i. nuevo amigo

2.3K 219 51
                                    

2009

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

2009

LA PEQUEÑA niña corría ansiosa hacia su nueva aula en el jardín, mientras corría las dos colitas que tenía a ambos lados de su cabeza se balanceaban con cada movimiento que ella hacía.

Al entrar vió como todos sus compañeritos, que aún no conocía, estaban jugando mientras hablaban.

Todos ya tenía compañero de asiento, menos un pequeño que estaba sentado en una esquina de la salita, solo.

Ella se acercó sonriente hacia él y lo saludó.

── Hola, ¿cómo estás? me llamo Justina, ¿y vos? ── Recitó en orden lo que había practicado con su mami antes de llegar al jardín.

El niño de ojos café la miró un poco incómodo. Justina al ver qué él no respondía volvió a hablar.

── ¿Puedo sentarme con vos? ── La pequeña de 5 años lo miró expectante.

El niño murmuró un "Si", la niña sonrió y colgó su mochila de Barbie en el ganchito del escritorio.

── ¿Cómo te llamas? ── Volvió a preguntar la castaña.

── Me llamo Blas. ──

── Ese es un nombre de rarito. ── Ambos niños escucharon una tercera voz, y al darse cuenta encontraron a un niño rubio que miraba al castaño de manera burlona.

── ¿Por qué le decís eso? ── La niña frunció el ceño y se cruzó de brazos.

── Porque Blas es un nombre de raros. ──

── ¿Y vos qué sabes? vos sos un raro. ── La niña le sacó la lengua al rubio.

El niño bufó molesto y se dió la vuelta para seguir jugando con sus amiguitos.

Justina volvió a mirar a su nuevo compañero de banco y lo encontró leyendo un cuento de los ositos cariñositos.

── ¿Sabes leer? ── Preguntó sorprendida la pequeña.

── Un poco, mí hermano me enseña a veces.──

── A mí me cuesta muuuucho aprender a leer, pero me gustan muchos los ositos cariñositos, ¿en el recreo me lo podes leer? ──

── Está bien. ── Contestó mientras sonreía mostrando sus dientes.

── ¡Te falta un diente! ── Exclamó sorprendida la niña.

── Sip, se me cayó y el ratón Pérez me trajo una moneda de chocolate.──

── ¡Que suerte! yo quiero que se me caiga uno, pero me da miedo de que me duela. ── el pequeño la miró sonriendo.

── No te tenés que asustar, pero te tenés que sacar rápido de un tirón, así no lo pensas tanto. ──

── ¿Sabes que? cómo vos me vas a leer un cuentito en el recreo yo te voy a dibujar. ── Habló seguro la pequeña.

── ¿Sabes dibujar? ── Preguntó el castaño.

── Sip, soy una profesional dibujando, también soy muy buena sacando fotos. ──

── ¿Sacas fotos? ¿cómo? ── El niño levantó una ceja con confusión.

── Mí hermana me regaló una camarita en mí cumple, mirá. ── La niña buscó entre su pequeña mochila y sacó una pequeña cámara rosada que tenía pegado varios stickers de Barbie, hello Kitty y brillitos. ── Sonreí. ── Dijo y apuntó la cámara hacia su amiguito, el cual sonrió hacia la cámara.

── ¿Y como haces para ver las fotos? ──

── Le pido a mí hermana que las pase a la compu y ahí las puedo ver. Si querés te puedo traer la foto que te saqué. ── Blas asintió contento. ── Pero va a tardar, así que por ahora te puedo hacer un retrato.

Pero fue interrumpida por la llegada de la maestra al aula, la maestra se presentó y dió inicio a la clase.

Al terminar la clase los nuevos amiguitos salieron juntos al recreo, cada uno con su tupper en el cual tenían la merienda.

Se sentaron contra una pared del patio que al lado tenía una plantitas con flores.

Justina abrió su tupper y se emocionó al ver dentro unas medialunas con jamón y queso.

── ¡Medialunas! son mis favoritas, ¿a vos que te dieron? ── Miró al ruloso que abría su tupper.

── Un sanguchito de jamón y queso. ──

── ¡Que rico! ¿trajiste el cuento? ── El niño asintió y le mostró el cuentito. ── Genial, mientras vos lo lees yo te voy a dibujar. ──
La castaña saco una hoja y su cartuchera llena de colores y comenzó a dibujarlo.

Cuando el niño estaba apunto de terminar de leerle el cuento a su amiga ella le mostró el retrato que le hizo.

── ¡Terminé! ──

La niña le mostró a Blas el dibujo. era un círculo que hacia abajo tenía dibujado un palito largo y luego unos palitos más chiquitos a los costados simulando las piernas y los brazos. Arriba del círculo dibujo unos garabatos que eran los rulos del niño.

Dibujó un sol con lentes, unas nubes y una flor.

── ¡Me encantó! ¿me lo puedo quedar? ──
Justina asintió y le entregó el dibujo, el niño dobló el papel y lo guardó en el bolsillo de su delantal.

── ¡Mirá! están saltando la soga, ¿vamos? ──

── Mmmm, no me gusta mucho saltar la soga, pero anda vos. ── Justina corrió hacia la fila de niños que esperaban su turno para saltar y comenzó a hablar con ellas.

Al terminar la jornada de clases los dos amigos se despidieron.

── Bueno chau, le voy a preguntar a mí mamá si podes venir algún día a jugar a casa. ── Habló Justina.

── ¡Dale! yo también le voy a preguntar a la mía. ──

Los dos chiquitos se dieron un tierno abrazo y se despidieron.

── Hola pulguita, ¿cómo te fue en tu primer día? ── La mamá de Justina le dió un beso en la cabeza mientras caminaban hacia el auto.

── ¡Re bien! me hice un nuevo amigo, se llama Blas y tiene rulitos. ──

── ¿En serio? que bueno. ── Contestó la mamá.

── Si, le saqué una foto, ¿algún día puede venir a jugar a casa? ──

── Obvio que puede, si sus papás le dejan. ──

La pequeña saltó emocionada pensando en su amiguito.




𝙈𝘼𝙍𝙄𝙋𝙊𝙎𝘼𝙎. Blas PolidoriDonde viven las historias. Descúbrelo ahora