Eleven.

41 6 1
                                    

ⴰ ͘ ★ ͘ ⴰ

Desmayarse al escuchar como tu propia creación se presenta ante ti debe ser una de las reacciones más naturales que existen, ¿no?

¿No?

Bueno, sea como sea, en este momento Beomgyu despertaba de su pequeño shock. Casi se le sale el alma otra vez al abrir los ojos y encontrarse con los de uno de sus dibujos, solo que no era un dibujo ya, ahora era real.

– Debo estar soñando– seguía en evidente shock.

– No lo creo, pero si quieres te pellizco.

– No puedo creer que seas capaz de dominar absolutamente todo tipo de magia, pero ver a un dibujo cobrar vida completamente te impresione de esa forma– rió un poco.

– Es que... no lo entenderías– se secó una lágrima invisible.

– Pero no te pongas a llorar, es que no sé que hacer cuando alguien llora.

– ¡Pero no ignoren mi presencia!– el hasta ahora desconocido chico llamó la atención de ambos.

– Perdón – dijeron ambos.

– No entiendo aún, ¿cómo es posible que cobraras vida así como así?– Beomgyu, por una vez en su vida, no comprendía un tema mágico, un momento único sin duda.

– Tú me pusiste conciencia y personalidad inconscientemente. Soy una creación tuya pero a la vez soy mi propia persona por el concepto que hiciste de mi– el peli-azul se veía muy entusiasmado, hablando a una velocidad que el cerebro de Soobin no podía procesar. Intentaba entender, pero el hecho de que el chico hablara mientras movía tan frenéticamente las manos, y con un Beomgyu que parecía que lloraría en cualquier momento, Soobin solo sentía que su cerebro explotaría.

Para suerte o desgracia, de repente se escucharon unos fuertes golpes en la puerta, haciendo que tanto Beomgyu como el otro chico se callaran y calmaran —respectivamente—del susto.

– ¿Quién está ahí? ¡Abran ya! Juro que apenas se abra esta puerta serán expulsados de inmediato. – no era el profesor Kim, cosa buena, pero era la coordinadora del área de pociones, lo cual en realidad era peor.

Naturalmente, Soobin no sintió miedo, aunque sí el pequeño susto de los repentinos gritos, al igual que algo de preocupación por su compañero y su... pedazo de papel. Pensó rápido en un plan.

– Tengo una idea, solo espero no sean claustrofóbicos – antes de que alguno se quejara, los empujó hacia uno de los armarios en donde se guardaban algunas batas y capas. – Quédense callados, ¿sí?

Los chicos asintieron y Soobin cerró la puerta. Tomó aire y caminó a la puerta que seguía siendo golpeada y empujada repetidamente. Quitó el seguro rápidamente y apenas entró la maestra, completamente enojada por cierto, fingió una cara de alivio.

– ¡Profesora Han! Que suerte que logró abrir la puerta, me encontraba ayudando a mi padre a ordenar algunas cosas cuando la puerta se atoró. Disculpe que no le haya respondido, estando atrapado entré en pánico – hizo una reverencia de 90 grados como disculpa. La profesora lo miró confundida, pero como era Soobin—quien innegablemente tenía un alto estatus—lo dejó pasar.

– Sin problemas, joven Kim, pero que no vuelva a repetirse– la señora acomodó sus gafas y se fue caminando de vuelta por donde había llegado. Soobin esperó a que ya no quedara rastro de ella para poder sacar a ambos chicos de su escondite.

– Salgamos rápido de aquí, no hay maestros cerca.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
He knows magic ✧ soogyuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora