahora solo iría con él a la biblioteca, después de todo, le había prometido encontrarlo ahí.

Seguía caminando camino a la biblioteca metido en su burbuja de pensamientos, la cual fue reventada al chocar con alguien.

A este paso voy a chocar con todos los estudiantes de la escuela maldijo mentalmente hasta que miró a la persona que tenía en frente, era Heeseung.

– ¡Beomie! Que gusto verte por aquí.

Beomgyu suspiró sabiendo que no era algún desconocido.

– Heeseung, hola. Discúlpame, no te vi– respondió apenado, aunque luego se sorprendió un poco, nunca lo había visto por esos rumbos. – ¿Y eso que andas por aquí?

– Ah, no te preocupes mi – simplemente sonrió y con mucha confianza pasó su brazo por los hombros de Beomgyu, haciéndolo sobre saltarse.– Pues... tenía algunas clases libres, así que decidí pasear un poco por la escuela, ¿y tú?

– Oh, ya veo – dijo intentando disimular lo visiblemente incómodo que se sentía, pero tampoco quería parecer grosero. – Estaba yendo por Soobin.

– ¿Soobin? Ya veo... bueno, pero creo que no está por aquí, ¿por qué no vamos a dar un paseo? – dicho esto, comenzó a caminar aún llevando a Beomgyu por los hombros.

– Pero... – antes de que pudiera decir nada, Heeseung lo calló.

– Shh, tienes mucho tiempo para ver a Soobin, además, creo que lo vi con Yeonjun, tal vez ni siquiera pensaba venir.

¿Yeonjun? ¿Que no ambos dijeron que tenían cosas que hacer? frunció el ceño levemente ante el pensamiento, ¿de verdad le habría mentido? Tal vez no, pero si lo había hecho entonces tal vez no habría mal en ir con Heeseung.

– Ya veo... bueno, ¿a dónde iremos?

– Paseemos por el jardín, quiero recolectar algunos ingredientes para la clase de pociones.

– ¿Qué clase de poción intentas hacer?

– Eso no te lo puedo decir aún – el peli-rosa le sonrió juguetón y lo llevó consigo hacia el jardín.

– Bueno, mientras no sea nada peligroso.

– Para nada, Beomie.

Sabía que había sido un poco impulsivo, lo admitía, pero no podía evitarlo cuando sentía tan fuertemente algo que ni siquiera controlaba. Remordimiento. La sensación que Yeonjun le había enseñado le hizo darse cuenta de que en efecto, tenía la necesidad de pedirle perdón a su amigo, pero su orgullo no se lo iba a permitir, al menos no ahora que ya estaba mucho más tranquilo, caminando en busca de su amigo.

Sabía que hoy tendrían oportunidad de pasar tiempo juntos en la biblioteca como antes, sobre todo al ver que Kai parecía totalmente entretenido intentando lograr que Taehyun le hablara. No obstante, todas sus ilusiones murieron cuando, al llegar al pasillo, no encontró absolutamente a nadie.

Decidió esperar unos cuantos minutos, pensando que a lo mejor se había atrasado, pero los minutos rápidamente se convirtieron en media hora, y pronto, en una hora.

– ¿Dónde está ese niño? – murmuró para sí. Se le hacía totalmente extraño, sobre todo sabiendo que el menor era demasiado dependiente de estar a lado de alguien y esa misma mañana lo habría amenazado con hechizarlo si es que llegaba tarde. Entonces descubrió que sentía algo más, preocupación.

Tal vez sí debía pedirle perdón a Yeonjun, y agradecerle de paso por enseñarle sobre emociones y sentimientos.

A paso rápido, comenzó a pasear por las instalaciones de la escuela, buscando por todos lados a su amigo. Estaba por rendirse, hasta que pasó por el jardín y se encontró con una escena que para ser sinceros, nunca pensó encontrarse: Beomgyu y Heeseung en el jardín, juntos, recogiendo flores.

Ahí estaba esa sensación extraña de nuevo, y esta vez, sabía que sí eran celos.