O1O. intruder

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O1O | INTRUSO

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O1O | INTRUSO


     Liam se levantó de su lecho, haciendo aún lado el cuerpo de la fémina quién lo miraba asustada.

—Quédate aquí.

—Liam...

—No hagas nada tonto, Jade, quédate aquí —reitero, deshaciéndose del agarre de la chica en su ropa antes de salir corriendo fuera de su hogar.

Encontrándose con un escenario sacado de sus peores pesadillas. Pues algunas casas yacían ardiendo mientras los fuertes rugidos de lobos se escuchaban penetrando sus oídos.

Miro a lo lejos un par de lobos abalanzarse sobre un grupo de tres personas ajenas a su tribu.

—¡Liam! —sus ojos viajaron hasta su padre, cubierto de sangre que rezaba a su madre Luna que no fuera de él.

—Papá, ¿qué es todo esto?

—Cazadores —sintió su sangre hervir ante la palabra—. Saca a tu hermana y a los otros lo más rápido que puedas, vayan al este y escondanse en las cuevas.

—No voy a dejarte —negó, alejándose para correr en dirección a los intrusos pero Seung lo detuvo sosteniendolo del brazo.

—Es una orden.

Liam clavo sus ojos verdes en los oscuros de su padre, desafiante. No dejaría que se repitiera lo mismo que con su madre.

No escaparía como lo hicieron con ella, no lo haría está vez.

—Me niego a dejarte —se soltó bruscamente—, Misuk solo te tiene a ti, no puedes morir, padre —Seung suspiro pesadamente, viendo la espalda de su primogénito alejarse mientras entraba en fase.

Hubiese querido tener esa determinación cuando su esposa murió, enfrentándose a sus asesinos para darle a ellos una oportunidad de escapar.

Un sacrificio que siempre fue catalogado como heróico en su tribu, un sacrificio que solo había dejado a un hombre viudo y a sus dos hijos sin una madre.

—¡Seung! —exclamo June, rompiéndole el cuello a su contrincante antes de acercarse a él—. ¿Haz visto a la gran Aibek?

—Pensé que estaba contigo —la mujer negó, paseando sus ojos azules por todo el lugar, analizando lo que haría dependiendo de los refuerzos que su enemigo habia traído consigo.

—Nos separamos —gruñó por lo bajo—. Solo somos nosotros y unos diez más contra treinta, tenemos que proteger a la gran Aibek.

—El número está siendo reducido ahora.

—Confío en tu hijo, pero tenemos que encontrarla.

Seung no tuvo tiempo de responder cuando una flecha impacto contra el hombro de su alfa, derribandola y alertando a los demás.

¡June! Jadeó Misuk, llamando la atención de su hermano. El lobo de pelaje rojizo soltó un gran zarpazo a su contrario antes de echarse a correr hacia dónde estaba su alfa.

Pero antes de llegar, se topo con la jefe de la tribu siendo acorralada por tres cazadores armados. Por lo que no lo pensó dos veces antes de arremeter contra ellos, llevándose entre sus fauces la cabeza de uno de ellos.

—¡Monstruo! —el segundo lo apuñaló con su arma al mismo tiempo en que su vida era arrebatada por las filosas garras de Liam.

¡No! Escuchó el lamento de un par de lobos dentro de su cabeza, angustiado, llevo sus ojos hasta el cuerpo inerte de la gran Aibek.

Había llegado tarde.




     —¿Te irás de nuevo? —cuestiono Alice a su lado, con sus ojos dorados analizando el perfil de su hermano.

Ambos se encontraban dentro del auto del cobrizo después de asegurarse que la Swan estaba vivita y coleando a lado de un lobo proveniente de la Reservación.

—Nos esperan en Alaska, ¿no?

—No, ellos vienen en camino —Edward apretó el volante entre sus manos—. ¿Qué te preocupa? Bella está bien, y tú estás de regreso...pero hay algo que mantiene tu mente en otro lado.

—Conocí a alguien —soltó sin más rodeos, dejando a la vidente boquiabierta—. Alguien que me importa mucho más que Isabella Swan...

—¿Qué? ¿cómo? —balbuceó la azabache—. ¡¿Quién es?!

—Te sorprendería —sonrió sin despegar sus ojos del camino—. Me espera en Alaska... lo deje esperando en Alaska.

Alice se acercó, escuchando atenta cada palabra que su hermano soltaba. Recordando cuando fue la última vez que había hurgado en su futuro.

—¿Veniste sin decirle nada? —dedujo ante el silencio de Edward—. Eso suena terrible.

—Lo es, soy un completo idiota —golpeó el volante—. No perdonaría jamás haberle herido de alguna manera, dios, estoy seguro de que mi acción lo lastimó y eso solo hace que me sienta peor que una escoria, ¡Maldición!

—Cálmate —murmuró la fémina—. No servirá de nada que estés insultandote. Lo mejor es que vayas y le expliques la situación antes de que todo se complique con un malentendido.

—No será algo fácil —suspiró pensando en las mujeres de la manada, imaginando que no estarían muy gustosas de verlo nuevamente—. Pero Liam lo vale todo.

Alice sonrió, feliz de no encontrar a su hermano estancado con lo que había pasado con la humana.

—Así que —se apoyó en su hombro—. ¿Liam?

Edward se tensó, pero no por la pregunta de su hermana, si no por qué una voz conocida para él, inundó su mente.

¡Liam! Dios, no, no. ¡Resiste Liam!

¿Edward? —pero Alice no tuvo más respuesta que el del auto acelerando por la carretera—. ¿Que sucede?

Más silencio, silencio que solo la hizo aferrarse al asiento del auto en cuánto una visión la atacó.

"—¡Está perdiendo mucha sangre! —exclamó June—. Llamen al médico, ¡rápido!

Pero unos sollozos se sumaron a sus órdenes desesperadas, Misuk se encontraba de rodillas con el cuerpo malherido de Liam entre sus brazos.

—Hermanito...

¡Maten a esa sabandija!

—¡Escapa!, ¡Detenganlo!"

Rostros y voces que jamás había visto llenaron sus pensamientos, una visión sobre un pueblo en medio de la nada que había sido atacado dejando muertos y heridos.

Sus ojos se movieron hacía Edward, maldiciendo que su visión estuviera afectandolo de sobremanera.

—Es mejor que nos movamos a pie —sugirió echándole un vistazo al kilometraje—, Llegaremos más rápido yendo a nuestra velocidad, Edward —sus dedos acariciaron el dorso de su mano en un intento de llamar su atención y calmarlo.

Cuántas ganas tenía de que Jasper la hubiera acompañado en estos momentos.

El susodicho la miro por cortos segundos, lamentándose tanto el no poder soltar lágrimas ahora. Tal vez con eso su pecho no dolería hasta al punto de querer morir, irónicamente.

𝗦𝗧𝗔𝗡𝗗 𝗕𝗬 𝗠𝗘, edward cullenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora