Y todo comenzó por una picadura...

sorpresas, sorpresas y más sorpresas...cap 15

Lucy se encontraba en su cama durmiendo, se ve profundamente dormida... Sin embargo, poco a poco empieza a sudar y murmurar cosas. --N-no déjenme-- Decía mientras sacudía su cabeza con desesperación. --B-basta!-- Gritó para luego despertarse de golpe y sentarse en la cama mientras respiraba fuertemente. Gotas de sudor se desplazaban por su rostro para finalizar su trayecto al caerse sobre la manta que la cubría. 

*Mm? Qué hago aquí? Recuerdo estar con Marco, pero no recuerdo nada más* De repente sintió un dolor punzante en su estómago y se estremeció. *D-duele, ¿Me pusieron vendajes nuevos?* Se preguntó a sí misma mientras veía algunos vendajes en sus manos que parecían recientes.

*No debí moverme tan brusco* Se reprochaba a sí misma mientras se levantaba de la cama y tambaleaba un poco así que se sostiene de la pared. *Me pregunto que hora es...* La pelinegra decide por fin mirar a su alrededor y ve a Ace que estaba durmiendo tranquilamente en su cama, entonces, decide acercarse y verlo.

*¿Mm?, ¿El me trajo aquí? No, yo estaba con Marco, quizás me volví a desmayar... Esto se está volviendo un problema* Suspira cansada

*Necesito un poco de aire fresco...* Lucy se da vuelta quedándose de espaldas a Ace y camina hacia la puerta no antes de ver a Ivy en su escritorio.Se veía adorable..,la pelinegra le acarició la cabeza para luego salir del cuarto, dirigirse a la proa (parte delantera del barco) y respirar el aire fresco. Por suerte ya memorizó unas partes del barco...

Ella aún no entendía por qué le gustaba tanto sentarse en el mascarón de la proa de cualquier barco que se encuentre. Es simplemente relajante para la científica.

Ella solo se dispuso a relajarse y tumbarse en dicho mascarón para ver el cielo estrellado y luminoso, con una luna llena. A Lucy no le gusta mucho las lunas llenas, prefiere las lunas crecientes por su peculiaridad. No la malinterpretes, no le gusta la luna llena pero tampoco le desagrada, es como...

 --¿Lucy? ¿Qué haces allí? te podrías caer-- Advirtió alguien que estaba en el puesto de vigía. --Ah, perdón. No quería molestar.-- Se disculpó la femenina mientras bajaba del mascarón para aterrizar en la madera del barco.--No pasa nada, pero dime, qué hacías allá arriba?-- Lucy levantó la vista percatándose de que era Izou.

--Ah, estaba tomando un poco de aire fresco-- Respondió la pelinegra con sinceridad. --Oh, está bien, no deberías subir al mascarrón. Te podrías caer al océano... Y no deambules por el barco en medio de la noche, debes descansar y recuperarte-- Sermoneó con preocupación el de ojos cafés. --Si si, lo entiendo-- Avisó la científica con una sonrisa.

--¿Quieres que te acompañe a tu cuarto?-- Preguntó Izou con amabilidad.

--No, no quiero ser una molestia, gracias por la oferta igual--

--¿Cuantas veces tengo que decirte que no eres una molestia? Pero bueno-- Suspira --Si no quieres está bien, que tengas buenas noches Lucy--

--Gracias, igualmente Izou--

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