OO1. danger

7.7K 668 23
                                    

OO1 | PELIGRO

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

OO1 | PELIGRO

    Sus patas se hundieron en la fría nieve mientras su pelaje rojizo con tenues colores oscuros se movía al compas del fuerte viento que en ese momento azotaba la cordillera.

No parecía un mal lugar para asentarse por un tiempo. Podrían esconderse con facilidad entre las paredes rocosas y si tenían suerte, encontrarían una cueva lo suficiente grande para que cada quién tuviera su espacio.

Si, con suerte. El lobo no pudo evitar rodar los ojos como normalmente lo hacía cuando no estaba en fase.

Si dependieramos de tu optimismo, ya hace muchos años que estuvieramos muertos.

Soy realista.

Entonces ya no lo seas.

Liam, Misuk. Intervino otra voz femenina. Cierren la boca.

Cierrala tu.

Un aullido penetró en sus oídos ante lo último dicho. El nombrado Liam se echó en la nieve mientras esperaba que su hermana se prepara para la reprimenda de su alfa.

Rápido, camuflate con esa bonita roca de allá.

Misuk gruñó por lo bajo, atinando a solo cambiar de fase antes de ser embestida por el lobo de su alfa.

Debería detenerlas pero, Otro lobo de pelaje gris apareció a su lado. Me estoy divirtiendo.

Que bueno que eres la voz de la razón, Sasha.

No, ese es el trabajo del señor Kang.

Ambos rieron sin evitarlo, ajenos a la pelea de sus compañeras. Pues estaban acostumbrados a la rebeldía de la más pequeña de la manada.

De igual manera estaban acostumbrados a vivir entre la naturaleza con sus formas de lobo. Eso les ayudaba a pasar desapercibidos sin ser notados por sus enemigos o por cualquier ser humano.

La Tribu Kane alguna vez fue la más temida de entre los de su especie hasta que un fatídico día la mayoría de su gente fue asesinada por un poderoso alquelarre de vampiros. Los pocos que escaparon se vieron obligados a llevar una vida como nómadas para sobrevivir.

Ellos eran particularmente conocidos gracias a las mujeres que nacían con una gran fuerza y voluntad, capaz de tomar el mando de alfa entre los hombres de su manada.

También un don que las demás manadas envidiaban era el poder de dejar su huella en la persona que ellos mismos escogían, con el único precio a pagar de amar solo una única vez en toda su vida.

Sin duda un regalo de su madre Luna o era así como la tribu Kane lo hacía ver.

Un intruso.

Liam se levantó en cuanto escuchó la voz de su alfa, sin percatarse en que momento está había dejado de reprender a su testaruda hermana.

Maldijo por lo bajo, corriendo con sigilo por entre los árboles cubiertos de nieve. No podían ser vistos por nada ni nadie.

Esperaba fuera un alpinista que estuviera perdido o algún nómada que andaba de paso. Pues estarían en problemas si era un enemigo.

¡Liam!

El gimoteo de su hermana lo hizo detenerse sin aviso, provocando que su compañera chocará estrepitosamente contra él.

¿Por qué te detienes? Se quejo Sasha.

Misuk. Susurró. Tengo que ir con ella ahora.

¡Espera!

Liam ignoró los gritos de la fémina, cambiando el rumbo de sus fuertes pisadas.



      Si su corazón todavía estuviera vivo seguramente estuviera muy adolorido dentro de su pecho con cada kilómetro que recorría lejos de Forks.

Dejar a Bella Swan por su propia seguridad era primordial para él, pensar en hacerle daño era algo que nunca haría.

Intencionalmente.

Convivir con un vampiro era una nueva forma de acortar tu vida. Pues era sabido que en cualquier momento podría ocurrir un incidente como fue en el caso de Bella.

Su cumpleaños número dieciocho no había sido el más feliz al casi ser atacada por un inexperto Jasper en el arte del autocontrol. Todos los sabían y solo era cuestión de tiempo para que cualquiera volviera a caer en la tentación de probar su sangre.

Solo bastaba una sola gota para que su vida acabará. Isabella Swan estaba en evidente peligro si Edward seguía permaneciendo a su lado.

Su familia había estado de acuerdo, siendo Rosalie las más contenta con la noticia. Regresarían Alaska dónde permanecieron un par de años atrás y hogar de sus "primos lejanos", los Denali.

Pero Edward no estaría incluído, el vampiro con el don de leer las mentes deseaba estar solo por un tiempo. No quería escuchar los pensamientos de su familia ni quería su lastima ante su corazón roto.

No la necesitaba.

Aprendería a vivir sin Bella, había vivido un siglo solo antes de conocerla. Podía vivir muchos más después de ella, lo haría.

O al menos lo intentaría.

Por esa razón ahora se encontraba de camino a encontrarse con su Clan después de algunos meses en los que estuvo viajando a los lugares más solitarios que podían existir en el mundo.

Edward se veía en la necesidad de aspirar el aire, tenía que estar seguro de que no hubiera nadie por la zona antes de comenzar a cazar. Lo que no me demoró mucho al estar cerca una ventisca que dejaría a cualquier humano alejado.

Bajo de un salto del pino dónde se encontraba escondido, agudizando su oído para ser capaz de detectar algún animal para alimentarse. Su ojos se abrieron de golpe al percibir un aullido poco normal como para saber que se trataba de hombres lobo

Una manada estaba cerca y no tardaron en sentir su presencia. Lo cual no había sido gracias a su don, si no por qué en un parpadeo un lobo de pelaje café estaba frente a él.

Era más pequeño que un lobo adulto y  sus ojos destilaron miedo. Edward estaba confundido, pues normalmente los lobos olían mal para ellos, pero aquel que tenía enfrente no olía a nada. Cómo si su efluvio se mezclara con el de la naturaleza, incapaz de hacerse notar.

La escuchó llamar a alguien entre sus pensamientos, Edward solo quiso alejarse antes de que los demás llegarán a su encuentro y creyeran que era un peligro para la manada. No quería comenzar una pelea cuando claramente se encontraba en desventaja.

Pero cuando sintió la gélida nieve bajo de él y unas grandes y peligrosas fauces abriéndose cerca de su palido rostro, fue demasiado tarde para huir.

𝗦𝗧𝗔𝗡𝗗 𝗕𝗬 𝗠𝗘, edward cullenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora